El PSOE recurre a Felipe González para impulsar a Rubalcaba
El ex presidente del Gobierno se pone a disposición del candidato para ayudarle a levantar las encuestas en el acto que abre la conferencia política de los socialistas.
Madrid/El Partido Socialista echó mano de la artillería pesada en su intento por dar la vuelta a unas encuestas que anticipan una derrota de Alfredo Pérez Rubalcaba, su candidato en las elecciones generales del 20 de noviembre .
El ex presidente del gobierno Felipe González apareció en la tarde del viernes por sorpresa en la inauguración, en Madrid, de la conferencia política de la que el domingo saldrán las bases del programa electoral de Rubalcaba. "Desde luego eres mi candidato", dijo en la primera ocasión en casi diez años en la que intervino ante la dirigencia del partido en un cónclave socialista. "Estoy a tu órdenes, desde antes de ayer y hasta el 20 (de noviembre) y después, a tus órdenes para lo que quieras como un militante del partido", manifestó González en el auditorio del Palacio Municipal de Congresos de Madrid, que los socialistas llenaron bajo el lema "Ideas de verdad".
La aparición de González, bajo cuya presidencia del gobierno ya fue ministro Rubalcaba, supone un espaldarazo para el candidato. Sobre todo teniendo en cuenta que el ex presidente ha manifestado en el pasado algunas críticas a la gestión del Ejecutivo en el que Rubalcaba ocupó hasta hace dos meses los cargos de vicepresidente y ministro del Interior. Y confirma la implicación de González en la campaña electoral que arrancará el 4 de noviembre.
El PSOE trata con esta conferencia política de dar un nuevo impulso público a Rubalcaba -que en los comicios de noviembre sucede a José Luis Rodríguez Zapatero como candidato- e intenta marcar las diferencias con el PP de Rajoy en sus soluciones para la crisis económica, una crisis que ha hundido al PSOE en las encuestas.
Según algunos sondeos, el PP no sólo podría obtener mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, sino lograr el mejor resultado de su historia, por encima incluso del que José María Aznar consiguió en el año 2000.
"No quiero que (el PSOE) se sienta derrotado, sino triunfador", dijo González. "Yo personalmente he vivido situaciones como ésta, por eso no quiero hablar de las encuestas", manifestó, recordando su última victoria electoral, en 1993, cuando los sondeos daban por ganadas las elecciones al PP, entonces conducido por Aznar. "Y en el 96 íbamos 14 puntos abajo y nos faltó un telediario (para ganar los comicios)". Por eso, el histórico líder socialista instó a la acción. "Ahora necesitamos una movilización inmediata, a la ofensiva", dijo en una intervención que precedió a la de Zapatero, llamada inicialmente a ser la alocución estrella de la inauguración del cónclave.
El jefe del gobierno español y secretario general del PSOE dedicó por su parte su discurso a ensalzar la figura de Rubalcaba y a tratar también, como hizo González, de insuflar a los socialistas confianza en que las encuestas pueden darse la vuelta el día de los comicios. "Ya te dije una vez que eres un gran sprinter", dijo Zapatero a Rubalcaba. "Sé que conservas las cualidades, sé que tienes muchas ganas de ganar, y todos los que estamos aquí tenemos ganas de verte como presidente de España".
La intervención de Zapatero tuvo tintes de despedida. Dio varias veces las gracias a su partido y justificó su gestión "más allá de los errores cometidos". Y en su penúltimo discurso ante los cuadros socialistas -el último será en el congreso que elegirá nuevo secretario general tras los comicios-, Zapatero ensalzó la gestión de Rubalcaba en el gobierno. "Ha recortado a ETA para que esté agónica como está en estos momentos", dijo sobre el ex ministro del Interior.
La gestión de la crisis que ha hecho el gobierno, con recortes del gasto social incluidos en una serie de impopulares reformas y medidas, han hundido al PSOE. "El futuro dirá que gracias a esas medidas evitamos una situación muy grave para España", dijo Zapatero. El partido ya perdió casi todo su poder territorial en los comicios municipales y autonómicos del pasado mayo.
Con ese panorama, Rubalcaba tiene ahora el reto de convencer a los españoles de que él y el PSOE pueden aún sacar a España de la situación en la que se encuentra, con casi cinco millones de desempleados, algo más del 20 por ciento de la población activa, y unas perspectivas de crecimiento económico del 1,3 por ciento para este año que instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea ponen en duda. Desde su proclamación como candidato en julio, ha echado mano del ideario clásico socialdemócrata y ha defendido medidas como un impuesto sobre las grandes fortunas y uno a la banca. El PSOE "tiene las respuestas a la crisis y no la tiene la derecha", aseguró Felipe González. "La respuesta es socialdemócrata y europeísta", dijo.
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