Antonio Bascuñana: “Para la gente de Sanlúcar, tener que ir a curarse a Jerez era todo un peregrinaje”
Entrevista con Antonio Bascuñana, director del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar
Lleva en la Dirección del centro sanitario sanluqueño desde su apertura, el 26 de mayo de 1997
“En poco más de un año se hizo la obra entera, se dotó al hospital y se puso en marcha”
Imágenes de la celebración del 25 aniversario del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar
25 años como director de un hospital que este jueves pasado cumplía 25 años. Su nombre, Antonio Bascuñana, va irremediablemente unido a la historia del Virgen del Camino de Sanlúcar. Con el pelo más blanco que ese 26 de mayo de 1997, algo más cerca de la jubilación, pero muy orgulloso de su personal, y más tras la experiencia del Covid, y, a la vez, muy agradecido con la familia Pascual que le ha permitido llevar para adelante este hospital con su apoyo pero con total autonomía.
-Qué recuerda de la situación sanitaria que vivía la costa noroeste antes de la apertura del Virgen del Camino?
-Lo que recuerdo es que su población estaba necesitada de asistencia sanitaria hospitalaria. Había proyectos pero ninguno cuajaba y la empresa decidió optar por hacer este hospital que tanto se necesitaba en esta zona de la provincia de Cádiz. Para los profesionales de la casa eso fue un reto importante porque había que dar contenido a un edificio y responder a unas expectativas muy altas. Recuerdo la gran ilusión con que fue acogido el proyecto por parte de la población que vivió el proyecto con mucha incertidumbre hasta que no vio el edificio en pie y con todos sus servicios en funcionamiento. Entre los profesionales había también una cierta incertidumbre sobre cómo íbamos a ser recibidos por la población, pero pronto vimos que la acogida fue excelente.
-Es que tenían que ir al hospital de Jerez hasta para suturarse una herida, ¿no?
-Para la gente de Sanlúcar, tener que ir a Jerez a curarse era todo un peregrinaje. Aquí sólo había dispositivos de atención primaria. La gente de esta zona de la provincia tenía que ir para recibir atención sanitaria a Jerez, que ya tenía un serio problema de cuello de botella porque había crecido mucho su población. Si, además, le sumabas las 85.000 personas de la costa noroeste... Estaba todo muy apretado y más sabiendo que el hospital de Jerez es mucho más pequeño que el Puerta del Mar de Cádiz.
-¿Cómo entra en la “familia” Pascual?
-Yo trabajaba en la Unidad de Infecciones en el Puerta del Mar y Pascual me ofreció la posibilidad de llevar la Dirección de este hospital. Para mí significó un auténtico reto y una aventura que, en principio, me parecía desde el punto de vista profesional muy atractiva. Pero lo recuerdo plagado de incertidumbres hasta no ver todo funcionar con cierta normalidad.
-Fue poner en pie un hospital...
-Yo conocí el hospital en ladrillos y con las estructuras en plena construcción. Desde luego conté con la colaboración de muchas personas, especialmente del actual director de Enfermería, Miguel Rabello. Llevamos 25 años trabajando juntos. Empezó conmigo y sigue conmigo y creo que entre los dos le dimos el impulso necesario a este ambicioso y necesario proyecto.
-¿Cuánto se tardó en convertir ese montón de ladrillos en un hospital?
-En poco más de un año se hizo la obra entera. Se dotó al hospital y se puso en marcha.
-Se activarían los servicios de manera escalonada. ¿No?
-Todo a la vez. Abrimos las urgencias el día 26 de mayo del 97 y ese mismo día nació el primer bebé en el hospital, una niña llamada Nazaret. Ese mismo día se hicieron las primeras hospitalizaciones y las consultas empezaron también el mismo día. Teníamos la plantilla completa así que empezamos a trabajar todos a la vez.
-¿Cómo reacciona la población?
-El hospital creo muchos puestos de trabajo y siempre dábamos preferencia a la gente de la zona. Nos sentimos muy integrados como hospital de la zona y ya nadie habla del hospital de Pascual sino que hablan del hospital comarcal y punto.
-¿Recuerda con cariño la fiesta de inauguración o eso era impensable sabiendo la que se le avecinaba?
-Yo ya sabía a lo que me enfrentaba. Pero por una parte la empresa Pascual siempre me ha tratado de manera muy acogedora. Y, por otra parte, ya conocía a la plantilla y tenía plena confianza en su buen hacer. Y eso es un plus de tranquilidad.
-¿Cuál es la fórmula para haberse mantenido 25 años al frente de este hospital?
-Me ha venido muy bien alternar la Dirección con la labor asistencial como especialista en Medicina Interna. Sigo pasando consulta y eso tiene una doble ventaja, primero porque te refresca y no te quedas anquilosado desde el punto de vista médico. Además, si estás a pie de obra ves directamente los posibles problemas del hospital sin necesidad de que nadie venga a decírtelos. Por otra parte, la ayuda de muchos compañeros, desde la secretaria de Dirección hasta Miguel y otros muchos que han empujado el carro a la vez mía. Sin dejar nunca de lado la confianza que la Gerencia ha depositado siempre en mí. Tengo que agradecer que siempre me han dejado libertad para hacer y deshacer. Me he sentido siempre muy apoyado y eso te lo pone todo mucho más fácil.
El hospital de Sanlúcar planea ya su expansión
La población de la costa noroeste de la provincia de Cádiz se triplica cuando llega el verano. Los sevillanos tienen aquí, en localidades como Rota o Chipiona, su segunda residencia, de manera que el hospital Virgen del Camino tiene ya en cartera una expansión, aunque durante sus 25 años de vida que ahora se cumplen no han parados las mejoras en busca de la optimización del espacio para dar siempre el mejor servicio a una población que supera las 85.000 personas.
De hecho su director, Antonio Bascuñana, afirma que el proyecto inicial del hospital ya contemplaba un espacio para su futura expansión. En la actualidad el Virgen del Camino cuenta con una única altura construida de forma circular y posee capacidad para 110 camas. A esto, Bascuñana añade que es un centro sanitario proyectado de manera que sea, sobre todo, muy accesible para el trabajo diario de sus profesionales. Cuenta con seis quirófanos, 21 espacios para consultas externas, dos camas de críticos y 19 camas entre observación y reanimación pos quirúrgica. Aparte está el gimnasio de rehabilitación y los servicios centrales de radiología con TAC y resonancia y laboratorio. En 2010 vivió una profunda revolución tecnológica que lo ha convertido en uno de los hospitales mejor dotados de la provincia.
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