Si Europa tuviera un martillo
Moscú apuesta por la guerra ante la ofensiva diplomática europea
Guerra en Ucrania
Putin asegura que “Rusia no va a ceder ante nadie” y reitera que los países del Viejo Continente “no pintan nada” en la negociación
Trump amenaza con sanciones a gran escala contra Rusia por estar "aplastando" a Ucrania
Moscú · Kiev/La ofensiva diplomática europea, que incluye un programa de rearme y conversaciones sobre disuasión nuclear, no ha impresionado a Rusia, que mantiene su firme apuesta por la guerra hasta alcanzar un acuerdo sobre Ucrania con su único interlocutor, Estados Unidos.
"Rusia no tiene intención de ceder ante nadie (...) No necesitamos nada que no nos pertenezca, pero lo nuestro no se lo daremos a nadie", dijo Vladimir Putin, el presidente ruso, durante una reunión con mujeres de soldados y combatientes.
Putin, que guarda un silencio revelador desde el encontronazo del líder ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene que los países europeos "no pintan nada" en las negociaciones de arreglo.
"Hay gente que quiere volver a los tiempos de Napoleón. Olvidan cómo acabó aquello", respondió al presidente francés, Emmanuel Macron, en alusión a la fallida invasión napoleónica de Rusia en 1812.
La guerra no tiene alternativa a corto plazo
Mientras el Kremlin asegura que Bruselas no quiere la paz sino la guerra, el Ejército ruso tomó esta última semana otras cuatro localidades en la anexionada región de Donetsk, según informó el Ministerio de Defensa. Además, al menos 11 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en un ataque ruso la noche del viernes contra la ciudad de Dopbropilia, en la región ucraniana de Donetsk, según informaron el Servicio Estatal de Situaciones de Emergencia y la Policía Nacional ucranianas.
"La operación militar especial continúa. Rusia ataca. El enemigo resiste y aún no ha sido derrotado", dijo el ex presidente Dmitri Medvedev, el máximo representante del partido de la guerra en Rusia.
Añadió que "el principal objetivo a día de hoy sigue siendo asestar la mayor de las derrotas al enemigo", aunque las cifras de muertos en las filas rusas hayan alcanzado los 160.000, según la prensa independiente.
En la misma línea, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que Moscú considera "preferible" los métodos político-diplomáticos para lograr sus objetivos, pero que debe defender su seguridad a toda costa.
"En condiciones en las que Ucrania renuncia al diálogo y, más aún, prohíbe jurídicamente ese diálogo, continuamos la operación militar especial para garantizar nuestros intereses", añadió.
Sin tregua a la vista
La palabra de Putin es ley. Y es que Rusia se mantiene fiel a la propuesta que el jefe del Kremlin hizo en junio de 2024. Moscú anunciará un alto el fuego inmediato cuando Kiev retire sus tropas del Donbás y del sur del país (Jerson y Zaporiyia), y renuncie públicamente a sus planes de ingresar en la OTAN.
Entonces, Putin aseguró que quiere una Ucrania "neutral, fuera de bloques y no nuclear" y que también "debe reconocerse la nueva realidad territorial", en alusión a la anexión rusa de la península de Crimea y de otras cuatro regiones ucranianas.
Zelenski primero y después Macron propusieron esta semana una tregua de un mes por aire y mar, que incluiría la suspensión de los ataques contra las infraestructuras energéticas, justo a lo que se opone Putin, quien se opone a un cese el fuego provisional.
Rusia rechazó de inmediato la propuesta, al considerar que dicha tregua es, en realidad, "un respiro a cualquier precio" para que el Ejército ucraniano evite "el colapso del frente".
Sin tropas europeas como garantía de seguridad
En cuanto a la concesión de garantías a Kiev, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se preguntó qué hay de las garantías de seguridad para Rusia, el detonante del actual conflicto, según Moscú.
Por ello, rechazó terminantemente el despliegue de tropas europeas para garantizar el cumplimiento del futuro tratado de paz, entre otras cosas porque Moscú considera que la nueva militarización europea está dirigida contra Rusia.
"Eso significará no una híbrida sino una participación abierta, oficial y no disimulada de los países de la OTAN en la guerra contra Rusia. No podemos permitirlo", dijo.
Además, aseguró que "no hay espacio para el compromiso" y que Moscú verá esas tropas "como veía la potencial presencia de la OTAN en Ucrania".
"Terminantemente, no nos quedaremos con los brazos cruzados", insistió.
Primeros resultados de la normalización con Estados Unidos
Mientras, el resultado más palpable de la incipiente normalización ruso-estadounidense es que Washington ha dado después de muchos meses de espera el visto bueno al nuevo embajador ruso, puesto vacante desde octubre de 2024.
Putin nombró al director del Departamento del Atlántico Norte del Ministerio de Exteriores, Alexandr Darchiev, como nuevo embajador en Washington.
La agitación y propaganda rusa también ha asumido con inusitada rapidez el giro geopolítico que ha supuesto el acercamiento entre el Kremlin y la Casa Blanca.
De un día para otro la prensa rusa ha dejado de hablar de un Occidente colectivo y de las agresivas potencias anglosajonas, en las que estaba incluido Estados Unidos, que ya no es el enemigo acérrimo.
"El Occidente colectivo ha comenzado a perder parcialmente su condición de colectivo (...), queda un grupo de países que, más bien, constituyen un partido de guerra, que declara su disposición a seguir apoyando a Ucrania en términos de apoyar la guerra y garantizar la continuación de las operaciones militares", señaló Peskov.
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