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Los opositores desafían al estado de sitio en Ucrania

revuelta en ucrania | el presidente recurre al ejército para sofocar la rebelión

Las protestas contra Yanukovich ya han dejado al menos 26 muertos y se propagan al oeste del país

Arturo Escarda (Efe) Kiev

20 de febrero 2014 - 05:03

El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, contraatacó ayer al declarar el estado de sitio en todo el territorio nacional para frenar los desórdenes violentos que han causado al menos 26 muertos, una revuelta que se está irradiando desde la capital, Kiev, al resto del país.

Las protestas antigubernamentales se han propagado al oeste de Ucrania, tradicional granero electoral opositor, donde grupos de manifestantes asaltaron y prendieron fuego ayer a edificios oficiales, cuarteles y sedes del partido gobernante en las regiones de Lvov, Ivano-Frankovsk, Volinia, Rovno y Ternópol.

Yanukovich está involucrando al Ejército para aplastar la rebelión popular y decretó ayer el cese del jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, el general Volodimir Zamana, que se negaba a implicar al Ejército en la crisis.

El Maidan, la plaza de la independencia, punto neurálgico de las protestas, ofrecía ayer una estampa de posguerra extraída de un viejo libro de historia, ya que las imponentes barricadas levantadas por los manifestantes por todo el centro de Kiev han sido reemplazadas por un amenazante cordón de fuego en torno a la plaza.

Los manifestantes, que cumplen esta semana tres meses de protestas antigubernamentales, están cercados desde el martes por la noche por los efectivos antidisturbios, lo que hace temer a la oposición la inmediata dispersión del baluarte opositor.

A esto contribuye el hecho de que el metro kievita está cerrado a cal y canto, al igual que muchos de los locales y negocios del centro de la capital, que está en virtual estado de sitio.

La euforia de los opositores ha decaído después de que la Policía retirara varias líneas de barricadas, pero los más estoicos continuaron ayer reforzando las unidades de autodefensa con trozos de adoquines que desmenuzaban pacientemente con picos y martillos.

En un mensaje a la nación, Yanukovich afirmó ayer que los dirigentes opositores "se pasaron de la raya cuando llamaron a la gente a las armas. Y eso es una clamorosa violación de la ley. Y los criminales deben comparecer ante la Justicia, que determinará su castigo".

"Ya no podemos devolver a los muertos. Ya hemos pagado un precio muy alto por las ambiciones de aquellos que aspiran al poder. Pero para que ese precio no sea aún más alto, hago un llamamiento a la cordura. Hay que sentarse a la mesa de negociaciones para salvar Ucrania", dijo Yanukovich, que de madrugada se reunió con los dos principales líderes opositores, Vitali Klitschko y Arseni Yatseniuk, quienes se niegan a llamar a sus partidarios a dejar las calles.

Mientras el presidente llamaba al diálogo, Alexandr Yakimenko, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, en sus siglas en ucraniano), anunciaba la decisión de lanzar en breve una operación antiterrorista en todo el país en la que podría participar el Ejército, según el Ministerio de Defensa.

"En muchas regiones del país (los extremistas) toman sedes de los edificios gubernamentales, comisarías de policía, oficinas de los servicios de seguridad, fiscalías, unidades militares y arsenales", recalcó. Además, añadió, "arden los tribunales de Justicia y los vándalos destruyen propiedades privadas y matan a ciudadanos pacíficos".

Según sus cifras, en las últimas 24 horas más de 1.500 armas de fuego y unas 100.000 balas han caído en manos de delincuentes.

Las imágenes de la violencia armada de ayer en Kiev y en otras partes del país han atraído la atención todo el mundo, al dejar 26 muertos, 16 manifestantes y 10 policías, aseguró Raísa Bogatiriova, titular ucraniana de Sanidad. Según el Ministerio del Interior, los diez efectivos del orden murieron por heridas de bala, lo que ha dado pie a las autoridades a tachar a los manifestantes más radicales de delincuentes y terroristas. Más de 800 personas resultaron heridas en los disturbios, la mitad policías, de los que 83 están hospitalizados con lesiones por arma de fuego.

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