Vecinos de la Bajamar, en El Puerto: “Queremos ver los informes técnicos de nuestras viviendas”
Los afectados reclaman a Apemsa empatía y transparencia sobre las incidencias registradas por las obras del tanque de tormentas
Más dudas que certezas en El Puerto tras la reunión del tanque de tormentas
Las obras de construcción del tanque de tormentas de La Puntilla, que evitará el rebose de las aguas pluviales hacia el río Guadalete, están siendo una auténtica pesadilla para los vecinos de la avenida de la Bajamar, que llevan dos años sufriendo las molestias que conlleva el enterrar unos grandes marcos de hormigón, de tres metros de ancho, en una calle tan próxima al río y con un elevadísimo nivel freático.
Tras haberse incumplido la segunda fecha de terminación de los trabajos, fijada para el pasado mes de noviembre -la primera fecha anunciada fue la de mayo de 2024- este miércoles se celebró una reunión informativa en la sede de la asociación de vecinos de San Marcos, a la que asistieron, además de los vecinos interesados, la concejala de Mantenimiento Urbano, Marta Rodríguez, el gerente de Apemsa, Juan Ángel Poyatos, y técnicos de la empresa de aguas y del Ayuntamiento. No asistió nadie por parte de la empresa que ejecuta las obras, Gyocivil, como sí hiciera a la primera reunión de este tipo celebrada en mayo del pasado año. Por parte de los grupos de la oposición acudieron a escuchar las explicaciones técnicas los ediles de Vox Fito Carreto y Mauricio Mauri, así como el presidente de la Flave, José Rodríguez.
El encargado de detallar el estado de las obras fue el gerente de Apemsa, que aseguró que la parte que afecta a la avenida de la Bajamar estará terminada aproximadamente en un mes y medio. Esta calle, según explicó, ha tenido una mayor complicación debido al gran tamaño de los marcos que se están soterrando para formar grandes conducciones. Una vez se termine este tramo se abrirá al tráfico y se colocarán los marcos en la zona más cercana al tanque propiamente dicho, y posteriormente se colocará la nueva tubería en la calle Aurora (paralela a la Bajamar), pero en este caso será una tubería redonda de 1,5 metros de diámetro.
También explicó que la adjudicataria de la obra, Gyocivil, ya ha redactado el modificado de los trabajos pero que están pendientes de negociación con Apemsa para su aceptación. Así mismo, trasladó que se han registrado 34 incidencias relacionadas con la obra, y que 25 de ellas afectan a viviendas.
Los vecinos fueron exponiendo sus casos particulares, algunos de ellos especialmente molestos y todos bastante preocupados, porque consideran que no están siendo atendidos de manera efectiva. Los asistentes, en general, pidieron una mayor empatía por parte de Apemsa y del Ayuntamiento, ya que como dijeron está siendo una obra con grandes perjuicios que les está afectando gravemente.
También se quejaron de no tener acceso a los informes que realizan los técnicos que visitan las viviendas, por lo que no saben de la gravedad de las grietas y otros problemas, aunque el gerente de Apemsa aseguró que no hay riesgos que afecten a la habitabilidad. Aún así, los vecinos piden acceder a esos informes y desde Apemsa se estudiará la forma de hacerlos accesibles a los interesados. Lo que no quiso dar el gerente de Apemsa fue una fecha sobre la terminación de la obra, quizás porque las dos anteriores no se han cumplido.
Muchos de los testimonios que se escucharon en la reunión fueron de desahogo, otros de rabia, otros reivindicativos, otros emotivos y otros de queja, pero en todos ellos se dejaba sentir la preocupación que afecta a los vecinos de estas casas, con más de 65 años de antigüedad. Precisamente una de las frases del gerente de Apemsa que más molestó a los vecinos fue la que pronunció en referencia a los futuros problemas que puedan aparecer en las viviendas, cuando les recordó que “las casas tienen más de 50 años”, algo que no gustó por entenderse que aunque se arreglen las deficiencias actuales, pueden aparecer otras en el futuro que también estén relacionadas con las obras.
En la segunda parte del encuentro se abordó la urbanización de la zona. De momento, una vez que se termine el tramo actual la Bajamar pasará a ser de doble sentido, una medida que el Ayuntamiento quiere prorrogar de cara al futuro y que no es bien vista por los vecinos. También se repondrá el arbolado y se colocará un nuevo pavimento en las aceras, con cambios de dirección en algunas calles perpendiculares entre Aurora y Bajamar.
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