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La Cabezuela le hace la ola al tren

Los operadores portuarios ubicados en las 100 hectáreas de la dársena de Puerto Real celebran, con prudencia tras 20 años de espera, el anuncio de la llegada del ferrocarril

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz construyó hace años la parte del trazado ferroviario que discurre sobre suelo portuario en Cabezuela. / Apbc/Óscar Cárdenas
Joaquín Benítez

08 de octubre 2018 - 01:44

Cádiz/Llevan ni más ni menos que 20 años esperando la llegada del tren. Dimes y diretes, y firmas y convenios a porrillón que les hicieron pensar en algún momento que nunca llegaría el ferrocarril hasta las cercanías de sus negocios. Pero han resistido y, por fin, ven la luz al final del túnel.

A unos les fue más fácil que ahora esa resistencia, pero todos reconocen que una salida por tren es una condición indispensable para crecer, pero nunca lo fue para sobrevivir. De hecho, no sólo han sobrevivido sino que han crecido con éxito hasta convertirse en la verdadera joya de la corona para la propia Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

En las 100 hectáreas que ocupa la dársena de La Cabezuela conviven, sobre suelo de dominio portuario, empresas de calado como Dragados Off-Shore o Navantia. A pocos metros conviven 145.865 metros cuadrados de almacenes cubiertos repartidos entre la Agencia Marítima Condeminas Cádiz, Almacenes Marítimos del Sur Cádiz, Cabezuela Logística, Ership Cádiz, Olivia Petroleum, Puma Energy y Quimgra.

Todos ellos, en mayor o menor medida, con más o menos escepticismo, recibían con gran satisfacción, en días pasados, la noticia de que con la cesión de suelo por parte del Ayuntamiento de Puerto Real se desatascaba la "desgraciada historia", utilizando palabras del presidente del puerto, José Luis Blanco, del tren de La Cabezuela.

Han sido 4,5 kilómetros de vía y 20 años de espera, pero, por fin, se lo creen.

Olivia Petroleum, una de las últimas firmas en aterrizar en el Bajo de La Cabezuela aplaudía esta buena nueva. Su gerente en Cádiz, Alberto Grande, decía que bienvenido todo lo que sea más intermodalidad, sin dejar de reconocer que, al menos para ellos, el tren no es una "necesidad imperiosa", pero que muchos clientes actuales y otros potenciales preguntan por este medio de transporte. "A día de hoy, un puerto sin acceso ferroviario es un handicap". Aún así, Grande prefiere ser prudente y afirma que lleva tanto tiempo mareándose la perdiz con esta cuestión que "no nos lo terminaremos de creer hasta que no veamos llegar el primer tren".

En un tono similar se expresó José Antonio Rivero, responsable de Harinera Vilafranquina, cuya factoría se encuentra fuera de La Cabezuela, pero que cuenta con participación en Cabezuela Logística. "Se habla siempre de que el tren será la solución a todos nuestros males. Hombre, malo no es. Será positivo, pero las vías no lo arreglarán todo", según Rivero. El responsable de Harinera Vilafranquina asintió que "ahora toca una dosis de buena gestión para ese nuevo medio de transporte". Indicó, además, que los actuales clientes de La Cabezuela pertenecen a un hinterland muy limitado, que ahora se abrirá a otros potenciales clientes ubicados a muchos kilómetros.

Rivero confesó también que, ahora que Cabezuela Logística se encuentra en expansión, estudian incluir la construcción con dinero privado de un apeadero ferroviario que facilite la carga y descarga de los graneles sin que su manipulación suponga tapones.

Pero los aplausos no sólo llegan desde el tejido empresarial que vive por y para La Cabezuela. Los estibadores de Cádiz, cuyo trabajo se desarrolla en buena parte en esta dársena de graneles ubicada en el término municipal de Puerto Real, han sufrido también en sus carnes estos 20 años de espera.

Ahora se sienten "satisfechos con los acuerdos alcanzados para que el tren pueda llegar a los muelles del Bajo de La Cabezuela", según Juan Pablo Bermúdez, responsable sindical del colectivo de portuarios del puerto de la Bahía de Cádiz.

"Esperamos que en esta ocasión se cumplan los plazos y que no siga eternizándose una infraestructura tan necesaria para el desarrollo de toda la industria que opera en la zona", según Bermúdez, que reitera que "tras tantos años de sinsabores, hasta que no veamos el primer vagón en el muelle no daremos crédito a estos acuerdos, porque llevamos muchos años viendo las vías en nuestros muelles, pero sin uso".

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