3, 2, 1... Atunes

Pesca

Las almadrabas gaditanas encaran la última semana de trabajo previa al inicio de las capturas

Almadrabas: La costa del tesoro

Momento de una levantá en la almadraba de Barbate. / Julio González

¿Notan ese calorcillo filtrándose por los poros de la piel? Los rayos del sol pican como estiletes, los días se alargan, el aire es más cálido, el levante que todo lo ve nos visita con más frecuencia y la temperatura de los mares sube. Los atunes también lo notan. Es la llamada de lo salvaje. La hora del vámono que nos vamos, el inicio de una cuenta atrás que lleva repitiéndose durante milenios en las aguas gaditanas. Abril encara la última curva y las almadrabas se preparan para iniciar las capturas.

La geometría almadrabera es fácil: 60, 60 y 60. 60 días de cala, 60 de pesca y 60 de leva. 180 días que traen prosperidad a la comarca de La Janda, golpeada históricamente por el paro.

La pandemia hizo que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) decidiera en su momento prorrogar los acuerdos plenarios hasta 2022. España mantendrá una cuota de 6.107,60 toneladas, que se dividirán entre las diferentes pesquerías existentes en el país. Las cuatro almadrabas gaditanas se repartirán 1.479,408 toneladas, casi un 10% más con respecto a 2019. La división que se ha hecho entre las cuatro almadrabas, según su tamaño y los derechos adquiridos en su concesión, son de 408,866 toneladas para Barbate, mientras que las otras tres, pertenecientes a la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba (OPP-51), tendrán una cuota de 383,837 en el caso de Zahara; 372,078 para la de Conil y por último la de Tarifa, la más pequeña de las cuatro, podrá pescar 314,627 toneladas.

Varios atunes recién capturados. / Julio González

Pero, además de esas 408 toneladas que le corresponden, Barbate ha vuelto a comprar cuota a diferentes pesquerías, como la flota del País Vasco o la del Cantábrico. Pedro Muñoz, socio de Petaca Chico, la firma que tiene la concesión de la almadraba barbateña, afirmaba a este medio que seguirán trabajando en esa misma línea. “Tenemos acuerdos con vascos y cántabros que se renuevan y vamos a poder disfrutar de más toneladas. Aquí no vale lamentarse, aquí lo que hay que hacer es luchar. Eso es lo que hacemos nosotros siempre”, comentaba mientras recordaba las enseñanzas y la filosofía grabada a fuego por su padre.

Muñoz reconocía que las cuotas de pesca asignadas no se han movido un ápice desde 2019, por lo que confía en que la campaña sea parecida a la de 2021. Además considera que la primera levantá “está ya cerquita. Vamos a ir viendo cuando entran los atunes y una vez que esté la cosa bien empezaremos con las capturas”, dijo.

Pedro Muñoz afirma igualmente que ya han iniciado contactos para que, al igual que ya sucedió en los dos últimos años, un barco factoría ultracongele el atún rojo salvaje en la misma almadraba. “Desde que el atún muere hasta que es ultracongelado en el barco factoría pasan si acaso diez minutos. Por eso conserva todas sus propiedades intactas”.

Un copejeador besa a un atún recién capturado en el copo. / Julio González

Antes de llegar al momento culminante de la campaña, cuando los atunes comienzan a ser capturados por los copejeadores, hay un trabajo previo tremendo en tierra, donde se preparan las redes, las anclas y los barcos que participan en una danza ancestral digna de verse. La almadraba barbateña en concreto cuenta con una flota importante en la que sólo la sacá (el navío tradicional con varios mástiles donde los hombres van recogiendo y soltando las redes del copo), que tiene cien años, sigue siendo de madera. El resto se ha ido renovando y ahora está hecha de fibra, incluyendo una gran barcaza de 21 metros de eslora y seis de ancho que permite llevar grandes cantidades de las anclas que fijan las redes al lecho marino.

Una vez que los atunes sean capturados serán trasladados a las instalaciones que Petaca Chico tiene en Conil y a las de la Zona Franca, en plenas obras de expansión que deben concluir en los próximos meses. Y es que la visibilidad de la firma gaditana es cada vez mayor en todos los mecados, tanto en el español como en el extranjero. Muñoz comentaba sobre el mercado asiático en concreto que “aquello es como jugar la Champions League. Por eso, también nos interesa que atún de la almadraba de Barbate esté en el top del mejor restaurante de Tokyo, y que la gente lo valore, y piense que cuando está comiendo atún de Barbate está degustando el mejor atún del mundo. Porque es un producto excepcional”.

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