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El pueblo cerca de la Sierra de Cádiz con empleo y casas por 200 euros

CÁDIZ, control alt supr

CCOO y UGT quieren apoyos que hagan cambiar la imagen de la industria gaditana en el exterior Creen necesario reiniciar el sistema para lograrlo cuanto antes

Jesús Serrano (izquierda) y Diego Peces reclaman unidad política y un cambio de rumbo para la provincia.
P.ingelmo/ F. Rufo Cádiz

10 de febrero 2013 - 05:01

Los compañeros del Metal de la Bahía de Cádiz tienen fama de levantiscos. Forma parte de los clichés con los que está asociada la empobrecida industria de la zona. Juntamos a los responsables de este sector de las dos grandes centrales sindicales en la provincia, Jesús Serrano y Diego Peces, que aportan ideas para crear empleo, tienden puentes al diálogo y demuestran que "no somos tan fieros como nos pintan".

JESÚS SERRANO (CCOO): La industria de la Bahía tiene dos problemas: uno de imagen y otro de invisibilidad. Haría falta un lobby de presión para vender fuera los potenciales. Podemos decirnos a nosotros mismos qué buenos y bonitos somos, pero si no tenemos a nadie en las ferias de la industria... Tenemos el sambenito de la conflictividad, pero a nadie que hable de habilidades y fortalezas.

DIEGO PECES (UGT): Siempre estamos hablando de conflictividad. Incluso admito que tenemos una lucha interna con nuestra gente. No podemos estar haciendo siempre lo mismo, toda la vida cortando el puente, pero otros te dicen estoy tan en el límite, como cuando iban a cerrar los Astilleros en 2004, que tengo que hacer una protesta y lo más cercano que tengo es eso. Y 'eso' lo puede utilizar el subdelegado del Gobierno para echarte a la gente encima. Sin embargo, cuando se levanta Vigo, ríete de nosotros. Lo que pasa es que allí saben juntarse todos en defender lo suyo. No sale ni una sola noticia negativa, no como nosotros. No son dioses, tienen también sus problemas. Pero no salen de allí.

J.S.: Lo que no podemos exportar es esa imagen de trabajador privilegiado que se escaquea, que no hace nada. Y esa idea ha traspasado fronteras.

D.P.: A veces por nuestra culpa. Algún antiguo compañero de la Bazán se pasa el día en el bar jactándose de que así gana más que trabajando. Mentira. Pierdes. Y en lo del escaqueo habrá gente que cumpla más o que cumpla menos, y sé que algunos van diciendo no he hecho en to el día. Pues yo los más de veinte años que me he tirado trabajando en el astillero no me he ido ningún día a casa sin hacer , metido en el doble fondo, hasta las narices de mierda. Vaya, un privilegiado... a más de uno le tenía metido un mes en un doble fondo. Y si hay alguno que se escaquea, ¿para qué están los jefes de recursos? Si alguien no curra, demuéstralo y despídelo.

J.S.: O los propios políticos que alimentan esa imagen y, además, no contamos con el político que diga qué tenemos: aeronáutica, astilleros, dragados... Todo eso hay que defenderlo, pero es que además podemos hacer otras cosas.

D.P.: Energías renovables, plataformas eólicas. Hay viento y tenemos molinos, pero aquí no fabricamos molinos. Los hacen en Navarra y Almería y en Alemania fabrican los motores, los de Siemens. Entonces aquí no hacemos nada: ponemos el viento y punto.

J.S.: Hay que pensar en industrias de futuro. Tenemos un chiste en el sindicato para definir la situación en la que nos encontramos: Control-Alt-Suprimir. Hay que reiniciar y dejar de lamernos las heridas por lo que fuimos. En el sector naval cada vez se iban a hacer menos barcos, por lo que se apostó por otro sectores, como el aeronáutico. Pero nos hemos equivocado en cosas. Hubiera sido más efectivo crear un cinturón aeronáutico en torno a un aeropuerto como el de Jerez, que sólo se utiliza una hora al día, y analizar un mercado que va, por ejemplo, por jet privados.

D.P.: La aeronáutica ha sido una buena fuente de creación de empleo, aunque tengamos el problema puntual con Alestis. Sigo convencido de que puede seguir creando empleo, como se ve con el concurso de Boeing. Porque es verdad que el sector naval lo tiene difícil. De donde había 20.000 trabajadores hace diez años ahora tenemos 2.000. Se puede construir civil, pero no podemos competir con países donde es más barato, no podemos competir si de lo que se trata es, como ocurre en algunos sitios, haciéndolo con horarios infernales y sin seguridad laboral. En los 70 éramos la segunda potencia mundial en el sector naval porque los chinos éramos nosotros, cobrando 15.000 pesetas de la época y embadurnados en amianto. Así que se buscó el mercado militar. No podemos abandonar el sector naval porque cuando hay carga de trabajo se crea mucho empleo. Mira, la fragata de Venezuela o los BAM (Buque de Acción Marítima), que suponían doce millones de horas de trabajo e influía directamente en la industria auxiliar.

J.S.: Para justificar que Defensa se haya echado atrás con los BAM han creado una cortina de humo, que es el desguace del Príncipe de Asturias, que se va para Galicia, como si aquí no supiéramos desguazar. Pero el Príncipe de Asturias no es lo importante para la Bahía. Lo que importa para la Bahía es la construcción, los BAM. Parece que se utiliza la situación que han creado ellos en los astilleros para debilitarlos más. No le doy de comer al niño y luego digo que el niño está enfermo. Los astilleros necesitan una hoja de ruta. Tenemos muchos kilómetros de costa y no se puede poner esta industria en manos del sector privado, por si es eso lo que se les pasa por la cabeza.

D.P.: Y tanto ahorrar y al final tendremos un problema serio. Cualquier día se nos hunden las patrulleras, que tienen más de 30 años. El BAM es de última generación, cuesta menos dinero que tener una fragata vieja. En poco tiempo le sacaríamos rendimiento y sería un escaparate para nuestra industria militar. Podríamos venderlo a otros países. Sé que lo fácil es criticar, decir mira, los sindicatos apuestan por que se hagan barcos de guerra, pero es que esa industria, históricamente, ha creado mucho empleo en la Bahía. Renunciar a eso es renunciar a parte de nuestro pasado. Esos barcos tienen capacidad de salvamento marítimo, de descontaminación....Cuando se hundió el Prestige no teníamos ningún barco para descontaminar. Tenemos Matagorda, con un dique de 500 metros de largo. Da pena verlo infrautilizado.

J.S.: Infrautilizado como el potencial humano. Profesionales bien formados de aquí se van a otros lugares. Ocurre en el naval y en el de automoción.

D.P.: El puente que va de Dinamarca a Suecia se hizo en la Bahía de Cádiz. Tenemos capacidad tecnológica, buenos operarios. Hubo un tiempo en que los soldadores de astilleros venían de Polonia porque aquí no había personal especializado. Ahora no. Los sindicatos, que se nos debería reconocer, hicimos un esfuerzo de formación. Tenemos gente muy bien formada.

J.S.: Pero el segundo puente de Cádiz no lo están haciendo los gaditanos. Hay gente mayor que dice orgullosa yo participé en la construcción del puente Carranza. Es difícil sentirse orgulloso de un segundo puente que pagamos, pero que no lo construimos.

D.P.: Hay alguna empresa de Puerto Real que trabaja con ellos, pero sí, muy poca cosa... Con la de barcos que se podían haber hecho con el dinero que se están dejando en el puente... Pero una cosa es la política y otra la empresarial. El empresariado gaditano ha ido al dinero rápido, no se ha apostado con perspectiva. Es cierto que falla la financiación, pero no podemos estar esperando siempre que venga gente de fuera. Porque aquí ya no va a venir la General Motors.

J.S.: Los chinos que se iban a instalar en Delphi. Se fueron y nosotros nunca hemos hablado con los chinos. Les hubiéramos planteado cuánto tiempo necesitaban para que se vaya cogiendo productividad... eso sí, cuando tú ganes dinero, que lo ganen también los trabajadores.

D.P..: Si hubieran hablado con nosotros, esto no hubiera sido un problema de costes. Pero una vez más, dependiendo de otros. Junto a Setúbal, en Portugal, hay gente de Cádiz trabajando con lo que eran sueldos de Cádiz. No se ha deslocalizado porque hay muchos portugueses dentro del staff. Las grandes empresas automovilísticas, como Renault, tienen industria en sus mercados, en los países de sus consumidores, para surtir el mercado interior. Están aquí, están en España.

J.S.: Me pregunto por qué, tras el cierre de Delphi o Visteon, no se ha hecho un acuerdo, no se ha hecho presión a esas grandes marcas para utilizar esos recursos en Cádiz. Esa es una tarea del Ministerio de Industria. Pero en Cádiz ni conocemos la cara del ministro de Industria, ni del consejero, ni de Griñán. Que vengan, que no les vamos a cerrar el puente.

D.P.: Porque no hay nadie de Cádiz. Hay gente de Valencia, de Cataluña, pero no hay nadie de Andalucía. ¿Qué le vamos a hacer? En Galicia se han juntado pequeñas empresas del sector naval para crear una empresa de segundo nivel, subcontratistas de lo principal. Aquí cada uno va para su lado y tenemos un tejido empresarial de muchas empresas tan pequeñas que el primer soplo de la crisis las tumba. Cuando hablamos de los empresarios, siempre pensamos en sector servicios o agroalimentario, pero nunca en el sector industrial, que es mucho más sólido en una crisis como la que sufrimos. Hagamos entre todas las pequeñitas empresas de la industria una más grandecita de suministros eléctricos, de soldadura. Empleemos aquí los recursos que tenemos y aprovechemos el dinero con el que contemos antes de que venga un Oubiña, coja la pasta y nadie se entere. Utilicemos bien lo que haya. El plan Reindus suelta pasta, Idea también suelta pasta...

J.S..: Y a ver cómo se controla esa pasta. Tenemos lo de Delphi, con todo lo que ha dado que hablar y que tanto daño ha hecho. Hay un responsable en su momento, que es la Junta, que dice vamos a dejar que se vaya la empresa que yo me hago cargo de ustedes. Sin poner peros, nada de si viene la crisis o si nada.

D.P.: Es verdad que hay gente peor que los de Delphi, pero es que con ellos se llegó a un acuerdo tras el cierre. Hay un compromiso y hay que cumplirlo. Y no todos los de Delphi están en buena situación. Los que fueron a Gadir Solar se fueron del convenio del metal por una perspectiva de empleo y a los dos años se ven en la calle. Esperan una indemnización que no han cobrado, una mano delante y otra detrás.

J.S..: El resto no lo está pasando tan mal, pero lo van a empezar a pasarlo mal. Yo no justifico que le metan fuego a algo, pero entendemos que estén cabreados.

D.P.: Si es que yo le haría esa pregunta a los autores del acuerdo de Delphi, todo un máster en cómo no hacer las cosas: Esto que firmasteis por qué lo firmasteis, los acuerdos para qué están. Te dicen es que no sabíamos y estábamos convencidos de que iban a venir otras empresas. Muy bien, como no se han cumplido las expectativas, ¿rompemos el acuerdo? ¿Rompemos todos los compromisos sociales en Andalucía? Si tú no puedes cumplir con ellos, dales algo para que se busquen las papas, eso es lo ético. Hay trabajadores que su vida ha sido esa. Los echaron de astilleros; entraron en Delphi, los echaron; entraron en Gadir, los echaron.. Hay que vivir esa situación personal. Montones de divorcios, de separaciones, de suicidios.., es que la cosa es muy jodida.

J.S.: Hay que meterse en su pellejo y mira que se nos echan encima a nosotros, que lo que hacemos es pedir para los demás. Nos montaron un pollo en una asamblea, nos dijeron de todo y la policía nos invitó a que los denunciáramos. ¡Pero cómo voy a denunciar yo a un trabajador! A ti, político, que no has cumplido es al que voy a denunciar. Busca salidas. Ahí están Las Aletas. Vamos a dejar de dar dinero a los administradores del concurso que ya han cobrado bastante, que la jueza diga que se cerró el grifo. La Zona Franca tiene dinero, más del que puede gastar, que se moje. Me voy a quedar con esto y me voy a poner a invertir y a crear empleo, voy a poner la novia guapa para colocarla.

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