Beatriz López-Nogales: "Me interesa que la música pueda decir algo que no se vea en la imagen"

Compositora de bandas sonoras

Esta burgalesa de 26 años firma las bandas sonoras de series como 'Detective Touré', 'Fuerza de Paz', 'Escándalo. Relato de una obsesión'

'Los últimos románticos' es su primer trabajo de ficción para la gran pantalla y ya prepara el siguiente, 'Sacamantecas'

Aurora Guerra: "Si sabes hacer series diarias, sabes hacer cualquier cosa"

La compositora Beatriz López-Nogales.
La compositora Beatriz López-Nogales.
Tamara García

07 de enero 2025 - 06:59

Cádiz/Joven, talentosa y con un futuro prometedor en el audiovisual, a tenor del presente ya dibujado en su pentagrama personal, Beatriz López-Nogales (Burgos, 1998) es la compositora de bandas sonoras de series tan populares como Fuerza de paz, Detective Touré o Escándalo. Relato de una obsesión. Pero, además, esta burgalesa de 26 años, que tocaba el piano “desde muy pequeña”, que pronto se inclinó por la composición y que a través de una beca de la Universidad Europea empezó “a conocer más el mundo audiovisual”, ha firmado en 2024 la primera de sus bandas sonoras para ficción, Los últimos románticos, y ya está trabajando en su siguiente proyecto para la gran pantalla.

–Llevar su carrera profesional como compositora hacia el mundo audiovisual, ¿fue una decisión premeditada?

–Pues yo creo que me ha ido llevando el propio camino. Sí que es verdad que el mundo audiovisual siempre me ha encantado, porque creo que hay algo muy bonito entre la música y la imagen. Pero no ha sido algo buscado, se ha ido dando así.

–¿Y cómo se plantea esa relación música-imagen? ¿Es un acompañamiento, una tiene que estar supeditada a la otra...?

–Pues depende un poco del proyecto, pero los que a mí me interesan y me entusiasman son en los que la música puede decir algo que no está viéndose en imagen. Algo complementario, algo diferente, incluso que puede como reconducir lo que se está viendo.

–Pero para que eso ocurra, supongo, la composición musical no sólo debe aparecer en la fase de posproducción, sino que debe estar en la película o en la serie casi de una manera seminal.

–Sí, y además creo que es la forma más bonita en la que puedes trabajar. Por ejemplo, la música de Los últimos románticos viene muchísimo desde el guion. La música casi que es una traslación de la protagonista principal, de Irune. La música se ha empapado mucho de qué siente, cómo lo siente y cómo vive la historia este personajer. Y, para hacer eso, hay que conocer muy profundamente el guion.

–En ese sentido, los equipos con los que has estado trabajando en su carrera, ¿han sido permeables a esa idea de que la música esté presente desde el principio?

–Jolín, he tenido una suerte tremenda. Así he podido trabajar desde Fuerza de Paz con Aurora Guerra hasta esta última película. No puedo estar más que contenta.

–Hablando de Aurora Guerra, con ella también ha hecho ‘Escándalo. Relato de una obsesión’. ¿Cómo es su relación con ella?

–He tenido mucha suerte de poder hacer equipo con una persona como Aurora, que no solo es talentosísima, sino que lleva tantos años en la industria. A mí me ayudó muchísimo a conocer este mundo y a sentar bien unas bases. Además, es una persona que sabe lo que la música le puede aportar a una serie, por lo que te deja esa libertad y esa responsabilidad para ver qué puedes darle tú a su proyecto. No sólo trabajar, sino aprender de ella, para mí ha sido súper importante, y además le tengo un cariño enorme, enorme, porque además de ser una gran profesional es una gran persona.

–La serie ’Detective Touré’ y la película ‘Los últimos románticos’ también tienen en común un nombre, David Pérez Sañudo. Pero son muy diferentes, ¿no?

–Los últimos románticos sí es su película, pero en Detective Touré, si bien David estuvo en la escritura, es una serie dirigida por Esteban Crespo y Violeta Salama. Y sí, son dos proyectos completamente diferentes, diría hasta que opuestos. En Touré tenemos algo así como muy divertido, donde la música tiene que dejar espacio a la comedia y a la acción, pero también saber romperlo. El personaje que interpreta Malcolm Treviño-Sitté es súper extrovertido, con mucha personalidad, y la música también tenía que reflejarlo. Así que hay mucha percusión, las congas, pandero cuadrado, y elementos súper coloristas como la flauta, la guitarra, incluso elementos del trap, que es una música muy colorista. Y, por el otro lado, Los últimos románticos, es una banda sonora solo para violonchelo, con lo que requería un trabajo de escritura súper, minucioso, con mucho pensamiento detrás y, como te decía, muy pegado al personaje que interpreta Miren Gaztañaga, que es está magnífica y con un detallismo en su interpretación que también tenía que contener la música.

–Ha sido su primera banda sonora para película de ficción. ¿Lo ha enfrentado de manera diferente que proyectos anteriores?

–Sí, había hecho antes documental, pero nada para películas de ficción. Y, bueno, diría que ha sido diferente, pero porque incluir música que aporte en este proyecto no era fácil, más bien era fácil liarla parda (ríe). Entonces, pensé la banda sonora como un espacio en el que poder investigar, en el que poder hacer algo que no me resultara conocido o familiar. Y casi en este trabajo de experimentación es de donde surge la música porque, claro, Irune es una mujer que está fuera de la sociedad, de la familia, hasta en su trabajo está como fuera de las relaciones y le encuentan un bulto y tiene que vivir eso en completa soledad. Entonces, pensé en un instrumento que pudiera transmitir esos sentimientos y me pregunté qué pasaría si extraía el violonchelo interpretado con una tesitura de violín, con lo que lo llevamos a un registro súper poco idiomático para este instrumento. La respuesta a esa pregunta es esta banda sonora.

–También compone piezas de concierto, ¿está ahora con alguno en este sentido?

–Pues aunque me encanta, ahora estoy inmersa en Sacamantecas (la próxima película de Pérez Sañudo con Antonio de la Torre y Patricia López Arnaiz) y ahí esoy concentrando mi atención.

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