Ferraz muestra su debilidad al retrasar el congreso del PSOE

La dirección socialista de Ferraz ha accedido, tal como le pedían algunos de los barones, a retrasar el congreso donde se debe elegir el nuevo líder del partido. La primera intención de Pedro Sánchez era la de fijarlo para el 21 y el 22 de mayo, una fecha que habría perjudicado la presentación de una candidatura alternativa de los críticos. Sin embargo, la intención expresa de algunos de éstos de competir con Pedro Sánchez, aunque fuese a finales de mayo, ha hecho su efecto. Fueran de farol o no, lo cierto es que Ferraz ha vuelto a transigir respecto al cónclave al no encontrar un apoyo mayoritario en buena parte de las federaciones territoriales. De este modo, la dirección ha propuesto posponer el congreso "hasta la formación del Gobierno". Una vez que España cuente con un Ejecutivo, sea ahora en mayo o después del 26 de junio, Sánchez tendrá que enfrentarse en un congreso a otra persona, y ésa puede ser Susana Díaz, a quien los críticos siguen señalando como una alternativa viable. El congreso podría retrasarse hasta septiembre.

El PSOE andaluz se ha mantenido en la postura de no pronunciarse sobre la fecha, pero su secretario de Organización, Juan Cornejo, se manifestó ayer con mayor claridad sobre la posible candidatura de Susana Díaz. Aunque aseguró que las informaciones sobre ello son "especulaciones", admitió que "el runrún existe, aunque ella no haya dicho si tiene intención de presentarse o no" y, además, ve "lógico" que algunos piensen en Susana Díaz porque es la líder de la mayor federación. En el PSOE se da por seguro que la presidenta sí dará el paso esta vez.

Hasta la semana pasada, Ferraz insistía en que sí o sí habría congreso en mayo, tal como había votado el comité federal. El calendario le era muy favorable a Sánchez, ya que los posibles contrincantes sólo disponían de dos semanas para presentar sus candidaturas. Éstas debían revelarse del 11 al 15 de abril. Pero, además, la decisión entrañaba un serio riesgo para los contrincantes, ya que para entonces aún no se sabría si Sánchez podía llegar a un acuerdo de Gobierno. La explicación de la dirección de Ferraz es que todas las federaciones querían el cambio, excepto Andalucía que no se había pronunciado. No es ésa la versión de los críticos, que sostienen que, junto a los andaluces, tampoco se manifestaron los valencianos, los aragoneses y los asturianos. Otras posturas eran más tibias, pero ninguna se aferraba a mayo. Con independencia de sus alineamientos, algunos barones opinaban que era un contratiempo ir a un congreso federal en mayo cuando en junio podía haber elecciones. Los críticos suponen que Sánchez no ha encontrado suficientes apoyos para ir a un congreso seguro en el mes de mayo. Lo que sí debe convocar el PSOE son las primarias para elegir al candidato a la Moncloa si hay repetición de los comicios el 26 de junio.

La Ejecutiva socialista se reúne esta mañana y el sábado citará a su comité federal, que es el órgano encargado de fijar las fechas. El secretario de Organización del PSOE, César Luena, habló por la mañana con Juan Cornejo, pero éste se mantuvo en su posición de no pronunciarse. "Nunca seremos un obstáculo, pero vamos a esperar a que nos den las razones y explicaciones del traslado del congreso", explicó Cornejo. Aunque a la dirección andaluza le conviene el retraso, han conseguido su objetivo con el silencio público. Esto ya dice mucho de las opciones reales que puede tener Susana Díaz si, finalmente, y tal como parece, presenta su candidatura a la Secretaría General del PSOE. En el caso que así fuese y que resultase elegida, la presidenta podría mantener ambos cargos, el público y el orgánico, pero no por demasiado tiempo. Lo que sí causó extrañeza en el PSOE andaluz es que el congreso se haya pospuesto sin fecha.

Los socialistas debían de haber celebrado el cónclave este mes, a los cuatro años de la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba, en el 38º congreso, que se celebró en Sevilla. Sin embargo, la posibilidad de que Sánchez hubiese formado un Ejecutivo obligó tras varias tribulaciones de índole interno a retrasar la fecha.