Conil lucha por su reserva marina

Iniciativa pesquera

El caladero tradicional de Conil enfrenta a profesionales, recreativos y buceadores.

Se pretende delimitar la zona comprendida entre el cabo de Trafalgar y el islote de Sancti Petri.

Unos marineros reparan en el puerto de Conil las redes con las que salen a faenar cada día al caladero tradicional. / Manuel Aragón Pina
José María Ruiz

27 de febrero 2021 - 19:16

Diversas entidades, administraciones y colectivos se encuentran inmersos en estos días en la presentación de “sus alegaciones y sugerencias” ante el interés mostrado por la Secretaria General de Pesca dependiente del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, para crear, frente a la costa de la Janda, una Reserva Marina de Interés Pesquero.

Se trata de una iniciativa que vienen impulsando desde el sector pesquero de Conil desde hace muchos años, pero que hasta ahora no parece que se haya puesto interés por parte de la Administración central por hacerla realidad.

Según han apuntado desde la Organización de Productores Pesqueros (OPP-72), hace unos días el Ministerio de Agricultura y Pesca ha puesto de manifiesto su intención de crear un espacio delimitado que garantice el sustento de la flota profesional de Conil, a la vez que sirva de zona de pesca para particulares que posean embarcaciones recreativas o practiquen la pesca submarina.

Se trata de una reivindicación que los pescadores de Conil llevan muchos años solicitando, por lo que es ahora “el momento de hacer las pertinente alegaciones a esta intención”. En este sentido, exponen que la creación de esta reserva, “si se lleva a efecto, sería una manera de ordenar los usos de un bien público que es la mar, para que profesionales y recreativos puedan desarrollar su actividad con respeto a la sostenibilidad y a la biodiversidad de un espacio muy rico que ha sufrido un importante deterioro por la acción del ser humano sin control”.

Exponen que “hay muchas voces en contra y han creado incertidumbre y desazón entre muchos usuarios”, algo que les “parece doloroso cuando se dicen mentiras al respecto. Como aquella de que el sector pesquero quiere crear un coto privado”, una opinión que consideran incierta, al entender que “la mar es un bien público” y que “no es coto de nadie, tampoco de profesionales”.

Así las cosas, matizan que en esa reserva podrán pescar “tanto profesionales como recreativos. Todas las actividades que se realicen en un marco ordenado podrán existir”. En este sentido aseguran que “la pesca artesanal es importantísima en el desarrollo de este territorio, pero también lo es la pesca recreativa ordenada”.

Ante las voces que se oponen a la creación de esa reserva, matizan que “sencillamente se oponen muchos que han utilizado este bien común como sistema de vida ilegal e irregular, muchos incluso publicándolo en las redes sociales. Y es normal que se enfaden, porque piensan que se les acabará el chollo”, apostillan.

Sobre sí tendrán que temer algo los pescadores recreativos y profesionales, exponen que “por supuesto que no. Siempre que se haga con orden y con respeto a las normas que se regirán en una reserva marina de interés pesquero”.

Según el proyecto avanzado al sector, habrá tres zonas donde no podrán pescar ni profesionales ni recreativos, pero supondrá “una riqueza inmensa en todo su alrededor. Es asegurar el futuro para todos y la sostenibilidad económica y social, además de la medioambiental”.

Por todo ello animan a las personas y colectivos que estén de acuerdo en esta ordenación, a que lo manifiesten por escrito a la Secretaria General de Pesca”, ya que “los que no están de acuerdo ya lo están haciendo en masa”.

Desde el Ayuntamiento de Conil, su alcalde, Juan Bermúdez ha recordado que desde hace una década se viene hablando de la creación de esta reserva marina, teniendo información al respecto por parte de la Cofradía de Pescadores cada vez que se ha producido algún avance e incluso se han realizado talleres al respecto ofreciendo detalles del proyecto.

En Pleno correspondiente a este mes se ha aprobado un manifiesto de apoyo al sector pesquero local y a la creación de esta reserva marina, un documento que ha salido adelante con el respaldo de todas las fuerzas políticas de la localidad.

También desde movimientos conservacionistas se han pronunciado sobre esta reserva marina. Desde Ecologistas en Acción, su portavoz en la comarca de la Janda, Lola Yllescas, ha apuntado que fueron ellos los que idearon esta propuesta en el año 2009 al considerar que era necesaria, tras mantener una serie de talleres y encuentros con la Cofradía de Pescadores de Conil, saliendo una propuesta concreta de límites y otra de gestión o más bien de autogestión.

Toda esa documentación se le entregó al entonces secretario de la entidad pesquera para que la elevase a la Dirección General de Pesca. Durante un tiempo, según apunta Yllescas, no hubo avances, hasta que otro colectivo conservacionista, WWF convoca unos talleres en Conil donde plantean lo mismo que Ecologistas en Acción. Esta portavoz conservacionista asegura que “le parece bien que el actual Gobierno haya tenido a bien considerarla y llevarla a la práctica”.

“Quieren hacer un coto de pesca”

La defensa que hacen desde la OPP, Ecologistas y desde el Ayuntamiento no es compartida al completo por parte de colectivos como la Asociación de Pesca Recreativa La Rampa, compuesta por 185 socios. Su portavoz, Juan Miguel Maíllo, expone que esta zona se convertiría en un coto de pesca al que solo podrán acceder barcos recreativos de Conil, pero no del resto de la provincia o de otros puntos del país.

En su opinión, solo dejarían unos permisos para los clubes de pesca de Conil, pero el resto de la provincia quedaría fuera, así como cualquier pescador particular y cualquier persona que quiera practicar pesca submarina.

Este colectivo cree que mucho más daño sobre el caladero puede hacer un trasmallo a la deriva que provoca la muerte de cualquier pez que queda atrapado o una línea de hilo de pescar con 5.000 anzuelos, cuando ellos, como mucho, pueden llevar dos o tres cañas con un anzuelo cada una y donde solo pueden sacar uno o varios peces que no sobrepasen los cinco kilos. Además, Maíllo, recuerda que al año pueden salir a pescar unos 70 días, ya que si salen un sábado no van un domingo y viceversa, no compensando en ningún momento los costes que tiene mantener una embarcación recreativa con las capturas que se logran extraer.

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