El DNI, de la cartera al móvil
El Consejo de Ministros aprueba el real decreto que permitirá llevar el carné en una aplicación móvil, aunque aún no se podrá usar para viajar ni para trámites administrativos

Una pequeña cartulina color verde emitida el 13 de enero de 1824 fue el antecedente del DNI que durante casi ocho décadas acompañó a los españoles, desde 1951, relevado en 2006 por el modelo electrónico y que ahora dará paso al nuevo formato digital, con la misma validez que el físico.
Para que el largo viaje de la cartera a la aplicación del móvil sea una realidad, el Consejo de Ministros aprueba este martes un real decreto para la expedición del DNI que podrá llevarse en una aplicación de móvil.
Este DNI digital es un primer paso que permitirá identificarse en España si no se lleva el formato físico, pero de momento no servirá para viajar ni para hacer trámites administrativos, han indicado fuentes policiales.
Hará posible que a través de una aplicación llamada mi DNI tener acceso a este documento y acreditarse ante un agente. Esta aplicación estará conectada con el sistema centralizado de expedición del documento.
Según el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, España será "el primer país del mundo en contar con un documento nacional de identidad en el móvil".
El primer Documento Nacional de Identidad (DNI) nació en 1944. Fue Francisco Franco quien el 2 de marzo de 1944 firmó el decreto de creación del documento de color verde y cuyos precursores eran ya en el siglo XIX las cédulas de seguridad o los pasaportes de identidad.
Sin embargo, la posguerra dilató su proceso de implantación que finalmente arrancó en 1951 en Madrid, Zaragoza y Valencia. En dicho año una mujer, residente en Valencia, tuvo en sus manos el primer DNI en nuestro país.
Este documento llevaba en la parte superior del anverso el águila imperial y la bandera de España, además de dos espacios reservados a la fotografía y la huella dactilar.
Igual que los actuales, contaban con un número personal, universal y permanente hasta que su propietario muriera. El número uno se lo reservó Franco y los dos siguientes, su familia. Desde el 10 pertenecían a la familia real y hasta el 100 se quedaban vacíos.
Ese DNI estuvo vigente hasta 1962, cuando se pasó al color azul, un modelo que tuvo cuatro variaciones. Por ejemplo, en democracia se eliminó el escudo franquista en favor del constitucional.
Los años 90 trajeron la informatización del DNI. Desde 1990 la Fábrica de Moneda y Timbre se encarga del diseño y producción de los nuevos documentos más pequeños. Seis años después se incorporó la fotografía en color.
Ya entrado el nuevo siglo, el DNI se expide bilingüe en Cataluña, Valencia, Baleares, País Vasco y Galicia.
El salto al documento electrónico llegó en 2006. El carné es del tamaño de una tarjeta bancaria y es de policarbonato, por lo que los datos se graban con láser. Incorpora un chip y permite la conexión a servicios telemáticos de un lector de tarjetas conectado al ordenador.
El chip incluye los datos personales digitalizados del titular del documento, la filiación, imagen digitalizada de la fotografía, de la firma manuscrita y plantilla de la impresión dactilar del dedo índice de la mano derecha.
La firma electrónica que se realice a través del nuevo DNI tendrá el mismo valor que la consignada en papel, aunque la activación del chip electrónico es voluntaria y se limita a los mayores de edad.
Mucho antes nació el primer antecedente del actual DNI, una cartulina de color verde de tamaño reducido y bastante rudimentario que se emitió para cumplir la Real Cédula de creación de la Policía General del Reino, dictada por Fernando VII el 13 de enero de 1824.
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