Froilán y su vida en Abu Dhabi junto a su abuelo, don Juan Carlos

Mientras su hermana Victoria Federica está en primer plano, con su participación en El Desafío de Antena 3 y convirtiéndose en efigie del cartel de la feria de San Isidro, su hermano, Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, mantiene un perfil bajo en Emiratos Árabes Unidos, sin volver a dar titulares y al abrigo de su abuelo, don Juan Carlos. De hecho ni siquiera ha aparecido en compromisos familiares, como la boda de Nicolás de Grecia, el pasado viernes en Atenas, a la que asistieron doña Sofía y su hija menor, doña Cristina. Froilán no se mueve de Abu Dhabi, donde tendría previsto continuar con su faceta profesional, vinculada al marketing y la logística. Su madre, doña Elena, ha bregado durante años para que encuentre su sitio y ha sido así en los Emiratos. Sigue una rutina de trabajo, con un máster en una universidad estadounidense, publica la web Vanitatis, que le ha permitido asentarse, afianzando su madurez.

Su estancia cerca de su abuelo en Abu Dhabi está siendo algo complicada, según aprecia su entorno de amigos, asumiendo disciplina, pero a medio plazo le supondrá perfilarse como profesional, el empeño de doña Elena tras la vida dispersa, con demasiadas noches trituradas, en Madrid o en Marbella. En abril del pasado año, con la boda de Martínez Almeida y Teresa Urquijo, aprovechó a lo grande su estancia madrileña.

En Abu Dhabi comparte piso con un amigo, expone la revista Semana, y financia su vida con su trabajo de junior en una empresa en Emiratos, con una línea discreta sin llamar la atención, y sin ostentaciones que podría permitirse con una contribución económica familiar. Froilán está cambiando para bien, como valoran desde su familia, y parece adaptarse muy bien a los rigores de la urbe emiraití.

Parece haberse desligado de su pandilla madrileña de noches extensas, con más de un suceso en el que se había envuelto de manera indirecta. Este perfil en segundo plano, alejado de titulares, le está viniendo bien. Lejos de los focos, lugar iluminado donde su hermana Victoria Federica, asesorada por su padre, Jaime de Marichalar, se encuentra a gusto, convirtiéndose en una figura mediática de relieve. Su presencia en el front row de las pasarelas e imagen de marcas, convierte a la hija de doña Elena en una figura pujante. Un apoyo también para su hermano, que parece encontrarse cómodo en su papel menor y ampliando su formación como directivo.