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El cambio climático está determinando la manera en la que los humanos se relacionan con el entorno y hay que promover nuevos hábitos para poder parar que siga en aumento este fenómeno que está cambiando la forma de vida hasta ahora conocida. Por ello, muchos gobiernos están aplicando nuevas normativas y leyes que promueven un modelo de vida sostenible con el medio ambiente y con el planeta Tierra.
Uno de estos cambios se produce con La Ley de cambio climático y transición energética aprobada en 2021 por el Gobierno. En ella se obliga a todos los municipios españoles de más de 50.000 habitantes a tener áreas de circulación restringida para los vehículos contaminantes, una medida que entra en vigor en 2023 y que tiene el objetivo de reducir la contaminación dentro de los entornos urbanos, creando así zonas de bajas emisiones.
Las zonas de bajas emisiones son áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones, es decir, son medidas pensadas para mejorar la calidad del aire. Se circunscriben a un área amplia dentro de la ciudad, o incluso a la ciudad entera, y permiten la entrada a los vehículos que cumplen con los mejores estándares de emisiones.
Desde el Gobierno proponen que las entidades locales puedan tener unos objetivos reales para 2023 que puedan ser medibles y cuantificables para que las emisiones y gases de efecto invernadero puedan comenzar a cesar de manera significativa aunque no por completo. Se espera que para el año 2050 haya un parque de coches y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de dióxido de carbono dentro de estas ciudades. Sigue, por tanto, la estela del Acuerdo de París de 2015, donde se fijaron unos objetivos mundiales de descarbonización.
Esta nueva Ley afecta a 149 municipios que tienen más de 50.000 habitantes. Además, tal y como expresa en la ley del Ejecutivo, también se podrá aplicar a aquellos que tengan más de 20.000 habitantes que superen los valores límite de los contaminantes regulados en el real Decreto de la calidad del aire.
En el libro El informe Zonas de Bajas Emisiones. Herramienta contra la contaminación y el calentamiento del planeta escrito por Nuria Blázquez Sánchez se analiza el caso de los vehículos a gas, que no suponen un beneficio ni en emisiones contaminantes ni de efecto invernadero, por lo que no deben tener ningún tipo de privilegio o prioridad. Se estudia también el caso de la instalación de un filtro de partículas en vehículos que les permitan equipararse con un estándar de homologación superior. Las pruebas que se han realizado han dado buenos resultados, por lo que es una posibilidad que se debe tener en cuenta.
El informe concluye que ni siquiera con todas estas medidas es suficiente para paliar el problema de la contaminación ambiental. Para lograrlo, las zonas de bajas emisiones deben estar acompañadas de otras medidas que fomenten la disminución del uso del vehículo privado: mejoras de calidad de los espacios urbanos y accesos peatonales, infraestructura ciclista y mejoras sustanciales en el transporte público.
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