Un pregón sencillo para recuperar el verdadero sentido de ser cofrade
El teniente de hermano mayor de El Olivo, Francisco Dueñas, anuncia la Semana Santa con una llamada a cultivar la esencia de las hermandades El público abarrotó el teatro Pedro Muñoz Seca
Un pregón sencillo y sin artificios, cercano, en el que se buscó más el fondo, el mensaje cristiano, que la forma en que se presenta, esos ropajes retóricos que a veces desdibujan lo que es realmente importante para cofrades y creyentes. El pregón de Francisco Dueñas Crespo fue claro y cercano, comprensible para todos los miembros de las hermandades de El Puerto, que abarrotaron el Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca, que se llenó de público. Lo hizo desde su experiencia como teniente de hermano mayor de la Oración en el Huerto, algunos de cuyos símbolos lucieron sobre el escenario, en especial la Cruz de Guía custodiada por un penitente ataviado con la túnica azul de la hermandad.
El acto comenzó con la presentación del pregonero, a cargo de Jesús Delgado González, capataz de la hermandad y su amigo personal, quien dijo que Francisco Dueñas es "un magnífico conocedor de la Semana Santa, que se ha entregado en cuerpo y alma al pregón", definiéndole además como " un cofrade de los que hacen falta en la ciudad y que están en peligro de extinción".
La marcha procesional Amargura, interpretada por la Banda de Música Maestra Dueñas, sirvió al pregonero para ocupar el atril, exornado con rosas rojas, y detrás del cual las autoridades ocuparon sus asientos: el asistente eclesiástico del Consejo de Hermandades, Antonio Olmo; el alcalde Alfonso Candón; José Manuel Castilla, presidente del Consejo Local de Hermandades; el coronel militar de Cádiz y gobernador del Campo de Gibraltar, Fernando Caballero; el intendente coronel de la Base de Rota, Carlos Molinero; el concejal de Cultura, Millán Alegre y el propio presentador.
Acto seguido, dio comienzo el pregón propiamente dicho, no sin antes dedicarlo a la Virgen de los Milagros y a María Santísima de Gracia y Esperanza, la Virgen de su hermandad, que le inspiró en la capilla de Benavides de la Iglesia Mayor Prioral las palabras de su discurso de exaltación.
De esta forma, tras confesar que no tenía bagaje en el arte de pregonero, comenzó hablando en tono sencillo de sus primeras vivencias cofrades como nazareno en La Borriquita. Brotaron recuerdos emocionados de su infancia, una emoción que se repetiría durante todo el pregón. Acto seguido, describió su descubrimiento de la hermandad de El Olivo, "una hermandad sevillana, la del Miércoles Santo", que vive en familia y a la que pertenecen su mujer, sus hijos y sus amigos, y donde ha aprendido "todo lo que sabe", incluso a ser costalero. Fue muy sentido y original su rezo del Padrenuestro costalero, que el publico supo agradecer con un gran aplauso.
Y así, desde sus vivencias en la hermandad de La Oración en el Huerto, invitó a los presentes "a ser nazarenos los 365 días del año", haciendo una llamada para fomentar las vocaciones entre los niños "para que hagan su Estación de Penitencia", como una tradición que debe pasar de padres a hijos. "Coge tu hábito, participa en el cortejo y vive con él la Pasión de Jesús", invitó a los presentes en el Domingo de Pasión.
El patrimonio material de las hermandades tuvo también su espacio en el pregón, la necesidad de cuidar ese patrimonio, aunque sobre todo la necesidad de cuidar el patrimonio humano, formado por las hermanas y hermanos de las cofradías. Unió este mensaje al de cultivar los valores cristianos, haciendo además una llamada a la unidad: "Una hermandad debe ser como una nave, en la que todos debemos remar al compás que marca el capitán, que es el hermano mayor", advirtió, para añadir que los cofrades, "antes de ser capillitas somos cristianos". En este sentido hizo una llamada al compromiso de evangelizar, educar a los jóvenes en valores cristianos y a seguir trabajando en las bolsas de caridad.
Finalmente, habló de la mujer en la vida de las cofradías, donde ha ido ocupando puestos de responsabilidad, y también como camaristas que se ocupan de las vírgenes. Para finalizar el pregón, hizo una crónica idealizada de la Semana Santa que desea para un futuro. Concluyó pidiendo la venia al alcalde y al presidente del consejo para que las cofradías puedan iniciar su Estación de Penitencia, cerrándose el acto con los himnos de Andalucía y de España.
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