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Movimiento de calado en SAMI (Saudi Arabian Military Industries), la empresa pública saudí que firmó con Navantia el contrato de las cinco corbetas que se están construyendo en el astillero de San Fernando. El consejo de administración de SAMI acordó la pasada semana el nombramiento de Walik Abukhaled como consejero delegado en sustitución del alemán Andreas Schwer, que ha llevado las riendas de la compañía desde que inició sus operaciones en enero de 2018 tras ser fichado de la multinacional germana Rheinmettal.
Walik Abukhaled, que hasta ahora el responsable de Estrategia y Desarrollo de Negocio, se convierte así en el primer saudí que toma las riendas ejecutivas de SAMI, la empresa creada por Riad con el objetivo de convertirse en un actor mundial dentro del sector de la defensa en 2030 y diversificar sus ingresos más allá del sector petrolífero.
El nombramiento se enmarca dentro de la estrategia de “saudización de los puestos de liderazgo” de la empresa, según ha indicado SAMI en un comunicado, en el que destaca que durante el mandato de Schwer ha logrado hitos en materia de transferencia tecnológica. Cabe recordar que SAMI y Navantia han creado una empresa conjunta para el desarrollo de tecnología de defensa y formación de personal cualificado y que este acuerdo, por importe de 900 millones de euros, se selló el pasado mes de septiembre en Londres.
El ascenso de Walik Abukhaled supone un reconocimiento a su “conocimiento en profundidad de la industria militar y a sus casi tres décadas de experiencia en el sector”. El nuevo consejero delegado de SAMI ha pasado por diferentes puestos de responsabilidad tanto en el sector privado como en el Gobierno saudí. Entre ellos, destacan el de CEO de la empresa norteamericana Northern Grumman para Oriente Medio; el de jefe de Operaciones y director corporativo de Inversiones Estratégicas en la empresa británica BAE Systems o el de presidente de General Electric en Arabia Saudí y Bahrein.
Hasta ahora SAMI había confiado en el fichaje de talento internacional para sus puestos de mayor responsabilidad. Precisamente, la empresa contrató al ex presidente de Navantia Esteban García Vilasánchez tras su sustitución por la actual responsable de la empresa pública, Susana de Sarriá, poco después de que Pedro Sánchez se convirtiera en presidente del Gobierno.
García Vilasánchez, considerado el primer presidente “no político” de la historia de Navantia, fue el ejecutivo que logró cerrar con los saudíes el contrato de las cinco corbetas, que se ha convertido en el encargo de mayor cuantía de la historia de Navantia, con más de 1.800 millones de euros de inversión, repartidos a partes iguales entre la construcción de los buques y la transferencia de tecnología.
Mientras tanto, el astillero de San Fernando retoma progresivamente la obra de las corbetas a lo largo de esta semana tras más de un mes de paralización como consecuencia de la epidemia de coronavirus. La declaración del estado de alarma llegó justo cuando el programa marchaba incluso por delante de los plazos previstos y estaba a punto de botarse la primera corbeta, acto que tuvo que ser suspendido hasta nueva orden.
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