Vanesa Martín, la magia de las emociones
La artista malagueña disfrutó durante su concierto en la Plaza de Toros, entregándose a un público fiel que fue su cómplice durante la noche
Pablo López la vuelve a liar en El Puerto
Noche de jueves festivo en El Puerto, y había ganas de disfrute en el ambiente. La Plaza de Toros registró una buena entrada para la cita con Vanesa Martín, esa domadora de emociones cuyos fans acérrimos son legión y que una noche más quisieron acompañarla en su viaje de canciones. Desde que pisó el escenario, completamente vestida de blanco, con una melena más larga de lo habitual y algo más rizada, y muy bronceada, se notó que la malagueña estaba a gusto, y es que ella es muy de verdad y cuando tiene la noche, la tiene.
Acompañada de siete músicos sobre el escenario, y con un sonido muy potente, Vanesa arrancó fuerte con su tema He sido, su himno al amor libre en el que canta a la tolerancia y que se ha convertido en un estandarte para el colectivo LGTBIQ+. Y así, con las medias bien puestas, como dice en su canción, enfiló Vanesa Martín la noche, siguiendo con otra de sus canciones más celebradas, Complicidad, entre gritos de “Vane, Vane”.
En su Gira Exclusiva 2024 la artista ha ofrecido muchos de sus temas más celebrados, pero también otros que suelen estar menos presentes en su extenso repertorio, con nuevas versiones pensadas especialmente para el directo. Sus primeras palabras para los portuenses fueron de agradecimiento “por el cariño, el respeto, la complicidad y el humor”, invitando al público “a soltaros la melena, a que os abracéis, os miréis y os enamoréis”.
Con sus padres entre el público, y algunos de sus mejores amigos también presentes en el coso portuense, la artista confesó que “mi corazón es vuestro desde hace muchos años, y este año vengo a subrayar lo que ya sabía”.
Y así, entre canciones de ahora y de antes, fue desgranando su repertorio con nuevos aires en muchos de los temas, incluyendo algunos medleys que hicieron que su repertorio fuera fluyendo.
Mediado ya el concierto fue cuando la artista cogió su guitarra, de color blanco y customizada especialmente para ella, con los títulos de todos sus discos y distintos dibujos alusivos. Guitarra en mano interpretó La piel, cuya frase más célebre es esa de “me da pereza tomarme un café contigo, joder, después de tí mil veces yo me enamoré”. Ese ‘joder’ es sin duda la palabra más coreada de la canción, con toda la fuerza que Vanesa transmite a la hora de hacernos vivir sus propias experiencias.
El amor y el desamor estuvieron muy presentes durante la noche, con temas como Frenar enero o Punto y coma, esta última en una versión muy sentida. Con 90 minutos llegaba el momento de las linternas en la Plaza de Toros, con cientos de puntos luminosos que sirvieron de preámbulo para recibir al invitado de Vanesa sobre el escenario, Teete, un joven de Las Cabezas de San Juan que fue pupilo aventajado de la artista en el programa de televisión Factor X, en el que la malagueña fue uno de los miembros del jurado. Teete no ganó, pero se llevó la admiración y el acompañamiento de Vanesa Martín, con quien tiene una conexión especial y quien habló de él maravillas, augurándole una gran carrera musical. Con Teete interpretó El nudo, su éxito más reciente. También compartió confidencias, como la historia de No te pude retener, que surgió tras la historia de desamor de una amiga suya en Tarifa.
Con el público entregado, la malagueña fue hilvanando canción tras canción con títulos como Caída Libre, Inmunes y la poderosa Arráncame, con la que el público siempre disfruta especialmente, por muchos años que hayan pasado desde su lanzamiento. También Polvo de mariposas es otra de las canciones que remueven a Vanesa, y siempre se le nota, con ese final en el que repite “tan dentro” con una pasión que no puede ser fingida. Tras reponerse de su entrega llegaba otro ramillete de canciones, entre ellas el pasodoble de Martínez Ares Con permiso, buenas tardes, que a la artista le gusta cantar siempre que viene por tierras gaditanas.
Se acercaba la hora del final pero Vanesa no tenía prisa, y estaba a gusto. Por eso regaló unos bises con varias joyas de propina, como Mi amante amigo, de Manuel Alejandro, que inmortalizara la más grande, Rocío Jurado. Tras presentar a su magnífica banda Vanesa se demoró en la despedida, jugando y bromeando con un público que la adora, un público que sabe que su música no entiende de etiquetas.
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