Más de cien reproches

primeros pasos del gobierno del pp (y II) La oposición recela del fondo y la forma de las medidas de Rajoy

Poco o nada ven con buenos ojos las demás formaciones de la Cámara, aunque el Gobierno presume de la transigencia de CiU

Alicia López Ruiz (Efe) / Madrid

02 de abril 2012 - 05:05

Más de cien reproches, incluso más de cien mentiras, es el balance que la oposición hace del Gobierno de Mariano Rajoy en sus primeros cien días de mandato, en los que sólo ha recibido el apoyo incondicional de algunos partidos pequeños, como UPN y Foro Asturias, y el "condicionado" de CiU.

Los socialistas tienen claro que en poco más de tres meses el Ejecutivo ha cometido "un gran fraude" a su programa electoral y un "engaño masivo" a los ciudadanos, dice la portavoz de Economía del PSOE en el Congreso, Inmaculada Rodríguez Piñeiro.

Ha "devaluado" los derechos de las personas y sus condiciones de vida con la reforma laboral "más agresiva" de la democracia, la mayor subida de impuestos y una reforma de la ley del aborto que retrotrae a España a las últimas posiciones de la UE, según su opinión.

Una de las cosas que más le preocupa es la política de recortes, que, augura, conducirá a una "depresión mayor" porque no ve viable un ajuste de 32.000 millones de euros este año y otros 40.000 más en 2013 para cumplir el objetivo de déficit del 3 %.

Con reservas, rescataría medidas como la reforma financiera e, incluso, cree "razonable" la limitación de los sueldos de los directivos de empresas públicas y el plan de pago a proveedores.

De "involución democrática" califica este periodo el líder de IU, Cayo Lara. Y en todos los frentes: social, educativo, económico y de derechos civiles, porque la reforma laboral y otras medidas económicas suponen el ataque "más brutal" contra los trabajadores en los últimos 30 años.

Para Lara, el Gobierno paga así la factura que debe a sus lobbies: la banca, la Iglesia -única institución a la que ha salvado de los recortes- y la patronal, a la que ha concedido el "mejor regalo" de todos con la reforma laboral.

No echa por tierra todo lo que ha hecho el Gobierno en este periodo y aprecia algunas medidas como el aumento progresivo del IRPF o el tope retributivo fijado a los banqueros que han recibido ayudas estatales, aunque vistas en su conjunto -avisa- no son tan positivas.

CiU es una de las más condescendientes con estos primeros cien días de Rajoy y apenas tiene reproches para unas medidas económicas que ha apoyado, según justifica su portavoz, Josep Antoni Duran Lleida, para dar una imagen "de seriedad" a los mercados.

Si bien ve con buenos ojos reformas como la laboral o la del sistema financiero, critica no obstante al Gobierno por no impulsar un plan de choque para crear empleo a sabiendas de que la reforma del mercado de trabajo no lo generará a corto plazo.

Tampoco le gusta que no haya sido flexible con el déficit de las comunidades y que no obligue a la banca a inyectar liquidez al sistema productivo.

Y le lanza una advertencia: el futuro respaldo de CiU estará condicionado por el "enfoque" que tengan los presupuestos, ya que, señala, la inversión del Estado en Cataluña se tiene que equiparar en siete años al peso de la economía catalana en el PIB español, según el Estatut.

Precisamente, el hecho de que Rajoy tardase en desvelar sus cuentas y esperara a que se celebraran las elecciones del domingo anterior para hacerlo, es por lo que Josu Erkoreka, del PNV, piensa que los "cien días" no deberían empezar a computar hasta esa fecha.

Erkoreka rechaza de plano la reforma laboral y los recortes iniciales que aprobó el Gobierno, pero es benevolente con la reforma financiera, que ve "bien planteada" aunque desconoce si será suficiente.

Respecto al proceso de paz en Euskadi, valora como "gesto efectivo" que el PP, junto al PSOE, promoviera un documento contra la ilegalización de Amaiur y Bildu que proponía UPyD, algo "impensable" antes de las elecciones del 20-N, y sólo espera que el Gobierno se dé cuenta de la "oportunidad" que tiene ante sí.

La izquierda abertzale tampoco hace concesión alguna al Gobierno. Ni en la gestión de la crisis económica ni en el proceso de paz, aunque el diputado de Amaiur Rafael Larreina admite "algún cambio" en el discurso del PP sobre el País Vasco, pese a no ir acompañado de pasos concretos en favor de la normalización.

De este periodo "de prueba" no salva nada la líder de UPyD, Rosa Díez, quien asegura sentirse "decepcionada" porque Rajoy ha infringido "gravemente" su programa electoral y está llevando a cabo el rescate de la economía "a costa" de los ciudadanos y con la complicidad de los nacionalistas.

Si aplicara a las autonomías la "dieta Dukan" (famoso método de adelgazamiento), evitando las numerosas duplicidades o eliminando las diputaciones, se ahorrarían 60.000 millones de euros al año, una cantidad superior al recorte que se estima necesario para ajustar el déficit (unos 40.000 millones).

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