Dietario de España
Antonio Hernández Rodicio
El infierno fiscal y la gloria populista
Madrid/El Gobierno se encamina a cerrar un acuerdo con Junts sobre el traspaso de competencias de inmigración una vez que el mediador internacional entre PSOE y Junts, Francisco Galindo, ha pedido a la formación de Carles Puigdemont que retire la iniciativa para que el presidente Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza.
El acuerdo está “cerca”, según indican a Europa Press fuentes gubernamentales y pasaría por que Junts acceda a retirar esta iniciativa, que esta misma semana se debate en el Congreso de los Diputados y a la que los socialistas se oponen, al señalar que la cuestión de confianza es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno.
El mediador Galindo –que participa en las reuniones en el extranjero entre ambas formaciones desde 2023– envió este sábado un mensaje en el que pide a Junts que retire su proposición no de ley, para no provocar una “ruptura”.
En una nota firmada desde Cartagena de Indias (Colombia) señala que existen diferencias entre las partes y admite que “no se han materializado algunos de los puntos” pactados entre PSOE y Junts, aunque remarca que se han hecho esfuerzos y ha habido avances significativos. El comunicado se produce al día siguiente de la última reunión en Suiza entre ambas formaciones.
El partido de Puigdemont tomará una decisión al respecto este lunes 24 de febrero en la reunión de su ejecutiva y si finalmente acceden a retirarla, evitarían una votación que puede dejar en evidencia que Sánchez no cuenta con la confianza de la mayoría de la Cámara. El secretario general de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Turull, ha señalado este domingo que el mensaje del mediador requiere de un “debate riguroso”.
En el Gobierno, por tanto, hay optimismo ante un acuerdo próximo, que todavía no está cerrado, y tiene como punto clave la cesión de competencias a Cataluña en materia de inmigración. Hasta el momento Junts ha venido exigiendo la cesión integral, incluido el control de fronteras y la capacidad de expulsar a extranjeros el territorio nacional.
Por el contrario, el Ejecutivo central ha dejado claro que el control de fronteras es una competencia estatal, aunque se ha mostrado abierto a incorporar algunos retoques, como por ejemplo aumentar la presencia de Mossos d’Esquadra en puertos y aeropuertos.
En este sentido, las fuentes consultadas apuntan a la presencia tanto de Policía Nacional y de Guardia Civil como de los Mossos d’Esquadra en las tareas mencionadas pero “cada uno dentro de sus competencias”, según remarcan. Con este acuerdo, el Gobierno cumpliría la promesa que hizo a Junts hace un año, cuando pactó la cesión de competencias sobre inmigración a cambio del apoyo al decreto anticrisis, y que todavía, recordemos, no se ha sustanciado.
En el Ejecutivo sostienen que las negociaciones en esta materia han sido “difíciles” y consideran que Cataluña asume un número importante de competencias en esta materia. Por tanto piensan que es un acuerdo satisfactorio para las dos partes.
Así, el último gesto del mediador Galindo --que es la primera vez que se pronuncia desde que empezaron las conversaciones-- parece haber dado el empujón definitivo a una negociación que en el Gobierno veían avanzada desde hace semanas.
De hecho la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aseguró el pasado 4 de febrero que las negociaciones con Junts para que Cataluña asuma las competencias migratorias estaban “bastante avanzadas”. En ese momento dijo además que el compromiso del Ejecutivo es “respetar siempre el paraguas de la Constitución”.
Una vez el pacto quede sellado, debería quedar allanado el camino para aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE), señalan fuentes del Gobierno, que esperan que un acuerdo en estos términos ayude a convencer a Puigdemont para que respalde unas nuevas Cuentas Generales.
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