La Armada prepara en Rota la reforma de su Flotilla de Aeronaves

Cádiz/La Flotilla de Aeronaves de la Armada está inmersa en un proceso de importante renovación. La marina española anunció recientemente la creación de la Duodécima escuadrilla, que acogerá a los Airbus H135 en la Base de Rota, pero es que todas las unidades de helicópteros “están en proceso de renovación, por diversas obsolescencias de los modelos que van llegando al final de su vida útil”.

Así lo explica el comandante de la Flotilla, el capitán de navío José Emilio Regodón Gómez, que habla con Diario de Cádiz sobre situación actual y escenario futuro del arma aérea, sus necesidades y capacidades. Sin novedad, por el momento, de la sustitución de los Harrier, en la Base de Rota –donde están todas las unidades salvo la de drones, que se encuentra en Torregorda– se preparan, con obras de ampliación, para el programa de los helicópteros NH-90, con los que se creará una escuadrilla más: la número 14. Además, ya ha empezado a trabajar allí la 'dotación de quilla' de la que acogerá a los Airbus H-135.

Y es que “buena parte de nuestras infraestructuras fueron construidas en los años 1960 y 1970, y pese a haber recibido mejoras en el último medio siglo, la incorporación de nuevas plataformas con nuevos requisitos nos obliga a una deseable actualización de estas infraestructuras, o al derribo de las más viejas e inadaptables para afrontar la construcción de otras nuevas”.

Por el momento, adelanta el comandante, "los trabajos más importantes ya en desarrollo son los asociados al programa NH-90, que incluyen la ampliación y renovación de la plataforma de levante del aeródromo, la construcción de un nuevo hangar para estos helicópteros, y la modernización de parte de las infraestructuras de mantenimiento (incluyendo la ampliación de algunas de ellas como es el caso del Taller de Estructuras aeronáuticas). Pero también "se van a renovar parte de los edificios de apoyo a las operaciones en el aeródromo, donde se resguardan y mantienen todos los vehículos especiales que prestan sus servicios en las pistas del aeropuerto".

La situación actual, bajas y próximas incorporaciones

Actualmente la Flotilla se organiza en cinco escuadrillas de helicópteros, dos de aviones, y una de drones, donde se encuadran del orden de 550 profesionales, comenta el capitán de navío. "Todas las escuadrillas de helicópteros están en proceso de renovación, con modelos al final de su vida útil" y así resume el comandante todos los cambios que se están produciendo:

“La Quinta Escuadrilla dejó de utilizar en junio de 2022 los Sikorsky SH-3D y se ha trasformado para operar los Sikorsky SH-60F que empezaron a llegar en 2017 buscando un adecuado solape. La Sexta Escuadrilla voló por última vez los Hugues H-500 en junio de este año. Esta escuadrilla, ahora en proceso de desactivación, ha sido reemplazada por la Duodécima, que recibirá en octubre de 2023 sus dos primeros Airbus H135, de los siete previstos. La siguiente que afronta renovación es la Tercera y sus Augusta Bell AB-212. Está previsto que esta escuadrilla sea desactivada en julio de 2024, y reemplazada por la Decimocuarta que incorporará Airbus NH-90 MSPT (helitransporte táctico) a partir de mayo de 2025. Por último, la Décima Escuadrilla, que opera el Sikorsky SH-60B, tiene previsto renovarse desde finales de 2025, incorporando la evolución del SH-60B: el MH-60”.

Mientras, las intenciones de la Armada es también poder renovar los aviones, las escuadrillas de ala fija. Así, quiere hacerse con los Cessna Citation de Cuarta Escuadrilla “por un avión de características similares, preferentemente de fabricación europea” y con los cazas Harrier AV-8B+ de la novena Escuadrilla. “Estamos pendientes de su posible sustitución por otro avión que sea capaz de operar desde el LHD Juan Carlos I”, apunta, y “existen trabajos en desarrollo en el Estado Mayor de la Armada para ambos”, añade.

Porque "en el caso de las Citation, por ser aeronaves que acumulan en algún caso más de 40 años de servicio, lo cual se traduce en un notable sobreesfuerzo de sostenimiento para poderlas mantener en la línea de vuelo”. “Y en el caso del Harrier, es conocido que los otros dos operadores de este modelo (los Marines de los EE.UU. y la Marina Militar italiana) han iniciado ya su transición al F-35B, y tienen sus flotas de Harrier en proceso de desactivación. Esto nos dejará como los últimos operadores de un modelo que pronto dejará de tener el apoyo de los diferentes programas combinados que establecieron los Estados Unidos, Italia y España”.

De momento, no hay novedades. “El Harrier está en lo que denominamos su 'tercer tercio de vida”'. Los planes que manejamos apuntan a poder operarlo y que siga siendo relevante hasta el entorno del año 2030. Que España opte por incorporar los F-35 a su inventario es, evidentemente, una decisión de ámbito político. La Armada permanece atenta, pendiente de que se concrete en uno u otro sentido, para adaptarse en consecuencia”, manifiesta el capitán de navío.

La llegada de los Nh-90 y Airbus H-135

Mayo de 2025 se sitúa como una fecha clave. A partir de entonces, llegarán los primeros NH-90 MSPT (versión de helitransporte naval y asalto anfibio), “de un total de siete unidades en la primera remesa que debería completarse antes 2027. Existen además planes de recibir una segunda remesa posterior, para alcanzar el número final de trece", concreta Regodón Gómez. “Los planes apuntan a que los NH-90 MSPT constituirán la Decimocuarta Escalla, cuyo núcleo inicial se activará en verano de 2024, tras la baja de los AB-212 de la Tercera. Iniciaremos así un periodo de trasformación de nuestro personal para asumir un sistema de armas complejo, y que estén listos para la llegada de los primeros tras diez meses de formación”.

Ese trabajo previo ya lo está realizando la Duodécima. “Fue creada formalmente en febrero de 2023, pero lo cierto es que los trabajos previos de organización en la FLOAN llevan desarrollándose desde 2021”, señala. Así, “desde marzo tenemos personal de esa escuadrilla efectuando diversos cursos de formación en Airbus. Como toda nueva unidad que se crea en la Armada, hay un proceso administrativo y organizativo desarrollado por esa ‘dotación de quilla’ que suele pasar desapercibido. Pero que está cimentando las bases para que el día que el primer helicóptero se entregue en octubre de 2023, la unidad cuente ya con un equipamiento y formación suficiente para poder comenzar a operarlo con la debida seguridad”.

Como ya se anunció, los dos primeros Airbus H135, se espera que lleguen los primero en octubre de 2023, "esperamos tener uno en Rota desde entonces mientras que el otro quedará en Albacete para ser empleado en tareas de adiestramiento y formación inicial. “El resto de helicópteros, hasta completar los siete adquiridos, se esperan en entregas individuales en mayo y agosto de 2024, para finalizar en marzo, junio y octubre de 2025”.

Mantenimiento y renovación

Y en este proceso de ‘reforma’ en el que está inmerso la Floan, el comandante también recuerda que “todas la aeronaves se mantienen siguiendo estrictos protocolos, independientemente de los años que lleven en servicio”. “Además, aquellas que todavía disponen de una razonable vida remanente son actualizadas y modernizadas para que sigan siendo relevantes en las funciones que tienen asignadas. Así, por ejemplo, los SH-60F fueron adaptados de su cometido original antisubmarino al de helitransporte táctico y sus cabinas fueron modernizadas antes de ser recibidos en Rota. En cuanto a los SH-60B y los Harrier siguen recibiendo actualizaciones de hardware y software, para incrementar sus capacidades hasta el límite que nos podemos permitir”.

¿Qué capacidades le ofrece ahora a la Armada la Flotilla y cuáles son las que serían más necesarias mejorar?, le pregunta por último Diario de Cádiz. “La FLOAN pone a disposición de la Armada dotaciones listas para entrar en combate, operando hasta los límites de las plataformas que tenemos asignadas. Con la configuración actual, somos capaces de cubrir un amplio espectro de misiones, que van desde las logísticas, aeroevacuaciones, vigilancia marítima, y búsqueda y rescate (SAR); pasando por las de asalto anfibio helitransportado y operaciones especiales; y manteniendo las básicas de guerra naval como localización, seguimiento y ataque tanto de buques de superficie como de submarinos. Además, la aviación naval embarcada de ala fija (los Harrier) ofrece una capacidad de defensa antiaérea del grupo de combate centrado sobre el L-61 Juan Carlos I, y una opción estratégica de ataque en profundidad que solo puede llevarse a cabo desde la movilidad y la discreción de un portaviones en la mar", manifiesta.

"En cuanto a las áreas en las que disponemos de margen de mejora, apuntaría a sistemas aéreos embarcables de alerta temprana; la incorporación de sistemas no tripulados armados; o la incorporación de sistemas de armas y compartición de datos automatizados en las diferentes aeronaves bajo un concepto resiliente de explotación de la información y letalidad distribuida”.