Airtificial convoca a sus accionistas para aprobar su ampliación de capital
La compañía celebrará la junta de accionistas el próximo 23 de junio
Airtificial propondrá en la próxima junta de accionistas reforzar su balance mediante una operación acordeón de reducción y ampliación de capital. En primera instancia reducirá el capital social por importe de 45,2 millones de euros, con el objetivo de restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad, disminuido por consecuencia de pérdidas de cerca de 35 millones de euros contabilizadas en 2019.
De esta forma, el valor nominal de todas las acciones pasará de 0,137 euros por título a 0,09 euros, previamente a la ejecución de dos ampliaciones de capital de 15 millones de euros y de 4,3 millones de euros, respectivamente, que fijarán el capital social de la empresa en 106 millones de euros.
Los actuales accionistas podrán ejercer un derecho de suscripción preferente en un tramo de 15 millones de euros. No obstante, la compañía señala la posibilidad de que no se cubra por completo en el plazo establecido, "en cuyo caso sólo se aumentará en la cuantía de las suscripciones efectuadas", según ha informado Airtificial este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Precisamente, el presidente de la compañía, Rafael Contreras, ha reducido en las últimas semanas su participación en el accionarado por debajo del 5% tras desprenderse de parte de sus títulos. El otro tramo, por un valor nominal de 4,3 millones de euros, es la conversión en acciones de una deuda con Anangu Grup.
La junta de accionistas, que se celebrará previsiblemente en segunda convocatoria el próximo 23 de junio en Madrid, también votará la ratificación y nombramiento del consejero Enrique Sanz, designado por cooptación con la categoría de ejecutivo, y de Eduardo Montes, nombrado por cooptación como consejero independiente.
Airtificial presentó el pasado mes de febrero unos resultados que arrojan unas pérdidas de 34,7 millones de euros en 2019, su primer año fiscal completo tras la fusión entre Carbures e Inypsa, a finales de 2018. La empresa achacó los números rojos “a la dotación de provisiones extraordinarias durante el ejercicio”, en clara referencia al ejercicio de realidad que realizó en el primer semestre, cuando provisionó 25 millones por el ajuste del valor en libros de varios activos, y reservó otros 3,2 millones por el impacto de una sentencia adversa en los tribunales de Nueva York.
El resultado operativo se vio impactado el año pasado por el inicio del proceso de reorganización industrial, lo que le hizo pasar de un beneficio neto de un millón de euros en 2018 a las pérdidas de cerca de 35 millones en 2019.
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