Caos en el interior por una tromba histórica
Alerta por lluvias
El Gobierno trabaja para declarar “zona catastrófica” los puntos más afectados
El Ejército desplegó a 85 efectivos y 35 vehículos
A los cuantiosos daños materiales se sumó la tragedia del fallecimiento del bombero José Gil, miembro del Consorcio Provincial
Málaga/En 1989 cayeron 150 litros en hora y media sobre la capital malagueña y la gran riada se quedó grabada en la memoria de todo aquel que tenía edad para recordarla. Pero para las localidades del interior de la provincia y la costa más occidental, la de ayer fue una tromba sin precedentes.
Entre las últimas horas del sábado y la madrugada del domingo, casi 400 litros descargaron sin tregua en el interior de la provincia. Primero en Campillos, en Ardales y otros puntos de la comarca de Antequera. Horas más tarde, la depresión aislada en niveles altos, DANA o gota fría, se desplazó a Ronda y al Alto Genal para terminar su paso por Estepona, ya a mediodía de ayer. Además de los incontables daños materiales, el balance más trágico fue el fallecimiento del bombero del Consorcio Provincial José Gil.
El efectivo, de 47 años, fue encontrado muerto en la mañana del domingo tras haber sido arrastrado por la corriente en el arroyo del Hoyero, entre Campillos y Sierra de Yeguas. El camión en el que viajaba para participar en las labores de emergencia quedó atrapado en una crecida. Sus dos compañeros pudieron salir del vehículo por las ventanas y esperar en el techo su rescate. José Gil perdió el equilibrio y cayó al torrente. Su cuerpo fue hallado a siete kilómetros del punto en el que se produjo el suceso. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil participó en las labores de búsqueda.
Una vez finalizada la búsqueda, achicar agua de viviendas y calles, limpiar las vías, restablecer la electricidad y las comunicaciones era el siguiente paso para intentar recuperar la normalidad. Además de los cientos de voluntarios, vecinos que desde la madrugada sacaron sus tractores para ayudar a la evacuación de las familias más afectadas, se precisó ayuda militar. La Unidad Militar de Emergencia (UME) desplegó inicialmente a 85 efectivos y 35 vehículos, que se dirigieron al puesto de mando avanzado situado en Antequera para coordinar el plan provincial de emergencia.
Además, según informaron desde la Subdelegación del Gobierno en Málaga, la Guardia Civil movilizó a unos 200 efectivos de distintas unidades, Seguridad Ciudadana, Montaña y Tráfico, entre ellas, y tres helicópteros. En cuanto al Cuerpo Nacional de Policía sumó un helicóptero a las tareas de reconocimiento y rescate y un centenar de agentes operativos de las comisarías de Antequera y Ronda, así como efectivos de varias unidades de UPR desplazados desde la Comisaría Provincial.
Junto a las autoridades locales y provinciales, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se desplazó hasta las zonas inundadas para comprobar de primera mano la magnitud de la tromba, que ha llegado a contabilizar los 396 litros en la estación de control de Ardales, según las cifras de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En este pluviómetro se recogieron casi 100 litros en tan solo una hora. En la estación de Alpandeire desde la noche del sábado al domingo se contabilizaron 349 litros y 317 litros en el embalse de Guadalteba. Otras cifras que hablan del alcance de las precipitaciones son los 307 litros acumulados en el embalse del Conde de Guadalhorce, los 269 en Pujerra y los 228 en Ronda. Al margen de las cifras oficiales, aficionados y colaboradores de la Aemet arrojaron más datos.
Unos 300 litros caídos en Carratraca, más de 340 en el Alto Genal, 260 en Jubrique y más de 230 en Estepona. Con estos datos y sus efectos en puentes, carreteras y poblaciones urbanas, el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, explicaba ayer que ya “se está trabajando y empezando a elaborar técnicamente la declaración de zona catastrófica” en puntos de la provincia de Málaga afectadas por lluvias y que llevaron a la Junta de Andalucía a activar la situación 2 del Plan de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones. Gómez de Celis, que, al igual de la presidenta de la Junta de Andalucía se desplazó para conocer in situ la situación causada por las intensas lluvias, explicó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la jefa del Ejecutivo andaluz “han estado al habla a lo largo del día” a propósito de estas incidencias.
Además, explicó que hoy lunes está previsto comenzar la evaluación de daños, ya que “la presidenta de la Junta ha ordenado tener una reunión donde estarán la Diputación, la Subdelegación” del Gobierno y la propia Administración andaluza para analizar el alcance de la tromba de agua.
El alcalde de Campillos, Francisco Guerrero, ha convocado para hoy lunes un Pleno extraordinario y urgente para solicitar que el municipio sea declarado zona catastrófica. Guerrero declaró que la situación es “bastante traumática y de colpaso” y, aún sin poder hacer una evaluación certera de los daños, afirmó “que van a ser muy importantes, porque hay más de un centenar de coches afectados, así como numerosas infraestructuras municipales dañadas”.
De ahí que el regidor ya ayer solicitara la ayuda de las distintas administraciones “porque nosotros no podemos hacer frente a los costes y es una tragedia lo que está vivienda el municipio”. “Lo necesitamos”, apuntó. Las averías en la red de agua de Majavea y en la de Peñarrubia impidió que entrase suministro a los vecinos de esta zona, por lo que pidió a la población que se hiciese un consumo muy responsable y sólo se use la cantidad que sea imprescindible “porque no sabemos cuando vamos a poder restablecer el servicio”, apuntó Guerrero.
El Ayuntamiento de Campillos puso en marcha los trabajos de limpieza y en primer lugar procedió a retirar los vehículos que se han visto afectados por las corrientes de agua, los cuales fueron trasladado al parking público ubicado en avenida Pablo Picasso. El alcalde quiso también agradecer a los vecinos “que se han volcado y actuado con solidaridad”, insistiendo en pedir “muchísima prudencia a la población”. Además de Antequera, Campillos decretará tres días de luto oficial por el fallecimiento del bombero José Gil en acto de servicio.
La noche del sábado fue extremadamente difícil. Hasta 311 emergencias fueron gestionadas por el 112 entre las últimas horas del sábado y las primeras del domingo, de las que hasta 159 se registraron esa madrugada. Las incidencias fueron creciendo a lo largo de la jornada de ayer y extendiéndose a otros puntos de la provincia a los ha ido trasladándose el temporal hasta alcanzar las 600.
Veinte jóvenes quedaron atrapados en el tejado de una cochera en Campillos y un autobús con 66 personas y 15 turismos bloqueados en una carretera por la acumulación de agua. También se pidió el salvamento de más de 30 personas de un establecimiento hostelero en Campillos por entrada y subida de nivel en el local y solicitó el rescate de un vehículo arrastrado por la corriente con cinco personas dentro, entre ellas un menor, en la misma vía en la que volcó el camión de los bomberos. En Ronda se inundaron los Baños Árabes y quedó cortado el puente de acceso a la Cueva del Gato. También la situación fue muy complicada en Estepona, donde el Ayuntamiento tuvo que habilitar un acceso a través de un terreno privado para restablecer la comunicación con los vecinos de la zona de Forest Hills que se habían quedado incomunicados.
Destrozos en la línea férrea entre Málaga y Sevilla
La vía férrea convencional que conecta Sevilla con Málaga y Granada quedó impracticable, probablemente para bastantes semanas. Ello obligó ayer a suspender del todo los trenes de Media Distancia y de Largo Recorrido con Andalucía oriental. Las vías del AVE no están afectadas. En el punto kilométrico 82+353, en Aguadulce, la crecida del arroyo Blanco se llevó por delante, de madrugada y cuando no había trenes circulando, la estructura metálica con la que la vía salva el cauce. Hay que cuantificar los daños, pero su reparación es compleja y costosa. También ha habido daños importantes, aunque en menor medida, en un tramo de unos 50 metros (entre el punto kilométrico 63+200 y el 63+250), en los que el agua rebasó la vía del tren y se llevó el balasto y desplazó el carril, entre Marchena y Osuna. Ni Adif ni Renfe pudieron avanzar ayer cuándo se restablecerá el servicio, que tampoco se pudo suplir con autobuses por el estado de las carreteras.
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