Este restaurante argentino ha calcado Buenos Aires en España
La Dorita ha traslado toda su sapiencia y experiencia de la cocina tradicional argentina para recuerdo de los de allá que viven aquí y para descubrimiento de los de aquí sobre los de allá
El sabor profundo de Francia a través de su renovada cocina
Entrevista con Julie Andrieu: "Como en la tortilla de patatas, en Francia cada uno tiene su propia receta de cocido"
Con los sabores de ElPuerto de Santa María del Buen Aire un día La Dorita viajó desde Argentina a Madrid. No hace mucho, apenas cuatro meses. Y un buen cacho de la población argentina que habita en la capital ya se ha pasado por este restaurante implantado de allá hacia acá y que plasma en su carta la cocina autóctona auténtica que sigue sirviendo a día de hoy en su ubicación bonaerense.
No lejos del Bernabéu, en la tranquila calle transversal Pedro Muguruza, se encuentra esta luminosa embajada de la gastronomía tradicional argentina que además de la parrilla como se hace en tierras australes se despliega por las provoletas, pastas (raviolones de ternera, ñoquis), guisos, platos y postres que son una reclamación de las ancestrales fusiones mediterráneas junto al río de la Plata. Versión original, como cantaría Emilia Mernes.
Leonardo Rainielli presume de raíces y orígenes junto a su socio, Sebastián Valles. Han trasladado su experiencia y han creado un menú en el que se reconocen sus señas de identidad.
En la apacible y coloreada terraza de La Dorita, y con un salón desenfadado que calca el de su originario argentino, con alusiones futboleras, se degusta con vinos del sur las variantes en corte de carne que son la gran especialidad del país. Con un ojo de bife que es patrimonio nacional o unas milanesas extensas, recubiertas de queso hasta el infinito, como las supremas. Picaña, vacío, entraña.
Y la casquería, a partir de los chinchulines y los riñones asados. De acompañamiento, pimientos asadas o boniatos al rescoldo. En casa de Rainielli todo es sincero, como los buñuelos de acelga y las empanadas, que se aliñan con unas gotas de limón y que en un solo bocado ya hacen viajar.
En los postres, las receta de la abuela en el flan o los panqueques, todo con mucho dulce de leche, también transportan con el paladar a esos mares del sur que están tan cercanos.
La Dorita es Buenos Aires en una terraza de Madrid que hay visitar. Con las tres estrellas mundialistas brillando para que el comensal se sienta en Argentina, con un servicio cordial y unas recomendaciones auténticas.
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