Llarena reactiva las euroórdenes contra los tres ex ‘consellers’ prófugos

Madrid / Edimburgo/La ex consellera Clara Ponsatí, reclamada por la Justicia española en relación con el proceso independentista de 2017 en Cataluña, se entregará este jueves a la Policía escocesa, después de que se haya reactivado la euroorden de detención por un delito de sedición.

Así lo ha confirmado a Efe su abogado, Aamer Anwar, quien señaló que Ponsatí acudirá a las 10:30 hora GMT a la misma comisaría del centro de Edimburgo en la que se puso en manos de las autoridades en marzo de 2018, tras la primera orden de detención.

El juez del Supremo Pablo Llarena ha dictado este martes nuevas órdenes europeas e internacionales de detención y entrega contra los ex consellers prófugos Toni Comín y Clara, Ponsatí por sedición, y contra Lluis Puig por malversación.

En Escocia no hay sedición

El abogado de Ponsatí ha asegurado que en el ordenamiento jurídico escocés "no existe el delito de sedición", pero que será "tarea de los tribunales decidir si existe un equivalente".

Ha destacado que Ponsatí "se declara inocente" y que se "defenderá con firmeza del cargo que le atribuyen las autoridades españolas", ya que de ser "extraditada y condenada" se podría enfrentar "a una sentencia de hasta 15 años".

En un comunicado, el equipo legal liderado por Anwar señaló que Ponsatí "solo enfrenta la acusación de sedición, que ella refuta por completo", de modo que la defensa argumentará que "no hay garantías del derecho a un juicio justo en España, donde la mayoría de los miembros del Gobierno catalán ya están en prisión o en el exilio".

"Clara cree que la acusación es parte de 'un enjuiciamiento motivado políticamente' y afirma que su extradición sería injusta e incompatible con sus derechos humanos", añadió.

Llarena decidió reactivar la euroorden de detención tras la petición que la fiscalía hizo el 31 de octubre, a raíz de la sentencia del procés procésque condenó a los líderes independentistas a penas de hasta trece años de cárcel.

En julio de 2018, después que la justicia española desestimara la entrega del expresidente catalán Carles Puigdemont desde Alemania, se retiraron todas las órdenes europeas de detención que pesaban sobre los antiguos cargos de su gobierno, por lo que el juicio de Ponsatí se suspendió y quedó en libertad sin cargos.