Las diseñadoras descartadas por Tamara Falcó critican duramente su vestido nupcial
Polémica añadida
La firma vasca 'Sophie et Voilà' resalta que sus propuestas de atelier son personales y exclusivas
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El vestido nupcial de Tamara Falcó, clásico, de inspiración medieval, y con bordados en plata y cristal en frontal y bajos, ha causado tanto comentarios de admiración como de decepción. Se esperaba más riesgo e innovación por parte de la novia en su opción personal, decisión como para haber rechazado a la firma que había elegido inicialemnte, Sophie et Volià, y entregarse a un encargo exprés con Carolina Herrera y su jefe de diseño, Wes Gordon.
Las diseñadoras vascas que fueron apartadas en su momento criticaron que Tamara Falcó les había pedido expresamente un modelo que copiaba a otro lo que originó un duro encontronazo ya que no estaban dispuestas a seguir unas directrices tan directas que enlazaban con el plagio, tal como expresaron en su queja.
La firma española estaba al quite de lo que sucediera con Tamara y vistas las fotos de la exclusiva de la revista ¡Hola! de esta semana tenían claro que Wes Gordon se habría sometido a ese criterio de una copia más que inspiración, en un trabajo que está lejos de la exigencia y detalle que asumen en sus encargos.
Horas después de la publicación de la revista Sophie et Voilá publicó un post en instagram en el que criticaban el resultado del vestido elegido con la firma Carolina Herrera.
"Un vestido atelier es un diseño absolutamente personal y exclusivo creado especialmente para ti. Los vestidos realizados en este espacio mantienen la esencia de Sophie et Voilà. Están confeccionados con los tejidos más exquisitos siguiendo el proceso más artesanal y son ajustados personalmente por nuestra diseñadora en nuestro atelier de Bilbao", ha expresado la compañía artesanal en una polémica que le permite al menos un presitigio indirecto.
La polémica del vestido nupcial, encargando un nuevo modelo cuando apenas faltaba mes y medio para la ceremonia fue uno de esos contratiempos que parecían gafar esta boda que finalmente en su celebración no vivió ninguna anécdota desagradable, aunque la cuenta atrás fue tumultuosa.
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