“Arcos tiene que volver a escucharse y ser de nuevo un pueblo de referencia”
Miguel Rodríguez (PP) | Alcalde de Arcos
"No hemos venido al Ayuntamiento a llorar sino a solucionar los problemas más graves que tiene Arcos"
"El gobierno anterior hablaba de milagro económico y era más bien ilusionismo"
Miguel Rodríguez ya es el nuevo alcalde de Arcos
La firma del primer pacto de gobierno en la provincia se localiza en Arcos
Arcos/Políticamente hablando Arcos es una veleta que cada equis deja de confiar en el PP o en el PSOE para darle la confianza al partido adversario. De ahí la alternancia que ha habido en las últimas décadas entre alcaldes de peso como Jesús Ruiz, Juan Manuel Armario, Pepa Caro, José Luis Núñez o Isidoro Gambín. En las elecciones municipales del pasado 28 de mayo la veleta volvió a girar ocho años después para darle la confianza ahora al PP, liderado en esta ocasión por Miguel Rodríguez, un joven abogado de 33 años que irrumpió en la política provincial cuando, siendo militante de Ciudadanos, fue nombrado delegado territorial en Cádiz de las áreas de Turismo y Justicia, un cargo que mantuvo desde principios de 2019 hasta mediados de 2022.
Hoy, afiliado ya al PP y presidiendo un gobierno municipal en coalición con la formación local AIPro, Rodríguez explica que ha accedido al cargo para solucionar los problemas principales que tiene su pueblo y también para recuperar el esplendor y el protagonismo que, a su juicio, ha ido perdiendo Arcos en los últimos años.
–¿Qué balance hace de estos dos primeros meses en el cargo? ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de la gestión municipal?
–Sabíamos perfectamente dónde veníamos y aparte tengo experiencia en la Administración pública, porque vengo de la Junta, y también en la empresa privada como abogado. Lo que me ha sorprendido es la realidad económica del Ayuntamiento, que nada tiene que ver con lo que nos vendía el gobierno anterior. Han estado ocho años hablando de milagros económicos y ha sido más bien un ilusionismo económico porque nos hemos encontrado con unos presupuestos totalmente desmontados en los que la mayoría de las partidas las han cambiado todas para que vayan a la piscina cubierta, que es uno de los proyectos que empezó el ex alcalde Isidoro Gambín cuando era delegado municipal de Deportes. Así que fíjense el tiempo que lleva esa piscina, ese monumento a la dejadez que tenemos en un sitio tan visible como es la carretera nacional. Todo esto lo tiene que saber la sociedad arcense, que el gobierno anterior dejó de invertir en infraestructuras y en servicios básicos y quitó dinero de Deportes, de Festejos y de todo para volcarlo exclusivamente en la piscina. Y a todo esto hay que sumarle una cantidad inmensa de facturas sin pagar, que han afectado a algunos servicios.
–¿Cómo cuáles?
–Pues se dejó de pagar a la empresa de recogida de basuras y también a la que se encargaba de recoger sofás, sillones o colchones. Esta segunda incluso ha dejado de prestar servicio y hemos tenido que hacerlo nosotros con recursos propios para no ensuciar la imagen de las calles del pueblo. Es decir, que ha habido muchas cosas que no estaban en orden. Pero nosotros dijimos en campaña que no íbamos a venir a llorar sino que veníamos a trabajar y eso es lo que hemos hecho desde el minuto uno. Venimos a solucionar los problemas prioritarios que tiene Arcos, como el de la barriada de la Verbena o la Plaza del Cabildo, entre otros.
–El pacto PP-AIPro estaba cantado desde la noche electoral ya que, no en vano, han gobernado en coalición en Arcos en tiempos pasados. Incluso fue el primer pacto en firmarse en la provincia.
–Había una cosa muy clara y es que el pueblo había pedido cambio. Y ese era el pacto más natural. Hubo conversaciones, hubo momentos de fricción entre los dos partidos, pero el pacto se cerró de una forma bastante buena.
–Nunca es fácil derrotar a un alcalde que está en el poder. ¿Cómo lo ha logrado el PP en Arcos?
–Pues presentando un proyecto contundente que tenía en cuenta las medidas que nos demandaban los vecinos de Arcos. Y aparte hemos presentado un equipo de gente seria, muy profesionales, y eso ha calado. La gente vio que veníamos con seriedad y a mejorar el pueblo. Nuestro slogan era ‘Arcos en marcha’ y la gente está viendo que nos hemos puesto a funcionar, que Arcos estaba muy parado, sin inversión, sin ocio. Necesitaba ponerse en marcha y lo hemos hecho en sólo dos meses. Venimos a funcionar y no a que pasaran los días sin que los vecinos vieran avances. Ahora Arcos está teniendo una vida tremenda, con muchas actividades.
–¿Les ha dado tiempo a preparar el verano?
–Sí, pero hemos corrido mucho. Por ejemplo teníamos por delante la Velada de las Nieves, que es el segundo festival flamenco más antiguo de Andalucía, y salió muy bien y además ampliando los días del festival y sumándole una semana cultural. Esto al final es tener ganas de trabajar y echarle ilusión. Y las delegaciones de Fiestas y de Cultura llevan un ritmo frenético que está permitiendo que el verano en Arcos sea atractivo. Hacía tiempo que no veíamos aquí tanta afluencia de público como se está viendo en este último mes.
–Desde fuera da la impresión de que en los últimos años o décadas Arcos ha perdido parte de su predominio turístico en la provincia de Cádiz en beneficio de otras poblaciones de la Sierra o, por ejemplo, de Vejer. ¿En Arcos existe esta impresión? Y de ser así, ¿qué se puede hacer para variar la situación?
–Esa impresión puede que exista en Arcos pero yo no tengo complejo de inferioridad alguno. Yo creo que estoy en el pueblo más extraordinario del mundo, con el conjunto patrimonial más bonito de la provincia y de España y tenemos que trabajar desde este gobierno para ponerlo en valor. Es cierto que desde la Administración se ha trabajado muy poco en el nivel turístico porque éste tiene que ser un pueblo limpio, cómodo, amable y a la gente hay que darle atractivos culturales y de otra índole. En apenas un mes hemos revolucionado la oferta turística y la gente ha respondido. Es una pista de que vamos en el buen camino.
–La barriada de La Verbena que lleva muchos años pidiendo una solución a los problemas de deslizamiento de tierras que afectaron a muchos hogares. El ex alcalde, Isidoro Gambín, se fue diciendo que la Junta no le mandó el convenio para iniciar ese proyecto de reurbanización.
–Como alcalde lo primero que hice fue ponerme a trabajar en La Verbena porque me comprometí con los vecinos y porque lo voy a solucionar yo en mi mandato. Eso lo tengo clarísimo y quiero que los vecinos lo tengan claro también. A partir de ahí tengo que decir que el Ayuntamiento de Arcos tuvo dos requerimientos de la Junta de Andalucía solicitándole documentación para llevar a término el convenio de La Verbena y el Ayuntamiento de Arcos no le hizo caso alguno a estos requerimientos. Eso está por registro y ahí no hay dudas ni mentiras. Mi teoría es que el gobierno anterior hizo caso omiso porque tenía que comprometerse a que el Ayuntamiento pusiera un millón de euros de fondos propios para acometer este proyecto y no lo tenían porque todo el capítulo de inversiones del presupuesto estaba destinado íntegramente a la piscina cubierta.
–La obra de la Plaza del Cabildo ha devorado a muchos de sus predecesores en el cargo. ¿En qué estado se encuentra la obra y qué plazo de ejecución tiene?
–El plazo acaba en diciembre porque es un fondo ITI que tiene que estar finalizado en esa fecha. De la Plaza del Cabildo podríamos hacer un monográfico pero haciendo un resumen muy breve diré que Gambín no ha podido con la plaza y que nos la ha dejado desmontada para que nosotros la terminemos como podamos. El proyecto Ciudad Amable nació viciado desde el principio porque los proyectos ITI tenían que ser participativos, con consultas a los vecinos, con exposiciones públicas, con plazo de alegaciones, y no ha habido nada de eso. Y no sólo no ha sido participativo sino que además ha habido disconformidad de varios sectores de la sociedad arcense. El proyecto será más feo o más bonito, puede gustar más o menos, pero lo que los vecinos pedían era que no se perdieran las señas de identidad de la plaza. Por eso pedían que el balcón no se tocara, que el Paseíllo no se tocara, no le veían mucho sentido a una fuente que hay en el proyecto porque en la plaza nunca ha habido una fuente, es decir, que había cierta disconformidad con la estética de la plaza, porque era una estética un poco modernista y eso le chocaba a la gente. Y aparte se ha empezado la casa por el tejado, eliminando los coches de la plaza pero sin buscarle una solución alternativa a los vecinos que viven aquí. Primero había que haber buscado aparcamientos alternativos y después restringir el tráfico. Aquí estamos todos de acuerdo en que los coches sobran pero los que viven aquí necesitan alternativas para que sus vidas sean más cómodas. Lo que se ha conseguido de esta manera es despoblar el casco histórico. De ahí la importancia que le estamos dando en la realización de nuestros eventos al casco histórico porque queremos revitalizarlo.
–Hay un juicio pendiente que pesa sobre un gobierno anterior de PP y AIPro por un supuesto caso de enchufismo en el Ayuntamiento que se extiende a una treintena de personas. ¿Está preparado para enfrentarse a la opinión de la calle si el fallo no es favorable? ¿En qué le podría afectar?
–Yo vengo del mundo de la Justicia, soy una persona que cree fervientemente en el Estado de Derecho, y tendremos que asumir lo que la Justicia decida. Pero es evidente que no nos podremos responsabilizar de cuestiones que no hayamos llevado a cabo nosotros y tendremos que acogerlo de la manera más neutral y más normal posible. No es un tema que me preocupe, sinceramente, y tampoco nos debe influir. La calle nos puede responsabilizar de la gestión que hagamos pero no de decisiones que nosotros no hemos tomado y de las que no hemos sido partícipes.
–¿Cómo está afectando la sequía a Arcos? Porque ha habido quedas de casos de turbidez en el agua.
–Lo que nos llega a nosotros es que agua hay. Ese problema de escasez no lo tenemos aún, porque aquí tenemos agua mineral, agua de pozo. Es cierto que tenemos un problema de turbidez que nos lo puede estar dando un pozo determinado del que nos suministramos. Yo ya he ido a la Consejería de Aguas en Sevilla y se han comprometido conmigo a hacer sondeos para ver si podemos contar con pozos con mejores condiciones de agua. Si esto es así, la Junta se compromete a ayudarnos en esa construcción de pozos.
–¿Y no han pensado en la opción de sumarse al Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana?
–Para hacerlo el coste gira en torno a unos 30 millones, una inversión muy alta que nosotros no podemos asumirlo por nosotros mismos. Además, tenemos soluciones más cercanas cono la construcción de nuevos pozos o de una depuradora que filtrara el agua, pero estamos empezando por el principio, que es detectar el problema. Después veremos si hay zonas que nos puedan dar agua de mejor calidad.
–¿Y habrá cortes de agua?
–No tenemos detectado un problema de cantidad de agua, aunque es verdad que estamos en una situación de sequía en España y sobre todo en Andalucía y tendremos que estar a lo que la Junta nos diga. Nosotros tenemos agua de acuíferos y nuestros condicionantes son diferentes a los de los pueblos que están acogidos al Consorcio. Ese miedo está pendiente y estamos en alerta pero no lo tenemos tan cerca.
–¿Para Arcos es muy importante que la Junta construya una autovía en la A-384, en dirección a Antequera?
–Las conexiones siempre son importantes pero Arcos tiene muchos ingredientes como para no tener que depender de una autovía. Nosotros tenemos que trabajar por nosotros mismos y después todos los añadidos que vengan pues repercutirán positivamente.
–¿Cuál es su prioridad como alcalde para estos cuatro años?
–Pues que Arcos vuelva a recuperar el protagonismo que tenía años atrás. Arcos tiene que volver a escucharse y debe ser de nuevo un pueblo de referencia. La gente tiene que tener pasión por venir a Arcos. Eso, unido a la atracción de inversión para que mis vecinos no tengan que salir fuera a buscar trabajo, van a ser las dos líneas fundamentales de este alcalde.
El joven abogado que soñó con ser alcalde algún día
El nuevo alcalde de Arcos, Miguel Rodríguez, ha materializado un sueño para el que dice que se ha preparado concienzudamente a lo largo de su vida. El 23 de junio, en el teatro Olivares Veas, este joven abogado se convirtió en flamante alcalde de Arcos tras recibir la vara de mando en la sesión plenaria de constitución del Ayuntamiento surgido de las elecciones municipales del 28 de mayo. Y prometió llevar a su localidad hasta "lo más alto" en lo económico y social ante un concurrido aforo. "Mi pueblo es un diamante en bruto que hay que pulir. Tiene que sonar", ha dicho en varias ocasiones el nuevo regidor, de 33 años de edad, tras su investidura, que fue precisamente la última que se celebró en la provincia tras un recurso electoral. Tantas son sus ganas de pisar gestión municipal que Miguel Rodríguez fue también el primero que amarró formalmente en la provincia una alianza de gobierno para este mandato, dándolo a conocer públicamente a los pocos días de las elecciones. Así que no era de extrañar que minutos después de ser investido como alcalde y en el mismo teatro ya convocara a su nuevo gobierno, formado por la coalición PP-AIPro, a la primera reunión de trabajo. "No hay tiempo que perder y mucho que hacer", dice el regidor, que es padre de una bebé de ocho meses a la que le dedica los minutos que rasca cuando no está en la Alcaldía. Miguel Rodríguez, abogado de profesión con despacho en la localidad arcense, echó los dientes políticamente en la formación local AIPro, con lo que sus socios actuales son como de la familia. Él mismo fue el artífice de llevar hasta Arcos la formación de Ciudadanos, y bajo su paraguas ha formado parte del Gobierno popular de la Junta de Andalucía, en Cádiz, como delegado territorial de Turismo y Justicia en Cádiz por la formación naranja. Tras su paso por Ciudadanos y sin complejos para dar un giro, Rodríguez dijo sí a la invitación del PP para presidir la candidatura en Arcos a los últimos comicios locales, dejando sorprendido a más de uno. Y en su primera salida en la que se ha presentado al ruedo electoral como candidato llegó y besó el santo ya que consiguió ganar las elecciones municipales para el PP y desplazar de la Alcaldía al hasta entonces alcalde socialista Isidoro Gambín, que ha gobernado esta localidad los últimos ocho años, la mitad de ellos con mayoría absoluta. Eso sí, Rodríguez ha pactado una alianza con AIPro para poder gobernar sin sobresaltos estos cuatro años que tiene por delante. Miguel Rodríguez es, en estos momentos, uno de los regidores más jóvenes de la provincia, y la pasión por la política le corre por las venas desde muy pronto ya que cuenta con una doble licenciatura en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad de Granada. Confiesa que le gusta la música, viajar, leer, pero ahora mismo cuando le saca horas al reloj su prioridad es su familia, “los biberones” y la crianza de su hija.
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