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Boda a la vista
Hace cinco meses ni en el más insólito de los metaversos nadie habría apostado a que en casa de Isabel Preysler se celebraría la pedida de mano de Tamara Falcó a cargo Íñigo Onieva y el encuentro con su familia. Era el íntimo acto previo a la boda del 8 de julio con la presentación de los familiares.
El padre del novio, Ignacio Onieva, voló desde México y ambas consuegras, Preysler y Carolina Molas, habrán limado asperezas, o al menos habrán encarado con diplomacia el acontecimiento. El padre de Tamara, Carlos Falcó, falleció en la pandemia de 2020 y su recuerdo ha estado muy presente en los discursos de la cena y en el intercambio de regalos de los prometidos. Ignacio Onieva hizo la petición en nombre de su hijo y por parte de la novia hablo su hermano mayor por padre.
La casa de Isabel Preysler en Puerta del Hierro, donde convivió con Miguel Boyer, fue también el domicilio de Mario Vargas Llosa en los últimos ocho antes, de la ruptura de diciembre, y este sábado se vestía de fiesta con el compromiso de Tamara en una celebración íntima con 25 allegados, familia y mejores amigos, 26 incluida la novia anfitriona. Entre los rostros populares, Isabelle Junot, esposa de un primo de la contrayente, Álvaro Falcó, con la que tiene un afectuoso vínculo, como otro primo, Álvaro Castillejo Preysler y su esposa, Cristina Fernández.
Tamara vestía un modelo en tono malva de la diseñadora colombiana Silvia Tcherassi, quien también vistió a Preysler con un modelo azul, ha desvelado la periodista Beatriz Cortázar.
El novio acudía con sus padres y su hermana Alejandra. Por parte de Tamara estaba su hermana Ana Boyer, que cumplía años el sábado y que sopló las velas en una celebración familiar el domingo, con su marido Fernando Verdasco y sus hermanos de padre Xandra y Manuel Falcó (quien pronunció el discurso). No estuvieron los hermanos de Tamara hijos de Julio Iglesias (Chábeli, Enrique y Julio José, que sí están previstos para la boda en El Rincón).
La velada tuvo como introducción musical una violinista aunque la fiesta posterior a la cena tuvo una ambientación musical, con grupo en vivo, contratado por Álvaro Castillejo. La pedida de mano ha sido el preámbulo de las celebraciones nupciales del 8 de julio, enlace cuyo banquete estará a cargo del triestrellado chef vasco Eneko Atxa y los vestidos de la novia los prepara otra firma vasca, Sophie et Volià. La lista de regalos está a disposición de los invitados en A-Típica, una compañía especializada en organizaciones de boda,
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