Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
Sevilla/España es el único de los grandes Estados de la UE, con una representación de más de 35 escaños, que ha no traspuesto una directiva europea, vigente desde 2018, para imponer umbrales mínimos para que una fuerza política obtenga representación.
La norma obligaba a cuatro países –Alemania, Francia, España y Polonia–, ya que Italia, que también supera ese número de diputados, elige a los representantes de la Eurocámara en tres circunscripciones, y ninguna de ellas rebasa los 35 escaños.
La norma no entró en vigor en las elecciones de mayo de 2019, por su cercanía, pero los demás países la han aplicado en los comicios celebrados el pasado fin de semana, salvo España.
La razón es que, el Gobierno de Pedro Sánchez ha evitado trasponer la norma porque sus socios nacionalistas se habrían quedado sin representación el pasado domingo. Tan es así, que era uno de los acuerdos suscritos con el PNV para que los vascos apoyasen la investidura de noviembre.
No es baladí este acuerdo. Porque el PNV es entre sus socios el más beneficiado porque no se aplicase ningún umbral.
La norma europea –Decisión (UE, Euratom) 2018/994 del Consejo–, prevé, en su artículo tercero apartado segundo, que “los Estados miembros en los que se utilice el sistema de votación de listas establecerán un umbral mínimo para la atribución de escaños en las circunscripciones que cuenten con más de 35 escaños”. “Dicho umbral”, añade el texto legal, “no será inferior al 2% ni superior al 5% de los votos válidos emitidos en la circunscripción de que se trate, incluido un Estado miembro de circunscripción única”.
España concurre con una circunscripción única de 61 diputados (en 2019 era de 54, a lo que se sumaron otros cinco escaños al distribuirse los escaños liberados por Reino Unido tras el Bréxit), por lo que estaba obligada seis años después a aplicar estos umbrales, pero el Gobierno actual de PSOE y Sumar, optó por no aplicarlo porque afectaría directamente a partidos que hacen posible su mayoría alternativa al partido más votado en España en julio pasado, el PP.
Francia y Polonia, que sí han aplicado los umbrales, al tener circunscripción única, optaron por limitar la representación a aquellos partidos que obtuviesen al menos el 5% del voto emitido válido.
Con ese umbral, el más lógico para el tamaño y el número de escaños que reparte España, el pasado domingo sólo habrían obtenido escaño PP con 28 escaños, PSOE con 25 y Vox 8. Ni ERC, Bildu y BNG, ni Junts, ni PNV tendrían eurodiputados. Tampoco sus socios de investidura a su izquierda, Sumar y Podemos. Y un fenómeno como el de Se Acabó la Fiesta tampoco habría entrado, ni el activista Luis Alvise Pérez tendría asegurado el fuero que reconoció que buscaba para “denunciar la corrupción”, según sus propias manifestaciones en el canal de Telegram con el que se comunica con sus seguidores.
Con un umbral del 4%, el resultado sí habría permitido entrar a la candidatura conjunta de ERC y BNG –Ahora Repúblicas– con 3 escaños, al igual que a Sumar y Se acabó la fiesta. Eso reduciría la representación del PP a 24, la del PSOE a 21 y la de Vox a 7.
Bajar el listón hasta el 3% –que es el que hay en cada provincia para obtener escaño al Congreso–, incorporaría a Podemos con 2 escaños, que se habrían restado a PP y Vox.
Si el umbral elegido hubiese sido el mínimo, del 2%, Junts+ se aseguraba el mismo escaño obtenido el domingo, que respecto al anterior umbral restaría un eurodiputado al PSOE, quedando en 20.
La Coalición por una Europa Solidaria (que integran PNV y Coalición Canaria) tampoco habría entrado y sólo ha obtenido el escaño porque el Gobierno de Sánchez no aplicado la norma europea.
Los umbrales, además, demuestran, que con el voto movilizado, la distancia en escaños entre PP y PSOE habría sido igual o como máximo de tres escaños, lo que pone de manifiesto que es más relevante en la victoria del PP los cuatro puntos porcentuales que obtuvo en las urnas sobre los socialistas que los dos escaños de ventaja que se eligieron.
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