Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Toda la crudeza del drama incesante de la inmigración estalló nuevamente en una playa gaditana. Otra patera, otras muertes sin nombres, más desaparecidos para engordar una macabra estadística que parece aborrecer las dietas.
Eran sobre las cuatro de la madrugada cuando una patera de madera encalló con los arrecifes situados a unos 100 metros mar adentro de la playa de La Laja, en los Caños de Meca, desencadenando la tragedia. Este núcleo de población costero, que es un paraje sinónimo de diversión y felicidad para miles de visitantes, ayer cambió de rostro para ofrecer su rictus más mortal, el de una costa con un mar bravo, donde el Atlántico choca con el Mediterráneo, muy cerquita del faro de Trafalgar, testigo luminoso de centenares de naufragios y de batallas para la historia.
La cuestión es que actualmente la guerra que presencia tiene siempre a los mismos perdedores, aquellos que se juegan la vida una y otra vez, y otra, y otra, en el mar para alcanzar la costa sin ser detectados, para escapar de los mismos guardias civiles que ayer se dejaban la piel para intentar salvarlos, para intentar tener otra vida lejos de la tierra en la que nacieron y donde las oportunidades escasean. Y por eso se la juegan en busca de ese mal llamado primer mundo, donde las más de las veces sólo encuentran más dolor.
La de ayer no es una tragedia nueva, pero no por ello debe dejar de contarse. Porque más allá de frías estadísticas hay que dejar constancia escrita de que en esa patera de madera que se estrelló contra las rocas de los Caños de Meca viajaban unas 46 personas de origen magrebí. Cinco de ellos han fallecido, otros 22 han sido rescatados y alrededor de 20 personas permanecen desaparecidas por el momento.
El primero de los cuerpos, el cadáver de un marroquí de unos 25 años, fue hallado a primera hora de la mañana en la playa, junto a otros 22 inmigrantes que estaban ateridos de frío ya que, según han contado, llevaban 48 horas en el mar desde su salida de la costa marroquí.
Posteriormente, un helicóptero de la Guardia Civil localizó en el agua los cadáveres de otros dos inmigrantes y el equipo de actividades subacuáticas a un cuarto. En la mañana de este martes apareció un quinto cadáver en el mar, concretamente fue hallado por un pesquero a cinco millas de Trafalgar. La Guardia Civil se ha ocupado de su traslado al puerto de Barbate.
Según indicaron fuentes del dispositivo de búsqueda, efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, con dos embarcaciones y un helicóptero, así como otra embarcación de Protección Civil, estuvieron rastreando el mar desde el faro de Trafalgar hasta Barbate.
En este sentido, han señalado que se da por supuesto que todos los integrantes de la expedición han alcanzado tierra. No obstante, un equipo de la Guardia Civil iba a realizar una inmersión en el agua en la zona de rocas para asegurarse de que ninguna persona quedó atrapada bajo el agua.
Por su parte, las personas localizadas fueron atendidas por miembros de la Cruz Roja en los módulos de Barbate. Entre estos figuran nueve menores.
Sobre las 19.00 horas de la tarde de ayer llegaban al puerto de Barbate dos de las patrulleras que habían participado en este operativo de localización de los cuerpos sin vida de los tres migrantes marroquíes de entre 20 y 30 años.
Los tres cuerpos, envueltos en bolsas de color negro, se encontraban sobre la cubierta de la lancha de la Guardia Civil. Tras llegar la juez y el forense de guardias, se procedió a la visualización de los cuerpos que minutos más tarde se cubrirían con un sudario y serían introducidos en un féretro provisto con ruedas.
Desde el pantalán situado junto a las oficinas del puerto deportivo de Barbate se subieron por la rampa hasta llegar al furgón que los trasladaría hasta el Instituto de Medicina Legal de Cádiz donde hoy les será realizada la pertinente autopsia.
Según apuntó el teniente coronel de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz que coordina este operativo, Luis Martín, se espera que ahora la familia reclame los cuerpos de los fallecidos: "Antes o después las familias van a aparecer, ya que tenemos más experiencia de la que nos gustaría en estos casos y lo habitual es que las familias aparezcan".
En caso de que eso no ocurra, será el Ayuntamiento de Barbate, el que corra con los costes de los cuatro sepelios, según apuntó el concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Barbate, Javier Rodríguez. Así, se lamentó que el Consistorio tenga que asumir estos costes que pueden elevarse a los 8.800 euros, que salen del departamento de Asuntos Sociales.
Hoy con las primeras luces se retomarán las labores de búsqueda en la zona, con efectivos aéreos y marítimos.
Por otra parte, un total de 253 inmigrantes varones fueron traladados ayer lunes al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) del puerto de San Roque desde el puerto de Málaga, tras ser rescatados este domingo en el mar de Alborán por Salvamento Marítimo. Al puerto de Málaga llegaron 285 inmigrantes, de los que 255 son hombres, 28 mujeres y dos menores.
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