Vuelven las denuncias vecinales por los botellones y el ruido de las fiestas de madrugada

El Puerto/La ciudad de El Puerto de Santa María vuelve a sus clásicos de verano: los botellones y las fiestas ruidosas en domicilios alquilados, en especial del centro urbano (apartamentos turísticos o fincas completas), que se extienden los fines de semana hasta altas horas de la madrugada, y que impiden el descanso de los ciudadanos.

Los resultados de lo que muchos comienzan a denominar "turismo de botellón y borrachera", son visibles a primeras horas de la mañana para aquellos que pueden conciliar el sueño en una ciudad donde los decibelios parecen campar a sus anchas. Las posibilidades de un cambio son escasas, ya que las peticiones vecinales para que se controle el ruido de las fiestas nocturnas caen en saco roto, en parte por falta de medios y efectivos policiales.

En la tarde y noche de ayer sábado, a modo de ejemplo y según ha podido saber este diario, sólo hubo dos patrullas de Policía Local, y ambas estuvieron dedicadas sólo a los cortes de tráfico motivados por la procesión de la Virgen del Carmen. De esta forma, hubo numerosos requerimientos vecinales sin atender por no disponer de unidades policiales, entre ellos muchos procedentes de domicilios particulares por el ruido de las fiestas; y molestias por música en los establecimientos PhiPhi Beach y Margarita, pero también en locales de ocio situados en el centro de El Puerto. De igual forma, se produjeron quejas motivadas por la música de Chang Bay.

Según ha podido saber este periódico, no se pudo atender estos requerimientos por no existir unidades policiales suficientes. También se registraron numerosas quejas por botellones en Puerto Sherry, zona de Vista Hermosa y el Parque Calderón.