Sergio Pascual cae por la rivalidad entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón
El hasta ahora secretario de Organización estaba enfrentado a Teresa Rodríguez.
Noche de cuchillos largos en Podemos, golpe de Pablo Iglesias a Íñigo Errejón en el rostro del sevillano Sergio Pascual. Al filo de la medianoche, Podemos hizo público un comunicado por el que se anunciaba que Iglesias había decidido destituir a su secretario de Organización, Sergio Pascual. Las funciones serán asumidas por el propio Iglesias en lo que parece un gesto más de cesarismo por el líder de un partido que se había definido como asambleario y horizontal. La razón no es otra que la cercanía de Pascual a Íñigo Errejón, y el papel que ambos han tenido durante la crisis de Podemos en Madrid. En esta comunidad, hasta diez cargos del partido, todos cercanos a Errejón, dimitieron para forzar, a su vez, la salida del secretario regional, Luis Alegre. Las dimisiones se entendieron como un órdago a Iglesias para que no siguiese sosteniendo a Alegre. Pero días después, Iglesias ha reaccionado, no ha destituido a Errejón, pero sí a su hombre de confianza. El líder de Podemos envió ayer una carta a los militantes en los que acusaba a los dimisionarios de haber emprendido sus acciones en los peores momentos, justo cuando se andaba negociando el Gobierno con Pedro Sánchez y cuando, en su opinión, el PSOE había lanzado una suerte de guerra sucia contra su partido al airear divisiones internas. Al final, sin embargo, Iglesias ha venido a darle la razón: en Podemos hay marejada de fondo.
Los propios términos del comunicado de destitución son muy duros: "Los últimos acontecimientos dan muestra de una gestión deficiente cuyas consecuencias han dañado gravemente a Podemos". Sergio Pascual estaba en la dirección desde los inicios de la organización, era el hombre de Andalucía en el partido. Con el tiempo, este antiguo trabajador de la Junta que fue costalero de los Estudiantes en Sevilla y que se había destacado por cierta moderación se convirtió en el número tres del partido. Se sentaba en la bancada principal de los morados en el Congreso. Pascual estaba enfrentado con la líder andaluza Teresa Rodríguez, que como él procedía de Izquierda Anticapitalista, aunque había virado hacia la socialdemocracia. Como Errejón. Teresa Rodríguez apenas coincidía en actos políticos con Pascual y Errejón, con quienes había disentido a la hora de designar los cabezas de listas en las provincias.
Sergio Pascual fue el número uno de Sevilla en las pasadas elecciones, y de momento mantendrá su escaño, aunque no su puesto en el partido. Con esta decisión, Pablo Iglesias entrega esta pieza del errejonismo a Anticapitalistas. Teresa Rodríguez sale fortalecida del choque de trenes, aunque no ha intervenido en esta crisis. Lo que sí parecía es que Errejón iba colocando personas de su confianza en todas las provincias andaluzas, lo que en un futuro se traduciría en una merma del poder de Rodríguez.
Anticapitalistas había elogiado la última intervención de Pablo Iglesias en el Congreso, cuando recuperó la retórica del 15-M e hizo alusiones a algunos iconos de la izquierda radical como el subcomandante Marcos. Ahora, da un paso más en este giro hacia la izquierda -tan normal, por otra parte, en un líder pendular- y se enfrenta con quienes representaban la centralidad en el partido. A partir de ahora, los mensajes fraternales e, incluso, amorosos, con los que Iglesias y Errejón trataban de desmentir sus desavenencias no podrán tapar la brecha abierta entre dos modelos de partido.
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