Javier López Menacho. Escritor y profesor de Creación Literaria
"Las criptomonedas tienen unos peligros sociales de los que hay que advertir y reflexionar"
Javier López Menacho. Escritor y profesor de Creación Literaria
Javier López Menacho nació en Jerez de la Frontera (1982), donde estudió Turismo. Luego se marchó a Barcelona a hacer un máster en Creación Literaria, momento en el que empezó su carrera literaria. Actualmente, se dedica a la comunicación digital para empresas y es docente de Creación Literaria en la Escuela Selecta de Escritura de Valencia, donde reside. Empezó a escribir muy joven y acaba de publicar su novena obra, 'La otra cara de las criptomonedas' (Holobioente). Suele volver a Jerez bastante "porque tengo allí a mis amigos, sobrinos, mis padres y hermanos". Tiene una extensa y enorme librería "que es lo que define un poquito mi casa. La cantidad de libros que hay de todos colores".
-¿Por qué las criptomonedas se merecen un libro?
-Bueno, más que por qué se merecen un libro, yo diría que por qué se merecen un libro a la contra. Esta obra es un ensayo que repasa toda la esfera criptomonédica y hace una apelación como alternativa económica que pueda llegar a las masas. La criptomoneda no es ese sistema que viene a cambiar la economía, a democratizarla, a hacerla más accesible, segura y descentralizada. Se ha originado una serie de mitos en torno a las criptomonedas que tienen que ver con el momento de creación de las mismas y con su complejidad, que han calado en una parte de la sociedad, sobre todo en un segmento poblacional de jóvenes de entre 25, 35 y 40 años. Creo que tiene unos peligros sociales de los que hay que advertir y reflexionar. Y entonces, realicé este ensayo cuyo subtítulo es 'Auge y caída de la promesa tecnológica de Satoshi Nakamoto', que es el inventor de las criptomonedas, que no existe, es un pseudónimo. Y bueno, la obra apela a esa idea, a esa especie de edén tecnoeconómico al que aspiran las criptomonedas y da una respuesta desde una perspectiva más sociológica y más reposada.
Porque yo lo que veía es que todos los libros de las criptomonedas eran como impositivos, eran como una suerte de "invierte en criptomonedas, cómo invertir en criptomonedas, cómo ganar dinero con criptomonedas". El nuevo boom de la economía digital. Y todo eso me parecía un disparate, cuando realmente estamos llevando a un montón de gente a invertir en productos de los que desconoce la mayoría de sus cláusulas, que son extremadamente volátiles y donde te estás dejando mucho dinero. Y estás influyendo en economías de personas que tienen recursos limitados. Me parecía que tenía que existir un libro a la contra y me dediqué durante dos años a estudiar el mundo criptomonédico y fui desgranando todos sus mitos. Yo digo que las criptomonedas son profundamente insostenibles porque consumen una cantidad de energía brutal. Después de que te vendan lo bonito, ¿qué hay detrás de las criptomonedas que no es tan bonito?
-¿Qué detonó que usted dijera "hasta aquí hemos llegado, tengo que contar esto"?
-Pues sobre todo me preocupa que las criptomonedas lleguen a poblaciones vulnerables, porque hay como una especie de vaso comunicante entre el mundo de las apuestas online y el mundo de las criptomonedas. Se manejan más o menos de la misma manera, apelan más o menos al mismo consumidor, y las criptomonedas se estaban convirtiendo en una especie de ludopatía, y de esto están hablando ya los psicólogos. Y yo veía que aglutinaba a un montón de personas vulnerables, de chicos jóvenes que podían caer en este mundo y que les daba una identidad un poco tóxica, con unos valores de supervivencia, de aplastamiento del contrario, también de cierta misoginia, y yo quería apelarlo porque lo que estaba viendo, el discurso hegemónico de los criptobros podía ser peligroso para esta población más vulnerable, que viera una especie de salida rápida, de crecimiento económico rápido, cuando realmente es un mundo especulativo de alta volatilidad.
-¿Ha vivido algún tipo de fraude con las criptomonedas?
-No, lo cierto es que no. Es un mundo al que llego un poco por extensión. Yo hice un par de libros que tenían que ver con la esfera tecnológica, uno era 'La farsa de las startups', que era una crítica a la economía startup, y otro se llamaba 'La generación Like', de los peligros que encontrábamos detrás de la pantalla, detrás de nuestros móviles y de nuestros dispositivos electrónicos. Y a partir de ahí, quizá por simple naturaleza de los temas, quise indagar un poco en este tema de las criptomonedas, qué había detrás, qué lo impulsaba, qué lobby esconden. Me di cuenta de que era un factor de riesgo social y empecé a elucubrar una especie de alegato en su contra, y de ahí nació 'La otra cara de las criptomonedas'.
-¿Por qué tienen tanta fama si conllevan tanto riesgo?
- Las criptomonedas nacen en 2008-2009, con una crisis brutal financiera a nivel mundial, y sus impulsores lo venden como una alternativa a las economías tradicionales que tanto nos estaban defraudando: a los bancos, al FMI, al Banco Monetario Internacional, etc. Todas las criptomonedas surgen como una alternativa en la que no hay control bancario, está descentralizado, tú eres la única persona que maneja la información de la transacción, junto a las otras personas a las que les has hecho la transacción, y entonces había como una suerte de máxima seguridad porque la información está encriptada, no se puede acceder a ella. Y en ese contexto de alta desconfianza de los poderes económicos tradicionales surge una nueva generación, una generación de jóvenes con altos conocimientos tecnológicos, que asumen esa posibilidad de tener sus ahorros y de hacer transacciones económicas al margen de los poderes fácticos tradicionales. Eso le da a las criptomonedas un aura de esperanza sobre la que se edifica de manera embrionaria su prestigio y su autoridad en el ámbito digital. Y entonces, tiene una buena aceptación, lo aceptan muy bien un montón de personas, de desarrolladores, de informáticos, ingenieros en todo el mundo, y empieza a legitimarse como una especie de economía alternativa, que es lo que es, basada en activos digitales. Los activos digitales, para que te hagas una idea, funcionan como la Bolsa, y cada una con un nombre diferente, y estos nombres, pues son las criptomonedas.
-¿Qué gestiones del día a día se pueden hacer en España con criptomonedas?
-Las criptomonedas en España no es dinero válido. Tan solo en algunos sitios del mundo, como en El Salvador, pero en España tú no puedes comprar un coche con una criptomoneda, no puedes comprar el pan, no puedes comprar ordenadores, a no ser que haya alguna entidad que admita el pago con criptomonedas, pero no es una moneda que esté autorizada a nivel nacional para hacer ningún tipo de transacción. Puede que algún banco ya acepte las criptomonedas como parte del poder económico, digamos de la capacidad económica que tenga alguna persona, pero ni mucho menos a día de hoy es una moneda válida y se puede hacer ningún tipo de transacción clásica con ellas.
"Hay un vaso comunicante entre el mundo de las apuestas online y el mundo de las criptomonedas”
-¿Cree que se debería dar más información sobre las criptomonedas a los alumnos desde colegios, institutos y universidades?
-Sí, desde luego. En España necesitamos educación financiera y sí que se debe hablar de lo que es la criptomoneda. Se está creando un marco europeo para regular las criptomonedas, pero muchas de ellas son altamente volátiles, es decir, su valor cambia de manera muy rápida y son productos de altísimo riesgo y yo creo que eso sí que hay que informarlo. Hay mucha gente que cree que la criptomoneda es una moneda corriente, como podría ser el euro o el dólar, pero no lo es. Es un activo digital, una especie de acción a nivel digital que se legitima por una comunidad digital y los vaivenes de estas comunidades digitales influyen en su valor. Hay que decir en los institutos que es un mundo altamente complejo, en el que hay muchos lobbies que tienen interés en todo el mundo ciber económico, por decirlo de alguna manera, y que son productos altamente volátiles donde la gente suele perder su dinero. Yo creo que eso hay que decirlo y hay que poner en conocimiento a los jóvenes antes de que tengan posibilidad de invertir.
-¿Cuál es el futuro de las criptomonedas?
-En el libro dedico un episodio a este tema, en el que un poco, aventuradamente, digo qué creo que va a pasar. Creo que las criptomonedas van a terminar siendo reguladas completamente a nivel internacional. Será una especie de subeconomía alternativa para un segmento poblacional muy escaso. Creo que terminará regularizándose de una manera mucho más fuerte porque si no, muchas de ellas se extinguirán. Creo que se llegará a una especie de acuerdo con todos los actores internacionales y terminará siendo una subeconomía pequeñita, pero con una comunidad rígida que le dé cierto valor. Pero desde luego, no va a haber un crash económico que permita que luego las criptomonedas sean las monedas más corrientes en el mundo. Esto lo dicen muchos llamados cripto evangelistas. Hay gente que se dedica a propagar en el mundo que va a haber un gran crash económico y que finalmente las criptomonedas serán la gran moneda corriente. No, eso yo creo que no va a pasar, no va a suceder, porque le falta mucha legitimidad, le falta mucho control y le falta mucha aceptación popular. Por ejemplo, las personas mayores o los jóvenes o la gran mayoría de la población no tienen ni idea de cómo funcionan las criptomonedas. Entonces, como no tienen una gran aceptación y las monedas dependen de la legitimación de las personas, pues no creo que lleguen a gran cosa. Lo que sí tenemos que evitar es que sea un riesgo para nuestros jóvenes.
-¿Ya está en las librerías?
-Sí, ya está en librerías. El otro día lo pude presentar en Sevilla y en Jerez. Me hizo mucha ilusión poder llevarlo al sur, porque yo vivo en Valencia. Ahora, como decimos los autores, cuando tú haces un libro, y lo dejas en librería, ya no te pertenece exclusivamente a ti sino a la gente. La gente puede debatirlo, puede apelarlo o puede estar de acuerdo. Y eso es lo bonito de los ensayos, que nos den una mirada más amplia del conocimiento y que nos hagan reflexionar.
-¿Tiene algún libro previsto entre manos?
-Pues sí, mira, tengo un librito para el año que viene, completamente diferente a este. Igual que las criptomonedas, tengo dos caras: mi parte de ensayista, que es esta, y luego tengo en la que hago ficción. Publicaré una novelita en la que voy a hablar del fútbol más humilde, más allá del fútbol como fenómeno de masas. Será una novela de ficción en torno al fútbol de las aficiones más pequeñitas, de los barrios. Estoy muy ilusionado
-Usted reside en Valencia capital. Tiempos duros...
-Pues sí, efectivamente. Hay como una especie de resaca emocional con todo lo que ha pasado, se está viviendo un síndrome postraumático. Y claro, se vive desde una perspectiva un poco extraña porque yo no tengo aquí arraigo familiar, pero sí que tengo arraigo social. Hay mucho dolor. Y resulta esperanzador la reacción solidaria del resto de España, incluso de fuera del país. Aquí, los fines de semana, para que te hagas una idea, siguen llegando voluntarios para echar una mano donde se pueda. Y sigue llegando material y sigue llegando ayuda. Yo creo que si bien vivimos desgracia, la desgracia tiene también su cara bonita. Lo vivimos con el COVID y lo vivimos ahora en la respuesta popular de solidaridad y apoyo.
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