Juan Luis Cano: "Las redes sociales nos están quitando esa capacidad de reflexión que te da el leer cosas más profundas"
Entrevista de la contraportada
El comunicador reflexiona sobre toda su trayectoria profesional y el periodismo "precario" actual
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Juan Luis Cano (Madrid, 1960) es periodista, escritor y humorista. Ha trabajado durante décadas en la radio y se dio a conocer por ser integrante del dúo cómico Gomaespuma, junto a Guillermo Fesser, emitido en los 80 en Onda Cero, M80 y en Antena 3 Radio. El programa, que trataba temas de actualidad con un toque de humor, es la "espina dorsal" de su trayectoria profesional. Cuenta con varios reconocimientos y premios por su carrera radiofónica, entre los que destacan cuatro Ondas, el Micrófono de Oro, once premios AMPE de Publicidad o dos Soles de San Sebastián en Publicidad. El comunicador repasó ayer toda su trayectoria en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga en un encuentro dentro de la programación de su décimo aniversario.
Pregunta.¿Por qué decidió ser periodista? ¿Siempre quiso dedicarse a esto?
Respuesta.Pues realmente sí. Desde muy jovencito supe que a mí lo que me gustaba era contar historias. Estudiar periodismo fue un poco posterior, cuando ya estaba estudiando COU, pero siempre sabía que me quería dedicar a algo que tuviera que ver con contar historias. El periodismo, al fin y al cabo, lo que hace es contar historias. La vida es una historia y el periodismo lo que hace es contar las historias reales, las de verdad.
P.Y cuando acabó la carrera, ¿cómo planteó qué camino seguir?
R.Empecé a trabajar en primero de carrera en El Periódico, que salió simultáneamente en Madrid y en Barcelona, aunque luego en Madrid duró un año solamente. En tercero se cruzó en mi vida la radio de una manera casual y al final ha sido lo más importante de toda mi trayectoria vital. Alrededor de la radio se ha formado toda mi vida: mis amistades, mi trabajo, mi manera de ganarme la vida, mi mujer... Todo ha tenido que ver con la radio siempre.
P.Ha estado en varias cadenas y ha hecho varios programas. ¿Cuál le ha llenado más como persona?
R.Sin duda, Gomaespuma. Gomaespuma ha sido la cadena vertebral o la espina dorsal de mi trayectoria profesional y personal también. Con Gomaespuma he conseguido lo poco o lo mucho que pueda haber conseguido en la vida.
P.¿Cómo nace esa idea?
R.Nace de una manera muy espontánea. Nosotros jamás nos sentamos en una mesa o en un sillón a pensar a ver qué podemos hacer, que sea original, que sea diferente. De repente, la vida nos puso delante de un micrófono y empezamos a hacer lo mismo que hacíamos en el bar de la facultad, que era una radio completamente diferente, con humor, en la que realmente al principio lo único que pretendíamos era pasarlo bien nosotros mismos. Y si lo pasaba alguien bien escuchándonos, pues estupendo, pero no era nuestra intención. Nosotros lo que queríamos era pasarlo bien nosotros. Surgió de una manera muy espontánea. Yo creo que la originalidad, cuando lo es de verdad, no es una cosa estudiada, en general, en la vida. El que tiene personalidad la tiene porque la tiene. Luego ya, evidentemente, el trabajo hace que esa personalidad cobre mayor o menor relevancia y sea más meritoria o menos meritoria, pero quien es original, es original. No creo que la originalidad esté basada solo en el trabajo y en el estudio. Yo creo que la creatividad es mucho más espontánea. Es igual en el arte, por ejemplo, con la guitarra: puedes estudiar muchísimo, tener una técnica impresionante, pero Paco de Lucía hay uno, que no solamente era técnica. La técnica se adquiere con el trabajo, pero la originalidad, lo que te diferencia de los demás, eso yo creo que es más espontáneo.
P.Claro. ¿A usted siempre le gustó el humor?
R.Sí, siempre he tenido el humor muy presente en mi vida, no solamente en mi trabajo, sino en mi manera de ser y en mi manera de relacionarme con los demás. Eso no significa que sea una persona frívola, no lo soy en absoluto. El humor no frivoliza, todo lo contrario; yo creo que es una disciplina profesional, si hablamos del tema profesional, tan digna como cualquier otra y además es un vehículo muy interesante para contar cosas. Como vehículo narrativo es maravilloso. El humor siempre ha servido para contar cosas y ha hecho muchas veces de navaja en la mantequilla. También en la época de las dictaduras, cuando había censura, el humor era uno de los instrumentos con el que los creadores utilizaban para meter mensajes y para contar cosas que de otra manera habría sido imposible. El humor es una disciplina muy efectiva. En este país, el humor no está considerado como, por ejemplo, lo está en los países anglosajones.
P.¿Cómo hacían Gomaespuma? ¿Cómo eran esos momentos de reunión para los guiones o el proceso creativo?
R.Ha tenido muchísimos momentos diferentes, pero Guillermo (Fesser) y yo jamás en la vida hemos llevado un guion. Siempre hemos ido improvisando. Hemos improvisado todo. Para improvisar y no hacer el ridículo, lo que sí que tienes que tener es una red, y esa red se llama cultura. Tienes que tener un colchón cultural suficiente como para saber que no vas a hacer el tonto, que no vas a hacer el ridículo. Nosotros jamás hemos llevado un guion. Otra cosa es que nos preparáramos, por ejemplo, las entrevistas. Si íbamos a entrevistar a un escritor, te aseguro que el libro nos lo habíamos leído. Y si no éramos nosotros, alguien del equipo seguro, y nos había preparado una documentación importante. Si íbamos a entrevistar a un director de cine, la película la habíamos visto. O una obra de teatro o si íbamos a un viaje. Por ejemplo, a la guerra, que es uno de los premios Ondas que nos dieron. Fue por la cobertura que hicimos en la guerra de Kosovo. Previamente nos habíamos empapado de toda la problemática de la zona y nos habíamos preparado para hacer esos programas, pero nunca hemos evitado un guion. Es oficio también, empezamos improvisando y luego eso se hizo un poco nuestro modus operandi.
P.Ha nombrado uno de los Ondas que ha recibido, además de muchos otros premios. ¿Qué siente cuando le dan un reconocimiento?
R.Depende de qué premio sea. Evidentemente, todos son bienvenidos y muestro agradecimiento, pero, especialmente, creo que son más bonitos los que vienen de la profesión, los que te han dado tus propios compañeros. Yo creo que esos premios te llenan más.
P.¿Cómo, desde su punto de vista, ha evolucionado el periodismo? ¿Cómo lo ve ahora respecto a cuando empezó?
R.Lo veo completamente diferente porque ha habido un tsunami que ha sido lo que han supuesto las redes sociales. Las redes sociales y los medios digitales. Al final, el periodismo es el mismo. Lo único que yo creo que los medios digitales, por un lado, han democratizado quizá más la comunicación porque llega más gente, pero también han sido un coladero de noticias falsas y de mucho aprovechado. Y eso tampoco ha hecho bien. Y luego las redes sociales lo que hacen es abrir canales para decir cosas a gente que no tiene nada que ver. Y eso también es muy peligroso.
P.¿Qué opina sobre que se diga que cualquiera que tenga internet, relacionado con lo que comenta, puede ser periodista?
R.El tener harina, levadura, agua y sal no te hace panadero. Eso es como decir que el que tenga un ordenador es escritor. Pues no, tienes el ordenador para escribir. Y de ahí a que sepas escribir, y tengas algo que contar, no tiene nada que ver.
P.En este sentido, ¿qué piensa sobre la situación actual de los medios de comunicación hoy en día?
R.Creo que está muy precarizada la profesión. Concretamente, desde la crisis del 2008, la profesión del periodista se precarizó. Ya ni siquiera el periodista, el comunicador se ha precarizado muchísimo. Y muchos medios de comunicación, además, que hacen de altavoz para la crítica sobre esta realidad, ellos mismos en sus propias redacciones y en sus propias empresas tienen a muchísimo personal precarizado. Es horrible.
P.Ahora hemos hablando del presente y damos un salto hacia el futuro. ¿Qué deriva cree que va a tener todo esto?
R.No soy adivino, no lo sé, y además me da bastante miedo porque creo que el poder, y cuando hablo del poder también hablo de la comunicación, cada vez está en menos manos y esas manos cada vez pertenecen a menos gente. Con lo cual es un poquito peligroso.
P.Aparte de comunicador y periodista, también tiene una faceta de escritor. ¿Cómo se lanzó a escribir?
R. A mí lo que me gustaba era escribir. Yo realmente estudié periodismo porque lo que me gustaba era escribir. Ya desde muy pequeño escribía cuentos, poesía y, como todos los adolescentes, malísima, pero escribía poesía y leía poesía, y escribir siempre me gustó mucho. Nunca había dado el paso a publicar en solitario, sí que había publicado con Gomaespuma algunos libros ligeros de humor, que estaban muy bien, pero nunca me había atrevido a publicar novela o a publicar ensayo. Hasta que de repente conocí a Dulce Chacón, nos hicimos muy amigos, y ella fue la que me convenció para que publicara mi primera novela, que se llama Hincaito, y ella fue mi madrina, la que me animó. A partir de ahí, he publicado cinco novelas, un libro sobre los barrios en Madrid, una biografía... He publicado mucho. El año pasado quedé finalista de un premio importante, ahora estoy con otra novela. No he parado de escribir y creo que además terminaré mi carrera escribiendo. Es lo que me gustaría al menos. El periodismo, si no es de investigación o de opinión, es una narrativa diferente, basada además en la inmediatez, en el momento, y la novela o la literatura exige otro camino. Es más de reflexión, de trabajo, más íntimo. Trabajo en soledad. No tiene nada que ver todo eso, es una cosa bastante diferente.
P.Ahora que ha hablado de inmediatez, como comunicador habrá experimentado que todo lo queremos ya, que ha cambiado mucho el consumo.
R.Sí, pero no solamente en el periodismo, en todo, en general. Una cosa es exigir la inmediatez en el periodismo, que eso está bien, porque la noticia tiene que ser actual y tiene que vivir el momento y contar lo que está pasando en el momento. Otra cosa es el consumo rápido en general de la cultura, el consumo superficial de la creación y del periodismo. Conozco ya a muy poca gente joven que se lea un artículo de fondo. De hecho, no conozco a ninguno, que los habrá, pero yo creo que una de las cosas malas que han traído las redes sociales para mí es que nos están quitando esa capacidad de reflexión que te da precisamente el leer cosas más profundas, el profundizar más en los temas, el informarte más, el tener más noción de las cosas. Para eso tienes que utilizar tiempo y tienes que adentrarte más en los temas. Las redes sociales nos están empujando a quedarnos en el titular y, sobre todo, a no investigar o a no saber siquiera quién ha dado ese titular. Ese es el peligro. Esa inmediatez y esa superficialidad se está llevando también a otros campos como es la literatura. En la literatura, ahora mismo, todo tienen que ser frases cortas. La gran mayoría de los libros están divididos en capítulos, aunque la narración no lo exija. Básicamente te exigen las editoriales que dividas la narración en capítulos y, al ser posible, cortos. Está cambiando la manera de leer también. Por lo tanto, está cambiando la manera de escribir. Y luego está el cáncer de los algoritmos. Yo creo que eso es terrible porque no te dejan. Te están enviando y bombardeando constantemente con cosas que saben o intuyen que a ti te gustan porque se basan en lo que tú has consumido previamente. Lo que hacen es no dejarte investigar otros aspectos, otros campos, otras creatividades, otros ámbitos, porque te están bombardeando constantemente con lo que ellos creen o el algoritmo cree que tú quieres consumir. Y entonces, si tú te quedas ahí, te va a empobrecer tu capacidad cultural, tu capacidad de conocimiento.
P.Ya que está dentro del mundo cultural, y lo ha nombrado varias veces a lo largo de la entrevista, ¿piensa que la cultura está rezagada a un segundo plano en cuanto a inversión?
R.Evidentemente hay una falta de apoyo a la cultura en este país, pero no solamente a la cultura. Aquí todo lo que no sean bares sufre. Quien fuera nos designó el papel de los camareros de Europa o del mundo y nos lo creímos. Si tú quieres ser un científico en este país, prepárate a malvivir. Si quieres ser un escritor en este país, prepárate a malvivir. Si quieres ser un guionista en este país, prepárate a malvivir. Aquí lo que se apoya es el turismo y determinada industria, pero todo lo que es cultura o ciencia, olvídate. Te estás condenado a la precariedad y al tener que buscarte la vida de una manera, para mí, absolutamente injusta. El mundo de la música o el mundo del teatro y de los actores, alucinas. Nos creemos que todos son Penélope Cruz o que todos son Julio Iglesias. Aquí la gran mayoría de los actores, actrices y la gran mayoría de los cantantes, o músicos en general, sean del género que sean, malviven. Es muy triste. Y no te digo nada del mundo científico.
P.Hace no mucho hubo un debate del comunicador frente al periodista, por ejemplo, con el caso de Ibai Llanos. No sé qué opina usted de este tema.
R.No tengo criterio porque no lo he visto nunca. El periodismo deportivo no me interesa. Y el caso de Ibai no lo he visto jamás. Ibai pertenece a ese nuevo universo de los influencers, hace entrevistas, pero realmente no sé lo que hace. No tengo ni idea. Sé que es youtuber, es un comunicador. Así que para ser periodista, para ser comunicador, lo de la carrera de periodismo no vale para. La carrera como está concebida no vale para nada. Te da una mínima preparación humanística, pero luego lo que te da la profesión, te lo da el trabajo y te lo da el día a día, te lo da la experiencia. La carrera de periodismo está absolutamente mal enfocada y yo creo que no sirve para nada, por lo menos cuando yo la estudié. Ahora no lo sé.
P.¿En qué se encuentra ahora? ¿Qué proyectos tiene?
R.Antes tenía la radio y extras y ahora solo tengo extras, pero muchos. Hago muchísimas cosas. Ahora estoy haciendo un podcast para la Fundación Biodiversidad. También monté una empresita, una pequeña productora, y hago temas de publicidad, branded content. Estoy con una novela nueva, hago colaboraciones en prensa, en radio, en televisión de vez en cuando cuando me llaman. No te puedo decir una cosa concreta, estoy en 40.000 cosas. La verdad es que no paro.
P.¿Cómo le da tiempo para todo?
R.Estoy acostumbrado toda mi vida a hacer cosas muy diferentes al mismo tiempo. Soy capaz de estar una mañana escribiendo unos guiones para un podcast y a la media hora acabar eso y empezar a diseñar una presentación de un evento. Toda la vida he sido así. No me cuesta ningún trabajo cambiar de rol. Tengo la cabeza organizada así. Hago muchas cosas distintas al cabo del día.
P.Para acabar, me gustaría que dejase una pequeña reflexión sobre lo que ha aprendido a lo largo de toda su trayectoria profesional.
R.Una cosa que he aprendido a lo largo de mi trayectoria profesional es que hay que me ha interesado siempre mucho más la gente que importa que la gente importante. Para ser importante no hace falta ser ni famoso, ni tener un cargo, ni ser un representante. Muchas veces en la vida la gente que de verdad marca y la gente que de verdad hace que avancemos hacia un lado o hacia otro son gente anónima, gente que jamás pensarías que podían influir en la vida. La gente que importa es mucho más interesante. La gente que importa mucho más que la gente importante.
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