Entran en vigor los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos importados

La Comisión Europea ha adoptado la regulación publicada en el Diario Oficial que concierne a los aranceles especiales sobre los vehículos eléctricos fabricados en China. La resolución, que ya está en vigor, fue aprobada por una mayoría significativa de los estados miembros de la UE y repercutirá en los precios de los eléctricos producidos de ese país asiático, si bien la tasa extra también puede ser asumida total o parcialmente por sus importadores.

La medida surge de una investigación antisubvenciones por parte de la Comisión y que concluyó que ciertos fabricantes de automóviles chinos reciben subsidios desproporcionados del gobierno chino. Esto tiene como consecuencia la posibilidad de ofrecer precios más bajos que los fabricantes europeos. Estos aranceles compensatorios tienen como objetivo proteger la industria del automóvil europea frente a la competencia desleal.

En este momento se desconoce cómo reaccionará el gobierno chino, si bien Pekín parece estar trasladando a sus fabricantes la necesidad de frenar su expansión en Europa. También se prevé que el gobierno chino evalúe su política futura en respuesta a estas nuevas tasas adicionales a las ya existentes.

Con el arranque del mes de noviembre, los aranceles sobre los automóviles eléctricos de China variarán según el fabricante: los vehículos de BYD tendrán una tarifa adicional de 17 por ciento, los de Geely 18,8 por ciento y SAIC enfrentará una tarifa máxima del 35,3, resultando un arancel total de hasta el 45,3. Según fuentes de MG, una de las marcas de SAIC, los actuales precios de los eléctricos de esta marca no registrarán variaciones, al menos, hasta fin de año.

Tesla, debido a su operación independiente en China y su menor dependencia de subsidios, se enfrenta a una tarifa menor de 7,8 por ciento, lo que supone que sus productos importados desde el país asiático afrontarán un arancel del 17,8 por ciento.

Para otros fabricantes, se impondrá un arancel especial de, al menos el 20,7 en el caso de que hayan cooperado con la investigación antisubvenciones llevada a cabo por la Comisión Europea y del 35,3 por ciento, que es la tasa más alta, en el caso contrario.

Desde Bruselas se insiste en que el diálogo con Pekín sigue abierto sobre los compromisos en materia de precios a la búsqueda de una solución alternativa. En el caso de que se diese con ella, sería posible suspender los aranceles fijados de manera extraordinaria a las importaciones.