Atlanterra carece de plan de autoprotección

Tarifa/Cada vez que se produce un incendio surge la duda si se podría haber evitado o minimizado. Las urbanizaciones tienen la obligación de contar con planes de autoprotección que informen a los vecinos de las medidas a tomar en caso de un incendio. Atlanterra es una de las urbanizaciones sin este plan a pesar de los requerimientos y expedientes abiertos por parte de la Junta de Andalucía.

La Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio recuerda cada año la obligación de tenerlo aprobado y actualizado y la responsabilidad recae no sólo en la urbanización sino también en el Ayuntamiento. Tarifa tiene 19 urbanizaciones y, además de Atlanterra, otras siete están en la misma situación.

El Gobierno andaluz recuerda que, a pesar del desastre medioambiental que causa un incendio, no cumplir con esta ley está tipificado en el código penal como sanción leve, por lo que en ningún caso la multa superará los 3.000 euros. Sí se contemplan medidas coercitivas, sumando las sanciones administrativas hasta que cumplan y ejecuten los planes. Dependiendo de la actitud de los vecinos de las urbanizaciones se puede seguir por la vía penal.

Los agentes del Infoca son los encargados de realizar una inspección a las urbanizaciones cada año en los meses de otoño y comprobar si han realizado las actuaciones exigidas. El dispositivo Infoca está operativo todo el año para ayudar y asesorar a las asociaciones vecinales y trabajar de modo conjunto.

Medio Ambiente recuerda que los planes contraincendios son obligatorios desde hace más de 20 años para las urbanizaciones y ayuntamientos donde se ubique, que deben exigirlas para su aprobación e inclusión en el Plan Local de Emergencias por Incendios Forestales. Así, se insta desde hace años a los gobiernos municipales a que exijan su elaboración, los aprueben y verifiquen el cumplimiento de los mismos. También se recuerda que no sólo son los núcleos de viviendas los que deben tener estos planes sino otras instalaciones, como gasolineras, naves o instalaciones eléctricas situadas en zonas forestales.

Aunque no todo son malas noticias. En los dos últimos años muchas urbanizaciones se han puesto al día con sus planes, como la de La Alcaidesa en La Línea, que sufrió un grave incendio el pasado verano.