"Me gusta el cante más que la guitarra, es la melodía natural"

-de vuelta con Michel Camilo y sus spain, ¿Spain forever es el cierre de una trilogía?

-Pues es que nunca se sabe... Nunca se sabe qué vendrá después. Pero digamos que por ahora es el cierre de una trilogía -Spain (2000), Spain Again, (2006) y Spain Forever (2017)-. De momento, estamos de gira con este trabajo, y muy contentos.

-La complicidad artística con Camilo es innegable desde hace dos décadas, pero entiendo que también se habrá forjado ya una buena amistad.

-Hombre claro. Al principio hubo mucho respeto profesional y luego comenzó la amistad, y habiendo respeto personal y profesional y amistad creo que las cosas salen como salen, muy bien. Como creo que nos han salido.

-¿Todo comenzó en el festival de Jazz de Barcelona hace casi 20 años?

-Bueno sí, pero yo conocía a Michel de antes. Cuando él le estaba produciendo un disco a a Ketama (año 1990, Pa gente con alma era el trabajo) y yo me pasaba por el estudio a ver a la familia Habichuela, a Juan y Antonio Carmona, que tenía yo amistad. Y, después, ya sí coincidimos en el festival de Jazz de Barcelona (1998)y allí pues empezamos a hacer, cada uno por nuestro lado, yo con el flamenco y él con su estilo musical, pero nos juntamos para un par de temas, que luego metimos en el Spain, y la gente se volcó, el sonido ese cayó bien, y para Japón luego, y el disco... Y hasta hoy.

-Al principio esa unión de guitarra flamenca y piano latin jazz descuadró a algunos, pero no fue su primera rareza. La leyenda del tiempo, Omega... Entiendo que siempre le ha ido el riesgo...

-Claro que sí y, de hecho, es lo que nos hace avanzar, ¿no? Para mí estar con Camarón y grabar con Paco de Lucía fue definitivo en como yo entiendo todo esto. Ellos fueron los que pusieron la palabra vanguardia al flamenco y sin perder la raíz. Y hablando del instrumento, de la guitarra, Paco, por supuesto, es el ejemplo a seguir. El abrió las puertas del mundo a la guitarra y sin perder el flamenco, tocara lo que tocara sonaba flamenco. Por eso, ¿arriesgar?, claro, como hicieron ellos, pero sin perder el flamenco.

-¿Cuál es la línea que no hay que traspasar para que siga sonando flamenco?

-No sé, es como no olvidarse del flamenco... Yo es que creo que el que suena flamenco va a sonar siempre, es la puntuación, el cómo interpretas... Yo que vengo de tocarle muchos años a Camarón, ese latido ya lo llevas... El flamenco es el cante, y tú estás ahí recordando, intentando traer ese cante con tu guitarra.

-Le gusta al morir el cante, ¿no?

-Más que la guitarra, la verdad. Sí porque para mí es la melodía más natural de la vida. Y un cante bien dicho, bien afinado... Eso es muy hermoso, te mueve.

-Te mueve... ¿y qué cantaor le produce un terremoto por dentro?

-Camarón de la Isla, sin duda. Luego hay muchos nombres buenos. Pero como él... Nadie.

-¿Cuál fue el momento más especial que vivió con él?

-Pues hay muchos pero uno de los más emocionantes para mí fue cuando él me entregó el Camarón de Oro, allí en su peña en la Isla, y cuando me dio el abrazo... sentí que era más que su guitarrista, era más...

-Se dedicó a la guitarra solista cuando él murió, ¿por qué?

-Porque ya le había tocado a él. Y también es verdad que el resto de cantaores y de amigos me empujaron a que yo tomara mi camino.

-¿Cuál ha sido el consejo profesional más importante que le han dado?

-Que para tocar la guitarra hay que estar en tu sitio siempre. Te tienes que levantar con ella, temprano, y para levantarte temprano no te puedes acostar tarde...

-Y a su hijo José (guitarrista), ¿ése es el consejo que le da?

-A él le digo que si quiere ser el mejor sólo tiene que pensar en la guitarra, que en su mente no haya otra cosa. Y es que realmente es así. Eso y la formación. Estudiar, estudiar y estudiar la guitarra. Dedicarte a ella por entero, es exigente y no hay otra.

-¿Y usted? ¿Sigue tocando en casa para su disfrute, más allá del estudio?

-Yo llevo la guitarra todo el día encima, no entiendo otra cosa y no hay otra manera. Toco de todo y casi todo el día.