Antonio Hernández Rodicio
'Borraxeira' política
La Policía Nacional y Municipal ha blindado de nuevo la Puerta del Sol de Madrid y el Congreso de los Diputados para evitar que los indignados tomaran la plaza en una nueva marcha por el centro de Madrid.
Cientos de indignados han marchado desde Atocha, tal y como se aprobó en una asamblea celebrada en la plaza Jacinto Benavente, hasta la calle Preciados, una de las vías principales de acceso a Sol. Al encontrarse con el dispositivo policial, los indignados han protagonizado una sentada con las manos en la nuca.
Otro grupo menos numeroso ha intentado acceder, también sin éxito, a la Puerta del Sol desde la calle Mayor. No obstante, el grueso de los manifestantes se concentró en Preciados, donde llegaron a montar una tienda de campaña frente al cordón policial. Posteriormente, una decena de indignados lanzó aviones realizados con papeles sobre los agentes.
Los policías han recibido también la orden de que no dejen pasar a los manifestantes del movimiento 15-M intentando no emplear medios antidisturbios ni pelotas de goma, así como evitar detenciones. Así, desde las 18:00 agentes de la Unidad de Intervención Policial, algunos llegados expresamente desde Valencia, La Coruña y Valladolid, están desplegando el dispositivo de seguridad completo. Por su parte, fuentes de la Delegación de Gobierno en Madrid han señalado que se ha establecido criterios de seguridad con carácter general "que se irán concretando según las circunstancias que se vayan dando para garantizar la seguridad ciudadana".
Amplio dispositivo durante todo el día
Desde primeras horas de la mañana la presencia policial en la zona ha sido intensa. Una veintena de furgones de la Policía Nacional y Municipal han aparcado en Sol y unos 50 agentes han trabajado en sus inmediaciones.
Durante todo el día, mientras varios agentes han paseado por toda la plaza, otros han permanecido apostados en las calles de acceso, donde tenían preparadas decenas de vallas azules. De hecho, han utilizado la malla de vallas que protegía desde el pasado 15 de mayo la puerta principal de la Casa de Correos, sede del Gobierno regional. Así, por primera vez desde entonces se ha podido pasear por ese pasillo.
Especialmente vigiladas han sido las entradas al kilómetro cero de Madrid de las calles Correo, Carrera de San Jerónimo y Carretas. Los policías decidieron este mediodía cerrarla al tráfico de vehículos, en previsión precisamente de que los indignados decidieran marchar hacia Sol.
De momento, los taxis y autobuses siguen circulando normalmente por la zona, pero a partir de las 20:00 los autobuses municipales pueden sufrir cambios de recorrido. Además, desde las 18:00 los trenes de Cercanías y Metro de Madrid ya no paran en la estación de Sol.
Estos inconvenientes han provocado que la Puerta del Sol madrileña no haya recuperado el bullicio ciudadano que le caracteriza. En este sentido, han sido menos las personas -la mayoría turistas- que pasean por su interior. Sin embargo, las cercanas calles de Montera, Preciados y Mayor sí presentan la concurrencia habitual.
Mientras, en la Plaza Mayor, lugar donde los indignados intentaron sin éxito convertirla en el nuevo punto de información de la acampada tras el desalojo y posterior bloqueo policial de Sol, un furgón de la Policía Nacional controla la situación. Además, el interior de la céntrica plaza se encuentra vallada para facilitar las labores de desmontaje del escenario del reciente concierto de Barenboim.
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