El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
El puerto/Bajo el sol no hay nada nuevo por inventar. Fiesta, música, rock and roll, conciertos, festivales, rebeldía, madrugadas... Aunque muchos jóvenes crean hoy que son el alma de la juerga, no saben que están equivocados. Ya, desde hace más de 20 años otros,- que por aquel entonces no eran tan adultos, también bailaron y rompieron la noche a ritmo de dj's y nuevos ritmos músicales. La pólvora ya estaba inventada desde hacía tiempo.
El viernes por la noche la generación de las hombreras y los cardados, de la calabaza Ruperta, de la movida madrileña, de Alaska y Javier Gurruchaga y de la música disco, punk y pop demostró que estaba más viva que nunca durante la Fiesta de los 80, el primer concierto del verano que tuvo lugar en la Plaza de Toros.
Aunque el concierto, que era gratuito, estaba previsto que comenzase a las 22:00 horas ya desde muy temprano se podía observar a un gran número de personas esperando para entrar en el ruedo de la plaza. Concretamente a las 21:30 horas aproximadamente la cola de espera se extendía desde la Puerta Grande hasta el monumento dedicado a Paquirri (situado en la parte opuesta de la plaza). A pesar de la gran cantidad de público el acceso, donde había que pasar un control de seguridad, se hizo de manera rápida y sin aglomeraciones. Pocos minutos después de las 22:00 horas la voz de Fernandisco, el conocido presentador de los 40 Principales, comenzaba a animar una fiesta que fue seguida por una gran cantidad de público, tanto desde el albero como desde los dos tendidos que, por el momento estaban ocupados. Incluso una hora después del inicio del evento la gente continuaba incorporándose a una fiesta donde, sorprendentemente, también se pudo ver entre el público a una gran cantidad de niños y adolescentes. Es normal. ¿Quién no se emociona al escuchar los primero acordes de Help de The Beatles?¿Cómo evitar sacudir el cuerpo al ritmo de Karma Chameleon de Culture Club? ¿Cómo controlar el subidón al oír Dolce Vita de Ryan Paris?
Las ganas de fiesta se sentían entre el público cada vez que Fernandisco pinchaba un nuevo tema. A él le siguieron otros artistas de la década, como Dr.Livingston, supongo o La banda del capitán Inhumano. Junto a este cartel los asistentes también pudieron disfrutar de un gran ambiente en los distintos food trucks que se instalaron en el ruedo, donde se podían degustar hamburguesas, perritos y patatas fritas. La noche iba para largo. Los 80 demostraron estar más vivos que nunca.
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