El Ayuntamiento y Aqualia negocian una salida a la deuda millonaria

El Ayuntamiento de Villamartín y la firma Aqualia, antigua concesionaria del servicio de aguas en la localidad, tienen abierta una negociación para buscar una salida a la deuda millonaria que la institución pública deberá abonar a esta empresa.

El alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo (PSOE), admitió ayer que el Consistorio está "buscado una solución" a la indemnización que deberá pagar ya que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía lo ha condenado por quitarle a Aqualia hace cinco años la concesión administrativa que tenía para dar el servicio integral del suministro en el pueblo.

Aunque el regidor no quiso cuantificar el montante de la deuda, la oposición municipal del Partido Andalucista estipula que está en el orden de los 4 millones de euros.

José Luis Calvillo sí admitió que la firma "quiere volver al servicio", en el caso de que no reciba su compensación. "Estamos hablando y buscando soluciones, que pueden pasar por la vuelta o por el pago de la deuda", confirmó el máximo responsable municipal, que no quiso aventurar, de momento, ninguna de las dos opciones. Por su parte, el portavoz de los andalucistas en Villamartín, Juan Luis Morales, recordó la situación actual de crisis de las arcas municipales para afrontar la deuda y la actuación del PSOE en este polémico asunto. "Aqualia volverá por una cacicada del alcalde", expresó Morales.

Cabe recordar que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía considera en una sentencia que la actuación del Ayuntamiento no se ajustó a derecho cuando le quitó a Aqualia la concesión administrativa que suscribió con los anteriores gobiernos andalucistas, obligando a indemnizar a la firma por daños y perjucios. También Aqualia ha ganado otro contencioso por los dos últimos recibos domésticos que no pudo cobrar.

En este asunto, el alcalde añade que "es de justicia aclarar que la indemnización que pide Aqualia es la misma que pedía cuando llegamos en 2003, más los recibos que se suspendieron, nada más, todo lo demás que se dice por ahí, no es más que pura comedia política". Y afirma: "la sentencia la acatamos, aunque no la compartimos. Todas las obras que se ejecutaron, que era la forma de financiación del Ayuntamiento cuando llovía el dinero, no están certificadas, ni recepcionadas".