Andalucía impulsa el uso de aguas regeneradas para riego agrícola en Sevilla con apoyo de fondos europeos
Las actuaciones beneficiarán a comunidades de regantes de Arahal, Osuna, Carmona, Fuentes de Andalucía, Pedrera y Herrera

La Junta de Andalucía ha declarado de Interés General para la Comunidad Autónoma una serie de proyectos hidráulicos en la provincia de Sevilla destinados a garantizar el suministro de agua regenerada para riego agrícola. La iniciativa forma parte del Plan Parra, una estrategia autonómica que promueve el uso de aguas depuradas como alternativa sostenible en zonas afectadas por la escasez hídrica.
Las actuaciones beneficiarán a comunidades de regantes de Arahal, Osuna, Carmona, Fuentes de Andalucía, Pedrera y Herrera, municipios con fuerte vocación agrícola que sufren cada vez más los efectos de la sequía estructural que atraviesa el sur peninsular. Aunque estos municipios se encuentran en la cuenca del Guadalquivir —de competencia estatal—, la Junta ha decidido intervenir directamente "ante la falta de respuesta del Estado", según indicó la delegada territorial de Agricultura en Sevilla, Isabel Solís.
Las nuevas infraestructuras hidráulicas permitirán aprovechar aguas tratadas procedentes de estaciones depuradoras mediante sistemas de reutilización segura, un recurso clave en el contexto actual. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Fundación Nueva Cultura del Agua, solo un 10-12 % del agua depurada en España se reutiliza actualmente, a pesar de su gran potencial para usos agrícolas, paisajísticos e industriales.
En Arahal, por ejemplo, la comunidad de regantes local —integrada por 111 comuneros— gestiona más de 250 parcelas que podrán beneficiarse de esta medida. En Osuna, la cooperativa agrícola Santa Teresa, con 90 agricultores asociados, también celebró la aprobación del Plan Parra como vía para afrontar la reducción de dotaciones de riego.
La iniciativa se financia con fondos del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader) y se enmarca en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022, así como en el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) 2023-2027, lo que refuerza su alineación con las estrategias europeas de adaptación al cambio climático y eficiencia hídrica.
“Este es solo el inicio de una serie de proyectos que mejorarán los recursos hídricos en la provincia y garantizarán la sostenibilidad del sector agrícola”, afirmó Solís, que también anunció la puesta en marcha de asesoramiento técnico específico para agilizar la tramitación de permisos y licencias.
Contexto ambiental y climático
Pese a las lluvias de esta temporada de invierno, Andalucía se enfrenta a una sequía prolongada que ha llevado a restricciones de uso en diversas cuencas y ha puesto en jaque la viabilidad de miles de explotaciones. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), 2023 fue el año más seco en España desde 1961, y las previsiones para 2025 apuntan a un mantenimiento de estas condiciones, especialmente en las campiñas y zonas agrícolas del interior andaluz.
El uso de agua regenerada —una práctica aún incipiente en comparación con países como Israel o Singapur— se plantea como una solución clave para mantener la producción sin agotar los acuíferos ni comprometer los caudales ecológicos de los ríos. Organizaciones ecologistas y agrarias coinciden en que es necesario avanzar en el tratamiento terciario de aguas residuales y en redes de distribución seguras para facilitar su uso en el campo.
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