Jon Cake, el ingeniero de las tartas de queso
Acaba de abrir su tercer local en Barcelona, templos de moda del postre favorito tras la pandemia
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Jon García, conocido en el universo culinario como Jon Cake, es una figura indiscutible en el panorama pastelero de Barcelona, que es como decir la histórica vanguardia de la repostería española. Su devoción casi obsesiva por las tartas de queso es su sello. Este vizcaíno, formado como ingeniero aeronáutico, protagonizó hace unos años un viraje existencial tan audaz como inesperado: abandonó el diseño de aeronaves para entregarse a su auténtica vocación, la cocina. Tras curtirse en templos gastronómicos de la talla de El Celler de Can Roca, La Tasquería y Lera, y tras capear las turbulencias de la pandemia, García halló su destino en la elaboración artesanal de tartas de queso. Desde su obrador en el corazón del barrio del Born, ha elevado este humilde postre a la categoría de arte gourmet, convirtiéndose en un referente ineludible.
La figura de Cake tuvo su génesis en diciembre de 2020, en plena vorágine pandémica. Fue entonces cuando García, desde un modesto local en la calle Assaonadors, 29, se propuso perfeccionar una receta propia de tarta de queso. Inspirado por la icónica versión vasca de La Viña, pero dotándola de una impronta personal que exalta el sabor intenso del queso, su creación desató una revolución silenciosa. Las colas interminables frente a su establecimiento, que serpentean por las calles adoquinadas del Born, son ya un espectáculo cotidiano, atrayendo tanto a barceloneses como a peregrinos gastronómicos de todo el mundo. Su éxito es apabullante: unas 2.000 tartas semanales se despachan entre sus locales, y más de 450 variedades de queso han pasado por sus manos, revelando una inventiva y versatilidad que desafían los límites de la pastelería.
En enero de 2023, inauguró su segundo bastión, Jon Cake & Wines, en el barrio de Les Corts, concretamente en la calle Gelabert, 42. Este espacio, que alberga un obrador de mayor envergadura, trasciende la mera producción para proponer una experiencia sensorial innovadora: el maridaje de sus tartas con una selección vinícola de primer orden. Con la asesoría de los reputados sumilleres Rubén Pol y Lucía Viz, el local despliega una carta de 65 referencias —que abarcan desde espumosos hasta Jereces y etiquetas internacionales—, disponibles por copa o botella. El diseño, con sus maderas cálidas y una zona de degustación acogedora, invita a una pausa contemplativa, donde sabores como el Valdeón, el San Simón, el Manchego o el chocolate negro dialogan con vinos y lictores cuidadosamente elegidos.
Pero la ambición de García no se detiene ahí. En octubre de 2024, anunció su tercer proyecto, recién abierto, también en el Born, en la calle Sant Pere Més Baix, a un paso del Mercat de Santa Caterina. Este nuevo enclave, dotado de un obrador de más de 200 metros cuadrados, busca optimizar la producción y aliviar la presión sobre su tienda original, redistribuyendo la afluencia de clientes. La decisión de afianzarse en el Born refleja su voluntad de equilibrar su público entre vecinos y turistas, consolidando su hegemonía en uno de los barrios más carismáticos de Barcelona.
El sello distintivo de Jon Cake reside en su reverencia al queso como eje narrativo de sus creaciones. Sus tartas, cocidas a alta temperatura para lograr un interior cremoso y una corteza dorada, reposan sobre una base crujiente de galleta y mantequilla que sirve de contrapunto perfecto. García ha explorado un abanico asombroso de quesos —desde el suizo L’Etivaz AOP y el Sbrinz AOP hasta el español Cabrales o el griego Dodoni—, tejiendo ediciones limitadas que mutan semanalmente y recorren los sabores de Europa con una audacia sin precedentes.
Las tartas de queso principales de Cake
-La Clásica: Una sinfonía de cuatro quesos —parmesano de 24 meses, grana padano, gorgonzola y mascarpone— que seduce por su equilibrio y profundidad, siendo la favorita del público.
-La Azul: Con quesos como Cabrales o Valdeón, despliega una intensidad aromática que cautiva a los paladares más intrépidos.
-La de Oveja: Elaborada con Idiazábal ahumado, evoca las raíces vascas de García con matices únicos.
-La de Chocolate: Una incursión dulce que fusiona queso crema y chocolate negro, un guiño a los menos ortodoxos.
Sus ediciones especiales, como la colaboración de 2024 con Iberconseil, que incluye rarezas como el Alp Blossom alemán, con su bouquet floral, o el Gudbrandsdalen noruego, de dulzor toffee, o la tarta especiada con pan de muerto junto a Casa Dulce Bakery para el Día de Muertos, testimonian su inquietud creativa.
Jon García trasciende la figura del pastelero para encarnar la de un apasionado narrador del queso y la artesanía. Su libro La tarta de queso artesana más gourmet (2023) compila más de 30 recetas y destila su filosofía, mientras sus horizontes se extienden hacia Girona o Puigcerdà. Hoy, viernes 14 de marzo de 2025, su legado sigue expandiéndose. Sus obradores —abiertos de martes a domingo en el Born y de jueves a lunes en Les Corts— son santuarios ineludibles para los devotos de la repostería, y García, con su tenacidad y visión, se consolida como el monarca indiscutible de las tartas de queso en Barcelona.
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