El CFA, tres años después, no tiene ni licencia de apertura

Investigación aeronáutica

La nave cedida por Navantia para este enclave tecnológico de la aeronáutica está listo, pero a falta de licitar maquinaria, y el que sería el edificio definitivo en el Trocadero no está proyectado

Imagen del encuentro de todas las instituciones que se comprometieron a poner ee marcha el CFA en 2016
Imagen del encuentro de todas las instituciones que se comprometieron a poner ee marcha el CFA en 2016
Pedro Ingelmo

24 de julio 2019 - 20:43

Uno de los proyectos más interesantes que se han puesto sobre la mesa en el último lustro, el Centro de Fabricación Avanzada, un espacio único en todo el sector aeronáutico y naval empujado con el respaldo de Airbus y Navantia, respectivamente, para innovar juntos en el desarrollo más puntero y cercano a la industria, permanece en el dique seco sin que, hasta esta semana, la Administración autonómica ofrezca al menos una explicación razonable.

Tras una llamada de atención del presidente de los empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, los nuevos responsables de la Agencia IDEA parecen haber cobrado conciencia de lo que estaba en juego y en esta última semana ha existido una reunión y un compromiso de pegar un acelerón al proyecto que estaba adormecido.

Pero lo cierto es que ya hace más de dos años y medio que Navantia cedió, en diciembre de 2016, una nave a la Junta, durante cinco años, para su puesta en funcionamiento, pero desde entonces hasta ahora ni siquiera cuenta con licencia de apertura. “Ni tenemos licencia, ni se compran los equipos, y lo peor es que no sabemos a qué se debe esta lentitud, si a los problemas derivados de la burocracia, o a cierta desconfianza”, lamentan fuentes del sector del metal.

La compañía estatal que dirige los astilleros, a la vista de que la nave definitiva, la que en el futuro irá entre los terrenos de Airbus y Navantia, tardaría años, ofreció una alternativa para acelerar los tiempos, tras la firma de un convenio de colaboración con la Junta, que cuenta con los fondos ITI para financiar el CFA.

Dicha nave ya está disponible para ser usada, tras las obras que acometió la Agencia IDEA para su puesta en funcionamiento. Pero tres años después de que se empezara a fraguar la iniciativa, ni existe la licencia ni se han comprado los equipos comprometidos por la Junta, en un ambicioso proyecto que contempla una inversión de unos 25 millones de euros, en un proyecto al que se sumaron, junto a Airbus y Navantia, la Universidad de Cádiz y la propia Junta.

A día de hoy, nada se sabe de los equipos de medición de telemetría; ni del software para simular los procesos de producción; ni de los equipos de fabricación aditiva; ni de los de soldadura láser que Airbus solicitó. También se contemplan en el proyecto fresadores de gran volumen, equipos de termografía y robots, pero a fecha de hoy ni siquiera existe un responsable del CFA que permita conocer los avances, si es que existen, en este terreno.

No hay equipos de telemetría, ni el software de simulación, ni los de soldadura láser...

Sin duda, el nuevo Gobierno andaluz tiene ante sí una gran ocasión de tomar la iniciativa para darle el impulso necesario al proyecto, pero las empresas interesadas del sector, aquellas que estuvieran dispuestas a pagar un dinero por usar los equipos de la Junta en el CFA, no han recibido ningún tipo de información.

Las excusas aportadas por fuentes del anterior Gobierno tienen que ver con que, en realidad, sí que se dieron los pasos para dotar de maquinaria al centro y se sacaron a licitación por un lado la maquinaria pequeña, que sí encontró quien acudió a la puja, pero en lo referido a la maquinaria más pesada, el concurso quedó desierto. Navantia y Airbus, las dos grandes impulsoras del proyecto en una entente difícil de ver y que mostraba la potencia del proyecto, sospecharon que la Administración pretendía que fueran ellos también los responsables de poner las máquinas. Sea como fuere, aún no hay máquinas, con los cual el CFAno deja de ser una carcasa vacía.

Pero el asunto no acaba ahí, ya que el proyecto de este centro tenía la nave de Navantia como una solución provisional, ya que el destino definitivo debía de ser un edificio de nueva construcción en el Trocadero. De este edificio no existe ni la urbanización, ni los planos, ni el presupuesto. Es decir, nada. De este modo, en breve habría que negociar de nuevo con Navantia una prórroga en la cesión de la nave. La presidenta de Navantia se ha reunido con el presidente de la CEC,Javier Sánchez Rojas, y sigue prestando todo su apoyo al proyecto, pero a nadie se le escapa que Navantia es consciente de que ha cedido una de sus naves que, a día de hoy, está inutilizada.

Desde la Agencia IDEA se esgrime lo que, de alguna manera, está siendo el discurso del nuevo Gobierno. Se encontraron con que apenas había hecho nada en muchos de los proyectos adscritos a la ITI. “La Agencia tiene una nueva estructura desde el 12 de febrero. Esta entidad, siguiendo lo acordado en Consejo de Gobierno, está poniendo en marcha las medidas recomendadas tras las auditorías sobre entes públicos. Se está trabajando en los proyectos al ritmo que es posible”, contestan oficialmente a instancias de este medio.

Javier Sánchez Rojas, presidente de los empresarios de la provincia, denunció esta situación de parón esta semana delante del nuevo director de la Agencia, Fernando Casas, que presentó en Cádiz el primer plan estratégico aeroespacial. “Yo no me voy a poner a buscar de quién es la culpa, a mí eso no me importa. Pero lo cierto es que se nos acaban los plazos y estamos dejando pasar el tiempo. Mi denuncia iba encaminada exclusivamente a dar la voz de alarma de que hay que ponerse las pilas porque no es un proyecto más, es una oportunidad de la que hay pocos precedentes, con dos gigantes detrás para que nuestras empresas aumenten sus posibilidades en el campo de ingenierías y se hagan más competitivas de lo que ya son. Nos permitiría crecer en valor tecnológico y eso tendría un efecto en toda la imagen de la provincia”.

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