Athisa revoluciona el tratamiento de residuos sanitarios en España con la primera planta integral
Reportaje
El presidente del Grupo Athisa, José Luis Alarcón, habla de este hito que marcará un antes y un después en la gestión de residuos peligrosos hospitalarios, incluyendo los altamente tóxicos citostáticos y los efluentes líquidos contaminados, gracias a la innovadora tecnología de oxidación avanzada

El Grupo Athisa, de origen andaluz, inaugurará el próximo lunes 31 de marzo en Socuéllamos (Ciudad Real) la primera planta en España capaz de tratar integralmente los residuos sanitarios citostáticos sólidos peligrosos y los efluentes hospitalarios líquidos peligrosos. Este proyecto, fruto de seis años de investigación y desarrollo, representa un avance significativo en la gestión de residuos sanitarios, abordando problemas ambientales y de salud pública sin una solución definitiva hasta ahora a nivel nacional.
José Luis Alarcón, presidente de Grupo Athisa, destaca la importancia de este logro en una charla en exclusiva con este medio: “Hemos invertido seis años en investigación y desarrollo para llegar a esta solución. Es un avance relevante, validado externamente, que resuelve dos grandes problemas”. Sobre el tratamiento actual de residuos citostáticos, Alarcón explica que, hasta ahora, la principal alternativa en España era la incineración en Tarragona por una empresa francesa, lo que generaba dependencia y dificultades comerciales en precios y disponibilidad. “En muchas ocasiones los residuos se envían a incinerar a Burdeos. Consideramos que esta dependencia tecnológica era inadecuada”, añade.
Athisa introduce una solución innovadora basada en la oxidación avanzada, una tecnología que la nueva Ley de Residuos 7/2022 reconoce como una alternativa eficaz para tratar residuos peligrosos. Alarcón subraya que, a diferencia de la incineración, este método reduce el impacto ambiental al evitar la emisión de gases de efecto invernadero, sustancias tóxicas, y la generación de cenizas peligrosas, que tienen que ser depositadas en vertederos de seguridad. “Nos propusimos desarrollar una solución propia, ya que no existía en otros lugares. En lugar de incinerar, utilizamos la oxidación avanzada, que la nueva ley reconoce como la mejor opción para estos residuos peligrosos”.
Un aspecto clave de esta innovación es la selección del oxidante empleado. Tras un riguroso proceso de investigación, Athisa ha seleccionado un “oxidante sin rastro”, que evita la formación de subproductos tóxicos como cloraminas o trihalometanos. Alarcón lo compara con el ozono, un gas usado para tratar agua, que puede generar compuestos peligrosos. “La clave está en el tipo de oxidante. Algunos, como los clorados, pueden producir subproductos indeseables, otros pueden generar sustancias tóxicas. Nosotros hemos desarrollado un proceso de oxidación avanzada que no produce estos subproductos peligrosos y tiene un impacto ambiental mínimo”.
Una planta centralizada
La apertura de esta planta en Ciudad Real no solo resuelve un problema a nivel nacional, sino que también ofrece ventajas logísticas y económicas para varias comunidades autónomas. Alarcón destaca su ubicación estratégica para regiones como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia, Murcia, Baleares, Canarias e incluso Galicia, permitiendo reducir costos de transporte y emisiones de CO2. Además, la tecnología de oxidación avanzada permite usar el contenedor reutilizable, evitando la incineración de unos 300.000 kg de plástico al año en España.
Más allá de los residuos sólidos: una solución para los efluentes hospitalarios
Pero la planta de Athisa no se limita a los residuos sólidos, también aborda el problema de los efluentes hospitalarios líquidos peligrosos, un tema poco visibilizado. Alarcón explica que los hospitales generan tres tipos principales de efluentes contaminados con sustancias peligrosas que actualmente se vierten al alcantarillado: orinas de pacientes que reciben tratamiento con citostáticos, las orinas de los pacientes hospitalizados que reciben antibióticos de última generación y orinas contaminadas con fármacos que son tóxicos para los organismos acuáticos (ecotóxicos), como el diclofenaco o el ibuprofeno.
La orina de pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia puede contener hasta 500 veces más citostáticos que los residuos sólidos recogidos tradicionalmente. Para abordar esto, Athisa ha desarrollado un innovador váter basado en la tecnología “no mix”, que separa la orina antes de mezclarse con las aguas residuales del hospital y permite su tratamiento in situ, evitando su vertido al alcantarillado. “Hemos desarrollado un váter especial que vamos a patentar. Recoge la orina por un lado y las heces por otro. Estos pacientes reciben quimioterapia en el hospital de día y eliminan la mayor parte del fármaco en la orina durante las primeras horas del tratamiento. Esto nos permite recolectar la orina contaminada antes de que llegue al alcantarillado”.
El segundo problema son las orinas de pacientes que reciben antibióticos de última generación en el hospital, ya que pueden contener bacterias resistentes y multirresistentes, contribuyendo a la crisis global de resistencia antimicrobiana. Alarcón advierte de la gravedad de esta situación, citando estudios que prevén millones de muertes si no se toman medidas. El váter de Athisa también permite recoger estas orinas, evitando la propagación de bacterias resistentes en el sistema de alcantarillado y depuradoras, donde podrían transferir genes de resistencia a otras bacterias.
Por último, Athisa también trata las orinas con fármacos ecotóxicos, como son algunos antinflamatorios, antipsicóticos y compuestos hormonales. Una nueva Directiva Europea ha identificado ya nueve fármacos con efectos ecotóxicos, que deberán ser controlados por sus efectos tóxicos frente a organismos acuáticos. Aunque menos peligrosos para la salud humana, pueden afectar el medio ambiente acuático. Alarcón aclara que el agua potable en España es segura y libre de estos contaminantes, pero el problema está en los ríos, donde estos compuestos pueden llegar a los vertidos.
El presidente de Athisa también menciona que la empresa planea aplicar su tecnología a residuos punzantes y cortantes, como agujas, que podrán ser esterilizadas en el reactor y recuperar sus metales valiosos en lugar de enviarlas a vertederos.
La apertura de esta planta integral en Ciudad Real marca un hito en la salud pública y la protección ambiental en España. Athisa no solo presenta una solución tecnológica innovadora, sino que también impulsa un cambio de paradigma en la gestión de residuos sanitarios, promoviendo la economía circular y la sostenibilidad. La inauguración contará con la presencia de autoridades y expertos del sector, dando inicio a una nueva era en el tratamiento de residuos hospitalarios en el país.
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