La intención del jardín de tulipanes que la princesa heredera de Países Bajos ha creado en Madrid

Es un regalo de corazón y con todo el colorido, el afecto de su benefactora a España. La Plaza de Oriente de Madrid, ante el Palacio Real, presenta un jardín de tulipanes donado por la princesa Amalia de Holanda, Amalia de Orange, heredera al trono de los Países Bajos.

Acompañada por el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, la hija de los reyes Guillermo y Máxima, de 21 años, recorrió la extensión multicolor de 7.500 bulbos plantados en noviembre del año pasado como un gesto de gratitud hacia la ciudad que la acogió en el año 2023. La princesa Amalia, amenazada por la Mocro Mafia en su país, encontró en Madrid un refugio seguro donde pudo continuar sus estudios universitarios. El jardín representa un pedazo de su tierra natal floreciendo en el corazón de la capital española, tal como ha querido expresar.

La princesa llegó este lunes a la puerta de Santiago del Palacio Real, donde fue recibida por Almeida con un día apacible, que realzaba el esplendor de los tulipanes plantados, de las variedades Hakuum, Orange Sherpa y Lighting Sun. Ambos descubrieron una placa conmemorativa que reza así: “Muchas gracias por mi tiempo en Madrid. ¡isfruten de los tulipanes”. La princesa, hija de la reina neerlandesa de origen argentino, sorprendió porque se expresa en un magnífico español, mejorado por su estancia discreta en Madrid. Expresó su alegría por volver a la ciudad que considera también su hogar y agradeció el cariño de los madrileños, quienes, en su mayoría desconocían su presencia y tuvieron siempre un gesto de cordialidad.

Tras las amenazas que obligaron a Amalia a abandonar Ámsterdam, los reyes Felipe VI y Letizia facilitaron su residencia en Madrid, un hecho que el rey neerlandés, que conoció a su esposa en la Feria de Abril, destacó como “una conmovedora prueba de amistad” . Los bulbos, cuya inauguración de la plantación estuvo a cargo del alcalde y del embajador neerlandés Roel Nieuwenkamp, han florecido en esta primavera como símbolo de esa conexión especial, transformando un rincón próximo al Teatro Real en un recordatorio vivo de la gratitud de la princesa Amalia y de los lazos entre ambas naciones.

Un bellísimo jardín que no solo aporta un toque de color a la Plaza de Oriente, sino que también cuenta así la historia de hospitalidad con la que ha agradecido en respuesta la futura reina de los Países Bajos.