El futuro de Puerto Real sigue en el aire pese a la disposición de Airbus a negociar
La compañía insiste en que la planta está en una "situación crítica" pero buscará una solución "dialogada" con sindicatos y administraciones
El comité de empresa suspende el encierro en la factoría al no abordarse su clausura en el comité europeo celebrado este miércoles en Toulouse
Airbus no cambia el paso sobre el futuro de la planta de Puerto Real, cuya continuidad sigue en el aire a pesar de que su cierre no se haya tratado en la reunión del comité europeo celebrada este miércoles en Toulouse. La compañía insiste en el mismo mensaje que lleva trasladando desde hace meses y reitera que la planta "se encuentra en una situación crítica".
"Antes de esta crisis, Puerto Real ya se enfrentaba a un reto difícil debido al cese de la producción del A380. El impacto de la crisis de la COVID-19 ha agravado seriamente la situación", han señalado este miércoles fuentes de la empresa. "Estamos trabajando en la mejor solución posible para el futuro a medio y largo plazo, asegurando la competitividad y la sostenibilidad de las operaciones industriales de Airbus en España", agrega la compañía.
El matiz ahora es que no hay referencias a las dudas sobre la presencia de dos centros de trabajo en Cádiz, como sí ha ocurrido en anteriores ocasiones. Pero el mensaje es claro. El objetivo es encontrar la mejor alternativa "que maximice la carga de trabajo en España" y será fruto de la negociación con sindicatos y administraciones. "Estas soluciones tendrán que ser dialogadas y estar alineadas con nuestros interlocutores sociales y las instituciones nacionales y locales, con quienes trabajamos estrechamente", ha apuntado la compañía.
Sin embargo, los trabajadores han celebrado como una pequeña victoria el hecho de que no se haya hablado de cierre en el comité europeo . La plantilla decidió suspender el encierro previsto este miércoles en la factoría al recibir los primeros mensajes por parte de sus compañeros en el comité del desarrollo de la reunión.
En un día trascendental para su futuro, la plantilla celebraba otra jornada de protestas en la puerta de factoría de Airbus en Puerto Real. La concentración diaria que tenían programada en su calendario de movilizaciones arrancaba, otra vez, con la quema de neumáticos y un corte de carretera que no realizaban desde hacía una semana. Pero una llamada telefónica cambió el tono.
No se esperaba tener noticias del encuentro entre el comité europeo de Airbus y la empresa hasta la tarde, pero alrededor de las once de la mañana el asunto ya se había abordado en la reunión. “Lo que nos ha trasladado es que, gracias al trabajo de todos y todas, en el día de hoy no se ha producido ningún anuncio de cierre ni de ninguna destrucción de empleo”, dijo el presidente del comité, arrancando aplausos entre los asistentes a la improvisada asamblea.
Trujillo continuó anunciando que “se va a seguir trabajando con los sindicatos de España para buscar las mejores soluciones y la mejor optimización de los recursos existentes para todas las plantas españolas”. Este jueves habrá una reunión del comité interempresas en Getafe, para conocer más detalles sobre la reunión, y a la espera de ese momento, los dos sindicatos mayoritarios en el comité (CC.OO y UGT) decidieron suspender el “encierro preventivo” que tenían previsto para las 14:30 horas.
“Se va a seguir dando oportunidad al diálogo y a la negociación bajo el axioma de que no se va a cerrar ninguna planta y se destruirá empleo”, aseguró Trujillo a este periódico tras su intervención. “La reunión de hoy nos ha permitido seguir ganando tiempo para recuperar la demanda de los más de 7.000 aviones pendientes de entrega en la parte civil, mantener el empleo y las pantas”.
Así, para el presidente del comité la valoración del encuentro es “sumamente positiva en todos los términos, gracias a la conjunción de todos los trabajadores, tanto de Airbus como de la industria auxiliar. Hoy no nos vemos inmersos en una situación de cierre de Puerto Real”.
No todos los sindicatos comparten el optimismo del presidente del comité. El secretario general de FICA-UGT, Antonio Montoro, cree que el cierre de la planta de Puerto Real es “crónica de una muerte anunciada”. Tras la asamblea celebrada en la puerta de la factoría, Montoro dijo en declaraciones a este periódico que “solo se ha ganado tiempo para la negociación, pero no es más que alargar la incertidumbre y la agonía de los trabajadores”.
En los mismos términos se pronunció CGT, que se desmarcó del comité iniciando una acampada en la puerta de la planta del polígono El Trocadero. Para este sindicato, el hecho de que hoy no se haya hablado de un cierre, no significa que no se vaya a producir. Asimismo, ha denunciado que la Subdelegación del Gobierno en Cádiz no ha autorizado una marcha que habían solicitado para realizar el 1 de mayo desde la factoría de Puerto Real hasta Cádiz.
Una fábrica en el punto de mira
Airbus había avisado en varias ocasiones de su que Puerto Real estaba en su punto de mira. El presidente de Airbus Operaciones, Manuel Huertas, ya anunció el verano pasado que estaba en una "situación crítica",. expresión que se ha repetido en casi todos los pronunciamientos de la empresa desde entonces. En febrero, el directivo de Airbus Michael Schollhörn -entonces Chief Operating Officer y ascendido recientemente a consejero delegado de la división de Defensa y Espacio- trasladó a los representantes de los trabajadores de Airbus España que la factoría "no era competitiva, no lo es actualmente y en el contexto que nos encontramos no lo va a ser".
La empresa confirmó de forma oficial este mensaje y sostuvo que no ve viable mantener dos centros productivos en la Bahía de Cádiz, abriéndose a una solución "dialogada" para maximizar "la carga de trabajo en Andalucía y Cádiz". Para la industria auxiliar y los sindicatos, esta negociación consiste fundamentalmente en buscar retener la máxima carga de trabajo y empleo en el CBC de El Puerto, que se quedaría como el único centro de producción de Airbus en la Bahía.
Los problemas de viabilidad de la factoría de Airbus en Puerto Real surgen a raíz del fin de la producción del A380, y la pandemia de coronavirus no ha hecho más que agravarlos. El anuncio de la cancelación del superjumbo en el primer trimestre de 2019 fue una decepción pero no una sorpresa, ya que la cadencia de producción se había reducido de tres A380 al mes a apenas seis anuales. Pero para Puerto Real supuso un duro varapalo.
Inaugurada en 1988, la factoría surgió por la escasez de suelo en la histórica factoría de CASA en Puntales para la fabricación de elementos del MD-11, un trimotor de Macdonell-Douglas, compañía que fue absorbida posteriormente por Boeing. Puerto Real acogió posteriormente toda la tecnología de montaje que se encontraba en Cádiz.
Una década después, se sometió a una gran ampliación para participar en el que sería el gran emblema de Airbus. El A380 fue diseñado para mejorar en todas sus cualidades al Boeing 747 desde la premisa de que el tráfico aéreo mundial de larga distancia se canalizaría a través de grandes aeropuertos alimentados por multitud de vuelos de corto radio. Eso implicaba la necesidad de proveer aviones de gran capacidad, más eficientes pero que necesitan de una alta ocupación para ser rentables.
Interior de la planta de Airbus en Puerto Real.
Interior de la planta de Airbus en Puerto Real. / JULIO GONZÁLEZ
Sin embargo, Airbus erró completamente el tiro, ya que el mercado se orientó hacia vuelos directos de larga distancia sin escalas, dejando fuera de juego tanto al 747 como a su rival más moderno. Las aerolíneas optaron en masa por bimotores de largo alcance con menor capacidad y más versatilidad, como el A350 y el Boeing 787.
El fracaso del A380 se evidencia en que ya se han desguazado varias unidades con apenas una década de servicio, algo inédito en la industria aérea, y que algunas de las grandes compañías que lo operan, como Air France o Lufthansa, hayan anunciado la retirada de su flota aprovechando la crisis del coronavirus.
Proyecto a escala europea
El A380 se concibió como un proyecto industrial a escala europea, repartiendo su producción por Alemania, Reino Unido, España y Francia, implantándose la línea de montaje final en Toulouse. La planta de Puerto Real se encargó del ensamblaje de tres piezas del A380: el estabilizador horizontal; el HTP o timón de profundidad, y la panza o belly fairing. El resto de la carga industrial española del A380 se distribuía entre las factorías de Getafe (Madrid), Tablada (Sevilla) e Illescas (Toledo), junto a una decena de empresas auxiliares. La ventaja competitiva de Puerto Real radicaba en su cercanía al muelle de La Cabezuela, lo que permitía la salida de grandes piezas por vía marítima hacia otras plantas donde se trabajaba en el A380.
La producción del A380 en Puerto Real arrancó en 2003, cuando se entregó la primera belly fairing. El espacio dedicado al superjumbo llegó a acaparar el 70% de la superficie útil de la factoría. Al no cumplirse las expectativas de Airbus, la planta reorganizó su distribución interna y se diversificó, reduciendo el peso del A380 a apenas el 20% de su negocio antes de su cancelación.
Uno de los últimos hitos de Puerto Real fue traer el ensamblaje de los timones de altura del A320, el modelo más exitoso del consorcio. En la etapa previa a crisis sanitaria montaba seis piezas diarias, tras ampliar la línea de producción con una de las máquinas destinadas inicialmente al A380. Además, Puerto Real también se encarga del montaje de varias piezas móviles para el A330, un avión veterano que está al final de su vida útil, y participa también en el programa del A350, el más moderno de Airbus y llamado a sustituir al A330, con el ensamblaje de cajones laterales. Pero la mayor parte de la factoría está actualmente sin uso, lo que penaliza su rentabilidad por los altos costes de mantenimiento que Airbus debe soportar por un espacio sin rendimiento productivo.
Embarque de una de las piezas del A380 en el muelle del Bajo de la Cabezuela.
Embarque de una de las piezas del A380 en el muelle del Bajo de la Cabezuela. / JULIO GONZÁLEZ
A esta situación se suma el impacto de la pandemia. Ante la falta de demanda de aviones por la pandemia de coronavirus, la compañía decidió el año pasado reducir en un tercio el ritmo de fabricación del A320, A330 y A350. En enero anunció que se aplazaba a finales de 2021 el leve incremento que contemplaba a partir de julio en la cadencia de fabricación del A320. Además pospuso para más adelante la decisión sobre una posible revisión al alza del ritmo del A350.
La situación financiera de Airbus se ha erosionado en los últimos meses. En febrero anunció la suspensión del dividendo y pérdidas por un importe de 1.133 millones de euros en 2020 debido a la falta de pedidos por la crisis del coronavirus. Aunque las cifras de negocio presentan fuertes caídas en comparación con el ejercicio anterior, los números rojos del año de la pandemia son un 16% inferiores a los que presentó en 2019, que ascendieron a 1.362 millones de euros, pese a que este año entregó la cifra récord de 863 aviones y facturó más de 70.000 millones de euros.
La causa de estas pérdidas en 2019 fue una provisión de 3.600 millones de euros para afrontar litigios judiciales por corrupción ante las autoridades de Estados Unidos, Francia y Reino Unido. A ello se sumó otro cargo de 1.200 millones para asumir más sobrecostes del programa del avión militar A400M, que se ensambla en Sevilla.
Recortes de empleo
En este contexto, Airbus planteó el año pasado el recorte de 1.611 puestos de trabajo en España, de los que 899 corresponden a la división de Operaciones, y otros 722 en la división militar a ejecutar a lo largo de 2021. En el caso de Puerto Real, adscrita al negocio civil, supondría la supresión de 151 puestos de trabajo, el 40% del total, mientras que en el CBC de El Puerto, perteneciente a la división militar, se recortaría 135 empleos.
Aunque el CEO de Airbus, Guillaume Faury, anunció en febrero que el ajuste laboral en la división de Operaciones se iba a reducir en un tercio, los recortes tienen un efecto arrastre en la industria auxiliar, ya que la propia Airbus calcula que cada puesto de trabajo directo genera otros tres indirectos en proveedores y subcontratas. Y lo peor no son sólo las cifras, sino la calidad del empleo, pues se trata de puestos de trabajo de alta cualificación que permiten anclar talento en la provincia.
A principios de año, Airbus planteó a los trabajadores de Puerto Real el traslado voluntario de medio centenar de montadores a las factorías de Sevilla de la división militar, una medida a la que se opuso el comité de empresa por el impacto que pueda tener en la capacidad productiva futura de la factoría, que aplica actualmente un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el próximo 31 de mayo.
En la otra factoría del grupo en la provincia, el CBC de El Puerto, se aplicaba también un ERTE desde el pasado 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre de 2021, aunque Airbus lo canceló a mediados de abril ante la previsión de un aumento de la cadencia de producción. siendo la única planta del negocio militar en España en la que se había contemplado la suspensión de contratos.
Acuerdos con el Gobierno
El destino de Puerto Real parecía sellado después de que el acuerdo firmado entre el Gobierno de España y Airbus hablara de mantenimiento de empleos pero no de los centros de producción. A cambio de este compromiso, España accedió a a impulsar un Plan Tecnológico Aeronáutico ligado a los fondos de recuperación de la Unión Europea dotado con 185 millones de euros hasta 2024 gestionado por la Agencia Española de Innovación (CDTI).
A esta cifra se suman otros 150 millones de euros ligados a ayudas parcialmente reembolsables para “financiar el mantenimiento y el refuerzo de las actuales capacidades del sector aeronáutico y de defensa en España y preparar la próxima generación de tecnologías de energías sostenibles y cero emisiones”.
Además, España transformará tres A330 en aviones de reabastecimiento en vuelo para el Ejército del Aire, operación que se realiza en Getafe, y adquirirá para Patrulla Marítima cuatro C295, que se ensamblan en Sevilla y en los que el CBC de El Puerto aporta componentes. Los Ministerios de Defensa e Interior comprarán 36 helicópteros H135 en una primera fase de seis años, ampliable a 59 en una segunda fase para el Ejército y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Interior se compromete también a adquirir cuatro helicópteros H160 en los próximos seis años para la Guardia Civil y la Policía Nacional.
La empresa ha correspondido con una fuerte inversión en su centro productivo de Getafe, que ha recibido 400 millones de euros para convertirse en el tercer polo europeo de Airbus, por detrás de Toulouse y Hamburgo, y que fue inaugurado la pasada semana por el Rey y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La tibieza con la que el Gobierno central y el resto de administraciones han defendido Puerto Real quedó evidente con la visita que realizó la ministra de Industria, Reyes Maroto, a Cádiz el pasado Lunes Santo. Su agenda se limitaba inicialmente a participar en un foro sobre el turismo organizado por la Diputación Provincial de Cádiz, sin incluir visitas a las plantas de Airbus o los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz.
Sin embargo, fue modificada a toda prisa después de que el sindicato UGT amenazara con manifestarse ante la Diputación al constatar que la ministra no iba a tratar la situación de la industria en Cádiz, pero sí iba a tener tiempo para visitar la Exposición Magna Cofrade de Jerez. Una decisión aún más incomprensible si se tiene en cuenta que unos pocos días antes Maroto se había desplazado a Palma de Mallorca a un encuentro con representantes del sector turístico balear y sí había encontrado hueco en su agenda para visitar los Astilleros Mallorca.
Finalmente, se improvisó una reunión nocturna en la víspera del foro en un hotel de la capital con los representantes de UGT y CCOO, a los que Maroto trasladó "el compromiso del Gobierno de garantizar los puestos de trabajo en la provincia de Cádiz", pero sin mención expresa a la continuidad de Puerto Real. En sus declaraciones a los medios incidió en el mismo mensaje genérico de que "Airbus se ha comprometido a mantener el empleo y su capacidad productiva", a pesar de que se le preguntó específicamente por la factoría de Puerto Real.
Apenas una semana después, el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley (PNL) que abundaba en ese mensaje genérico de instar al Gobierno a velar por el cumplimiento de los compromisos por parte de Airbus . La PNL no pasa de ser una declaración política sin fuerza vinculante alguna. Fue impulsada por el PSOE y pactada finalmente con Ciudadanos, y contó con el apoyo del PSOE, el PP, Unidas Podemos y Ciudadanos, y la abstención de Vox y Esquerra Republicana. Ningún grupo votó en contra. Sin embargo, tampoco se incluyó mención alguna a Puerto Real, algo que según la diputada del PP, María José García-Pelayo, fue propuesto por el grupo popular y fue rechazado.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dio por hecho el cierre de Puerto Real tras ser preguntado por su futuro en una visita al Puerto de Cádiz. "Estamos evidentemente en contra de cualquier cierre que suponga la destrucción de empleo en Andalucía. Es verdad que la empresa nos ha explicado las razones que motivan ese cierre. Nosotros lo que hemos pedido es que los cierres sean dialogados con el comité de empresa al objeto de que tengan el menor impacto posible en términos laborales", indicó escuetamente el jefe del Gobierno andaluz.
En los últimos días se han sucedido las declaraciones de los políticos después de casi un mes de movilizaciones de los trabajadores que culminaron el pasado miércoles con una manifestación en la que se cortó el acceso a los puentes de la Bahía. El Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad la semana pasada otra PNL presentada por el Grupo Socialista en la que se rechazaba el cerrojazo. El comité de empresa se reunió con todos los grupos parlamentarios y arrancó la participación de las administraciones en un acto celebrado este lunes en el Ayuntamiento de Puerto Real.
La plantilla ha encontrado más apoyos en otros colectivos. Numerosos artistas vienen lanzando mensajes contra su cierre en las redes sociales, gracias a una campaña iniciada por el alcalde de Cádiz, José María González. Además, esta noche en el partido contra el Real Madrid, el Cádiz mostrará una pancarta a favor de Airbus Puerto Real. En la Diputación de Cádiz se ha aprobado esta mañana por unanimidad y por parte de todos los grupos una declaración institucional de apoyo al manifiesto lanzado por el comité interempresas.
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