Apdha denuncia que los Mena sufren "condiciones indignas" en Jerez
La entidad lleva la situación en la que viven los jóvenes migrantes al Defensor del Menor y a Fiscalía
Jerez/La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha presentado una denuncia tanto al Defensor del Menor de Andalucía como a la Fiscalía de Protección de Menores de Cádiz por "las condiciones indignas del trato" a menores extranjeros no acompañados -Mena- que la Junta ha alojado en el hotel Ávila, en Jerez, ante la saturación del centro Manuel de Falla de la misma ciudad. Los hechos, que han sido conocidos por la asociación a través de menores que se escaparon del antiguo hotel, también se han comunicado a la Junta, como responsable en última instancia de la situación y tutela de estos niños, según señaló ayer Rafael Lara, portavoz de la asociación en la provincia.
Éste explicó que la atención y cuidado de estos menores, alrededor de 70, ha sido cedida por la Junta a la empresa Anide y que las condiciones en que están viviendo los jóvenes son "absolutamente intolerables, tanto por inadecuación del propio lugar como por el régimen y gestión de la empresa que los cuida".
Entre los "abusos" e "insuficiencias" que ayer denunció la asociación están la alimentación insuficiente, la falta de mudas y ropa interior, de artículos de higiene, atención sanitaria y no derivación a médico, así como otras circunstancias como el cierre a cal y canto del lugar, "con enorme peligro para la seguridad de los niños y con ambientes cargados y sin ventilación, que puede favorecer la propagación de enfermedades". De hecho, según indicó Lara, en las ventanas se han instalado candados, lo que supone un riesgo por ejemplo en caso de incendio. "Se trata de una concepción de la acogida de menores como si fuese una cárcel", criticó.
De acuerdo a los hechos denunciados por los menores y que han sido trasladados a la Fiscalía y al Defensor, la asociación detalla que los menores están hacinados en cuatro camas por habitación , en habitaciones con mucha humedad, y en las destinadas al ocio "sólo hay sillas que no les permite estar cómodos a los menores en su poco tiempo de ocio". Recriminan también que los jóvenes pasan todo el día sentados y sin realizar actividades. "No se les permite cambiar de canal de televisión. Solo se les permite salir por la tarde aproximadamente dos horas, vigilados de cerca por monitores y en grupos reducidos, por lo cual en el tiempo de ocio se les separa de sus amigos".
Además, según la denuncia, sólo pueden llamar a sus familiares una vez a la semana y durante dos minutos, acompañados necesariamente de un intérprete. "Esta norma se aplica a rajatabla; cumpliéndose los dos minutos de la llamada, se procede a colgar el teléfono. Hay casos en los que los menores han pedido llamar más veces, ya que muchos de ellos tienen a familiares en sus países con diversas enfermedades de gravedad y esto les mantiene todo el día en un estado de ansiedad y tristeza. Aun así, no se les permite ponerse en contacto. En el caso de los chicos que son familiares entre sí, no se les permite compartir cuarto ni comer juntos".
En cuanto a la vestimenta, asegura la asociación que no se les facilita ropa y calzado. "Tienen unas únicas chanclas de dedo desde que llegaron. No pueden cambiarse de ropa por no haber mudas suficientes. Incluso hay días en que no pueden cambiarse la ropa interior por no haber más disponible. No se les facilita champú ni gel, tienen que recibirlo en la mano al entrar en la ducha. Tampoco disponen de pasta de dientes". Se quejan también de que la comida es insuficiente, que faltan mantas en las camas y no disponen de maquinillas de afeitar. "Llevan tiempo reclamando esto. No disponen de cortaúñas y afirman sentir vergüenza al salir a la calle en chanclas, con las uñas largas y además siempre con la misma ropa, que para muchos no es ni siquiera de su talla. Tampoco tienen material en sus habitaciones para una correcta limpieza de éstas".
Respecto a la situación sanitaria, Pro Derechos Humanos mantiene que no se les permite visitar al médico. "Uno de ellos, la pasada semana, atacado por un virus pasó varios días sin atención, hasta que finalmente tuvo que acudir la ambulancia al agravarse la situación. Otros con lesiones musculares no logran acudir al médico, afirman que siempre les dicen "mañana" y éste nunca llega. No existen medidas preventivas de posibles contagios y la falta de ventilación puede propagar enfermedades".
En cuanto al régimen disciplinario, "a los menores que quieren pasar más tiempo fuera se les amenaza con no dejarlos entrar y se les chantajea", según la asociación, cuyo portavoz manifestó ayer que la pasada semana se escaparon niños de 10 años y luego no les dejaron volver, teniendo que llevárselos la Guardia Civil. "Esta semana otro grupo de mayor edad también se escapó. Se les llama por números y no por sus nombres. Se les requisa pertenencias y dinero y luego no se les devuelve. Sus móviles, documentos y dinero están bajo llave y no los han vuelto a ver nunca más". Por último la asociación lamenta que no estén recibiendo clases de español ni de otro tipo para una posterior integración.
La Apdha considera que esta situación detectada "no es más que la punta del iceberg de la improvisación y la mala gestión de los recursos de atención de la Junta sobre los menores extranjeros en nuestra comunidad".
Hay además otros aspectos que preocupan a la asociación y son las quejas que han empezado a detectarse por la "inadecuada" localización de este hotel para la acogida de menores y temen que surjan actitudes xenófobas.
La Junta afirma que los menores están en una situación "adecuada"
El delegado de la Junta en Cádiz, Juan Luis Belizón, afirmó ayer que los menores extranjeros no acompañados que han sido acogidos por la Junta en el hotel Ávila de Jerez están "en condiciones adecuadas". Ante la denuncia de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, Belizón recordó que "para que se abra un centro tienen que ir los inspectores de Igualdad y Políticas Sociales y ver la idoneidad". Además, señaló que "hay personas que están trabajando con ellos, están tutelados y en las condiciones adecuadas que dicen los expertos en la materia". El delegado argumentó que en lo que va de año el número de menores no acompañados llegados supera los 4.000, lo que hace que la carga en los centros sea alta y haya habido que crear centros de emergencia.
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