Vecinos y hosteleros del entorno de las obras del pasillo amable, preocupados por los cortes de calles y los aparcamientos

El Puerto/La sede de la asociación de vecinos Las Bodegas, situada en la calle Los Moros, 6, frente al hotel Santa María, se llenó ayer de público este jueves para conocer los pormenores de las obras del proyecto 'Pasillo Amable', incluido en la iniciativa 'El Puerto Ciudad Amiga', y cuyas obras han comenzado en la calle Ximénez Sandoval, que se levantará para ampliar el acerado, situar la calzada al mismo nivel y plantar árboles en las aceras, suprimiendo la hilera de aparcamientos.

En el acto estuvieron el alcalde, Germán Beardo; el concejal de Participación Ciudadana, Javier Bello, así como tres nuevos concejales electos: Carmelo Navarro, Marta Rodríguez y Leonor Caballero, que toman posesión este sábado de sus actas durante un pleno solemne en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca.

Asistieron igualmente el ingeniero del área de Urbanismo Jesús Sevilla, de Infraestructuras; los redactores del proyecto, entre ellos el ingeniero de Caminos Óscar Sánchez de la Villa; técnicos de la empresa Conacón (filial de Sando), que realiza las obras, numerosos vecinos de la zona, entre ellos el presidente de la asociación Las Bodegas, Rafael de la Cruz; y pequeños empresarios, en especial hosteleros, interesados en conocer el cronograma de la intervención urbanística, cómo quedará una vez terminada la zona de actuación (calle Los Moros, Ximénez Sandoval, Plaza del Polvorista, calle Aurora, calle La Palma, Misericordia, y las plazas Alfonso X El Bavio y Juan de la Cosa), planteando además otras muchas preguntas.

Representantes de la Flave, con Milagros Muñoz, Uchi, al frente, estuvieron igualmente en el sede vecinal, propiedad del Ayuntamiento, aunque la asociación La Gaviota, presidida por Manuel Pérez Navarro, se ausentó nada más entrar, al comprobar que el local no está adaptado y no se puede acceder en silla de ruedas, ante lo cual el alcalde admitió que "habrá que arreglar los edificios municipales".

El acto dio comienzo con la intervención de Germán Beardo, con alguna interrupción y brusco intercambio de impresiones, dada la natural preocupación que suscitan entre los vecinos este tipo de obras en el espacio publico de su barrio. Tras este episodio, el alcalde explicó que las obras forman parte de un proyecto más amplio que se está desarrollando para hacer "un centro urbano más peatonal, más verde, más accesible y con mayor calidad de vida", señalando que El Puerto de Santa María tenderá cada vez hacia un modelo en el que los vehículos, excepción residentes y servicios, no entrarán en el casco histórico. Incidió además en la transformación de la ciudad, con la construcción del nuevo paseo fluvial o la adjudicación de la nueva pasarela peatonal sobre el río Guadalete a la altura de la Plaza de las Galeras. Indicó además que "un reto de esta legislatura" será la construcción del puente de La Pescadería, para unir la ciudad con la margen izquierda del río, que estará abierto al tráfico.

En cuanto a las obras del pasillo amable, tendrán un importe de 800.000 euros, procedentes en su totalidad de fondos europeos. Detalló además los retrasos que ha tenido la ejecución y añadió que deberá estar terminada en noviembre, ya que hay que justificarla ante Europa en diciembre de 2023.

A continuación se proyectó un vídeo en el que se recrea en realidad virtual cómo quedarán las calles y plazas incluidas una vez terminada la intervención En términos generales, las calles de Ciudad Amable verán ampliadas sus aceras y sus calzadas se situarán a la mismo cota, ya sea bajándolas o subiéndolas, en función del tramo. Las calles y plazas donde se va a intervenir perderán casi todos sus aparcamientos. En la plaza del Polvorista desaparecen los aparcamientos en batería del tramo frente a la fachada del teatro, hasta la calle Catavino, y en las plazas Alfonso X El Sabio (continuación de Misericordia) y Juan de la Cosa también se suprimirán casi todos, al igual que en el tramo de la fachada principal del edificio San Agustín. Lo mismo ocurrirá en Aurora, entre plaza del Polvorista y calle Los Moros, donde Correos mantendrá sus reservas de aparcamiento, como el hotel Santa María. Seguirá habiendo además zonas de carga y descarga.

En todo el proyecto, el coste de la remodelación será la pérdida de 95 plazas de aparcamiento. No es una peatonalización, ya que el tráfico se mantiene (aunque ralentizada por el nuevo diseño de las calles), a excepción de la parte frontal del teatro, que tendrá vocación peatonal, aunque en fechas puntuales, cuando haya eventos que lo requieran.

Precisamente uno de las mayores preocupaciones de los vecinos ante la pérdida de estacionamientos públicos, es dónde van a aparcar sus vehículos, durante las obras y una vez que terminen. Ante esto no hubo una respuesta clara, aunque una alternativa, al menos durante algún tiempo, será estacionar en el aparcamiento junto al río de la avenida de la Bajamar (entre el parking de los catamaranes y el antiguo varadero Guadalete), que está abierto y al parecer lo estará durante el verano.

En cuanto al cronograma de la obra, según explicó el técnico Jesús Sevilla, que atendió las preguntas de los vecinos junto al ingeniero redactor del proyecto, una vez comenzada en junio se irá desarrollando a lo largo del verano y en meses posteriores hasta final de año, aunque en zonas amplias como la Plaza del Polvorista no se ha decidido aún, aunque será dentro de plazo. El hecho de que durante el verano se vayan a cerrar calles céntricas afectará a distintos negocios, entre ellos de hostelería, cuyos dueños mostraron su malestar e incluso su indignación, en especial por la pérdida temporal de las terrazas. Desde el área de Urbanismo, los técnicos explicaron que están abiertos a cierta flexibilidad y que aquellas terrazas que se vean directamente afectadas y tengan que ser retiradas, podrán solicitar la exención de la tasa municipal correspondiente.

La ejecución de las obras permitirá en algunos casos mantener las calles abiertas al tráfico, otras veces habrá que cortarlas por completo y en ocasiones sólo se podrá acceder a los garajes.

Los vecinos se mostraron preocupados también por que el cambio de la rasante de las calles, ya que al desparecer las aceras, con lluvia fuerte se pueden producir aguaceros que entren en los portales de las casas. Ante esto, la solución técnica que se propone es llevar los sumideros de pluviales al centro de la calzada y dar a las calles bastante pendiente hacia el centro. Otras de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa fue la construcción o no de un carril bici, aunque no se contempla en el proyecto, ya que la tendencia en El Puerto es la "coexistencia".

En cuanto a la accesibilidad para personas con discapacidad, ya fue abordada en su momento con la asociación La Gaviota.

Además, durante la intervención urbana la empresa de aguas Apemsa podría realizar algunas obras que ha ido dejando pendiente para cuando se ejecutara el proyecto, reclamando los vecinos que haya prevención ante las ratas y cucharachas, ya que se va a levantar el pavimento.

El proyecto se podrá conocer con más detalle en los próximos días, ya que se colgará en la página web del Ayuntamiento, mostrándose cómo quedará cada una de las calles y plazas incluidas. También se anunció que habrá un apartado para sugerencias. El objetivo de la intervención es unir la zona de las bodegas y del hotel Santa María (calle Los Moros) hasta la calle Palacios y el centro histórico que ya está peatonalizado, creando un itinerario semipeatonal más cómodo y accesible para los ciudadanos y grupos de turistas.