Autoridad Portuaria levanta el secuestro sobre Puerto Sherry

Siete años, dos meses y 30 días es el tiempo que ha durado el secuestro de la concesión administrativa del complejo náutico deportivo de Puerto Sherry por parte de Autoridad Portuaria. Ayer se puso punto y final a esta intervención a la que recurrió el organismo portuario para tratar de salvar la dársena que se construyó en la década de los 70 sobre la desaparecida playa de La Colorá. En las oficinas de Autoridad Portuaria en Cádiz, se firmó ayer el acta por el cual la explotación del complejo vuelve a manos de su concesionaria, la sociedad Marina del Puerto Santa María SA, propiedad de los empresarios Joaquín Rivero y Pedro Bores.

El traspaso de la explotación era cuestión de tiempo cuando el pasado mes de febrero el Juzgado número 2 de El Puerto, cuya titular es María del Carmen Fornell, levantó la quiebra que pesaba sobre el complejo desde mediados de los noventa. Se daba entonces el visto bueno definitivo a los convenios de acreedores que Marina del Puerto Santa María SA había estado negociando desde hacía años y que comenzó a cerrar en septiembre de 2005. En el mismo auto que se levantaba la quiebra, el Juzgado ordenaba que se acabara con el secuestro de la concesión administrativa.

La dársena que vuelve a estar en manos de la sociedad de Rivero y Bores dista de la que le dejaron al ente portuario en 2001. Si por aquel entonces se había anunciado su cierre, se había invitado a los barcos a que se marcharan y se clausuraba el hotel, a día de hoy el complejo ha renacido de sus cenizas. Actualmente está ocupado casi al completo y cuenta con una importante lista de espera, según han apuntado en reiteradas ocasiones la Autoridad Portuaria. Mientras, el hotel pudo reabrirse meses después de que cerrara sus puertas.

No obstante, uno de los requisitos que se le exigió a los concesionarios ha sido la realización de un plan de inversiones del complejo para garantizar su viabilidad a largo plazo. Marina Puerto de Santa María SA se compromete a realizar una ampliación de la dársena. Según explicó Pedro Bores el pasado mes de junio, se está trabajando en el proyecto de construcción de un nuevo espigón en la zona exterior del complejo para que dé refugio a 900 barcos (la capacidad actual en la lámina de agua es de 788). Otra de las actuaciones que se ha comprometido a acometer es la finalización de las obras del segundo hotel así como la construcción de un centro comercial y de ocio además de un aparcamiento subterráneo.

Ninguna de las partes implicadas quiso hacer valoraciones hasta la jornada de hoy, donde se ha convocado una rueda de prensa para dar más detalles del final del secuestro.

Marina del Puerto SA mantendrá la explotación hasta 2030 sin que se contabilicen los años en los que ha estado intervenida la explotación. Mientras, está por cerrar la situación en la que quedarán los trabajadores. Pedro Bores indicó el pasado mes de junio que se tratará de mantener a todos los que ha contratado la Autoridad Portuaria durante sus años de gestión.

La edificabilidad de los terrenos de La China, una finca anexa al complejo náutico propiedad de la sociedad Vértices del Puerto, fue una de las piezas en la negociación durante el proceso de quiebra y secuestro administrativo entre concesionarios, Autoridad Portuaria y Ayuntamiento. En 2005, minutos después de que se presentara en el Juzgado el convenio general de acreedores, se firmó en el Ayuntamiento el convenio urbanístico para aumentar la edificabilidad de estos suelos. Un año después, Vértices del Puerto vendió la finca al grupo Noriega. Precisamente, Vértices del Puerto absorbió a principios de este año a Marina del Puerto Santa María SA. En ella, y según datos del Registro Mercantil, aparecen Rivero y Bores como administradores solidarios.