Arabia Saudí ficha al ex presidente de Navantia que firmó las corbetas
Astilleros
Esteban García Vilasánchez, considerado el primer presidente “no político” de Navantia, se incorpora a la empresa pública saudí con la que firmó en 2018 el contrato de construcción de los buques
El ex presidente de Navantia Esteban García Vilasánchez (Mugardos, La Coruña, 1966) ha sido fichado recientemente por la empresa pública Saudi Arabia Militar Industries (SAMI) para dirigir su nueva división naval. Este movimiento, que fue adelantado el pasado mes de junio por La Voz de Galicia, ha causado sorpresa ya que durante su breve periodo al frente de la empresa naval española, entre abril de 2017 y julio de 2018, fue el encargado de cerrar y firmar el contrato de construcción de las cinco corbetas saudíes que se fabrican en San Fernando precisamente con SAMI, la compañía a la que ahora se incorpora.
Esteban García Vilasánchez está considerado como el primer presidente “no político” de Navantia, “un hombre que ha tocado chapa”, como le definieron los sindicatos al conocer su nombramiento hace dos años como máximo ejecutivo de la empresa naval española. Es conocido por su capacidad de diálogo y búsqueda de consenso, a la par que su aversión a las comparecencias públicas, hasta el punto de que en una entrevista para un medio gallego sólo aceptó ser fotografiado junto a los 200 trabajadores que estaban a su cargo en ese momento.
Ingeniero de profesión, inició su carrera profesional en 1990 en el área off shore de la antigua Astano, el área civil del astillero de Ferrol. En 2004 fue designado director de Reparaciones del astillero de Ferrol-Fene, factoría que pasó a dirigir en 2009, con sólo 43 años. En ese puesto intervino en el programa de fragatas para Noruega, las fragatas F-100 y el buque LHD Juan Carlos I para la Armada Española, y el programa LHD para la Armada Australiana.
En 2012 fue nombrado director industrial de Navantia y posteriormente director de Programas. Se encargó de negociar personalmente el contrato de los petroleros suezmax para Puerto Real. También firmó en nombre de Navantia el acuerdo con Royal Caribbean para reparar sus cruceros en Cádiz.
Tras sustituir a José Manuel Revuelta al frente de Navantia, Esteban García Vilasánchez se enfrascó en la negociación del plan industrial y la modernización de las factorías con la aplicación del llamado Astillero 4.0. Sin embargo, uno de los hitos que logró fue el cierre del esperado contrato de construcción de las cinco corbetas para Arabia Saudí. Precisamente una de sus primeras tareas después de su designación fue desplazarse al país del golfo pérsico para desatascar las negociaciones.
Finalmente, el acuerdo fue rubricado en abril de 2018 en La Moncloa coincidiendo con una visita a España del príncipe heredero Mohammed Bin Salman. El contrato, valorado en más de 1.800 millones de euros, es el más importante de la historia de Navantia.
El acuerdo constaba de dos partes. La primera fue firmada por Bin Salman y la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. García Vilasánchez suscribió un segundo documento con el presidente de SAMI, Ahmed Al-Khateeb, con el que Navantia y la empresa árabe se comprometían a crear una sociedad conjunta para gestionar el contrato.
Relevo en la Presidencia
La moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno precipitó la destitución del presidente de Navantia en julio de 2018 . El Ejecutivo socialista decidió renovar las cúpulas de las empresas adscritas a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y ordenó el relevo de García Vilasánchez por Susana de Sarriá, junto a los ejecutivos de otras siete compañías públicas.
El acuerdo de las corbetas estuvo a punto de ser cancelado después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, amenazara con anular la venta de 400 bombas de precisión para el ejército saudí. Ante las protestas de los trabajadores y el riesgo que suponía el estallido de una crisis laboral en la Bahía en vísperas de las elecciones andaluzas, el Gobierno de Pedro Sánchez rectificó y el encargo siguió adelante
SAMI es propiedad del Fondo Público de Inversión de Arabia Saudí y fue fundada en 2017 como parte del plan del príncipe Mohammed Bin Salman para reducir la dependencia del reino saudí del negocio del petróleo. La incorporación de Esteban García Vilasánchez a su cúpula se inscribe en la agresiva estrategia que está desarrollando esta empresa estatal por posicionarse entre las diez principales empresas a nivel mundial del sector de la defensa.
Aunque es de propiedad pública, la gestión de la empresa está en manos de ejecutivos extranjeros con larga experiencia en el sector, como su consejero delegado, Andreas Schwer, que fue fichado desde la empresa alemana Rheinmettall Defence.
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