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El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman Bin Abdulaziz Al-Saud, ha firmado en las últimas horas el acuerdo entre el Gobierno saudí y el español para la construcción por parte de Navantia de cinco corbetas para el país asiático. Fuentes oficiales de la compañía pública señalaron ayer por la tarde a este medio no tener confirmación escrita aún, pero otras fuentes de Navantia extraoficiales aseguraron que el contrato ya está sellado por el príncipe saudí.
Una vez llegue el contrato oficial a Madrid, se abre un plazo de tres meses para su entrada en vigor, tiempo en el que se tendrán que dar los siguientes pasos estipulados en la firma del precontrato de abril pasado, como la entrega de los avales por parte de los astilleros españoles, para dejar patente que son capaces de llevar el contrato a buen puerto.
Los comentarios en los ambientes relacionados con la constructora naval fueron insistentes durante todo el día de ayer, pero la alcaldesa de La Isla, Patricia Cavada, fue la primera autoridad de la Bahía que se hizo eco de la noticia, al celebrar en su cuenta de Facebook la rúbrica por parte del Gobierno de Arabia.
"Me informan que ha sido firmado el contrato de Navantia con Arabia. Es sin duda la mejor de las noticias para San Fernando; muy esperada esta carga de trabajo para nuestros astilleros, que lleva consigo la generación de empleo para nuestra ciudad". La regidora isleña se declaró "enormemente feliz por todo lo que supone".
En realidad, la firma del contrato tan esperado es el aparente final de una larga y ardua historia de intentos, negociaciones, rumores y noticias que empezaron a tener peso oficial el pasado 12 de abril cuando la entonces ministra de Defensa española, María Dolores de Cospedal, y el príncipe saudí firmaron en Madrid el acuerdo de intenciones entre ambos gobiernos "en relación a la venta por parte de Navantia de cinco corbetas", según el comunicado que se publicó ese día por parte del Ejecutivo español. Ese 13 de abril se produjo la imagen que tantos esperaban, aunque no había seguridad absoluta al hablarse en el documento de "acuerdo de intenciones", pero ahí estaba: Cospedal estrechando la mano del heredero saudí y sujetando el documento recién firmado. Junto a ellos, un paso atrás, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Este acuerdo de partenariado suponía la casi culminación, dos años y medio después, del mayor contrato exterior de la historia de los astilleros tomaba forma. El documento fue suscrito entre los ministerios de Defensa de ambos países y por él se comprometieron a continuar adelante con los esfuerzos conjuntos en materia de defensa.
De acuerdo con lo avanzado, el contrato finalmente de alcanzar un valor de 1.880 millones de euros. En aquel día de abril se rubricó un segundo documento entre los responsables de Arabia y el propio presidente de Navantia , Esteban García Vilasánchez. En este acuerdo Navantia y Arabia Saudí crean una empresa mixta que será pública conjunta, y se encargará de gestionar el contrato de construcción de las corbetas, así como su desarrollo.
Concretamente, según el comunicado de prensa oficial, se firmó un "Memorando de Acuerdo" entre Navantia y la empresa pública saudí SAMI, en el que ambas se comprometieron a crear una empresa conjunta para los futuros programas navales en Arabia Saudí". Como añadió dicho comunicado, ambas delegaciones acordaron dar un "nuevo impulso" a las relaciones bilaterales en el contexto de la Visión 2030" saudí.
El paso definitivo dado en las últimas horas por el príncipe Mohammed Bin Salman Bin Abdulaziz Al-Saud no es sino la confirmación de una noticia esperada durante más de dos años y medio por una plantilla, la de Navantia San Fernando, que ve en este contrato una salvación para la complicada situación del astillero. El presidente del comité isleño, Jesús Peralta, calculó tras el sello de aquel acuerdo que, además de los 1.100 empleados de plantilla en la factoría, en los momentos punta de este contrato entrarán a trabajar en el dique hasta 3.000 empleados de industria auxiliar y más incluso se beneficiarán del empleo inducido. Un auténtico terremoto laboral "que San Fernando y la Bahía necesitaban", concluyó.
La envergadura del contrato con Arabia Saudí se puede coprobar con algunas declaraciones previas: en abril, el presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, aseguró que "la construcción de las cinco corbetas tendrá un elevado impacto en la economía y el empleo, ya que se calcula que durante 5 años se ocupará anualmente a cerca de 6.000 trabajadores directos e indirectos. Jesús Peralta, del comité de empresa, añadió que para la construcción de estos cinco barcos llegarán hasta San Fernando unas 600 personas de Arabia que recibirán la formación necesaria para convertirse en la tripulación de las corbetas. Para ello, necesitarán un sitio en el que recibir esa formación. Estarán dentro del histórico Arsenal de La Carraca, junto a la factoría isleña: el antiguo cuartel de Infantería y el de Marinería. Allí, se harán las reformas necesarias para estos 600 futuros tripulantes.
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